Capítulo 11: En mi casa

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ARIA

Con mamá terminamos de desayunar recién, sin embargo, mi estómago no se está comportando como debería, siento cositas raras y lo más lógico es que estoy nerviosa. Devon aún no llega, pero las ansias ya me están recorriendo todo el cuerpo a una velocidad increíble. Es el primer chico que viene a casa, aunque tal vez no es mi casa, es la primera persona que invito a mi hogar para hacer algún proyecto y de paso, es un chico. Por la manera en que mamá me crio, nunca tuve la necesidad de invitar a alguien y ahora resulta que mi primera vez debe de ser con el mismo chico que me gusta.

Empiezo a mover mi pie más y más rápido, pensando en que no sé si mamá y Devon vayan a cruzar camino, aunque eso solo el tiempo lo dirá, pues ya es la hora de que mamá vaya a su trabajo y que supuestamente, aparezca él. Llevo mis manos a mi regazo y continuo con mis movimientos de nerviosismo.

—Aria, te buscan —escucho a mi abuela exclamar desde la puerta principal. Mi posición cambia de encorvada a erguida en segundos .

Mamá repara en mi repentina reacción, pero la ignoro pensando que lo más lógico es que quien está ahí afuera es Devon, pues es el único que podría venir a buscarme, ya que no había invitado a nadie más, y ni le había explicado la dirección a otra persona, cosa que me costó hacer con Devon. Recuerdo que nos tardamos casi una hora para que captara la dirección de casa, incluso utilizamos Google Maps y Waze, hasta tuve que hacerle un dibujo para que no se fuera a perder.

—¿No vas a ir? —pregunta mamá, arreglando sus cosas.

—Claro —reacciono cómo si fuera idiota.

Aunque, cuando me ponen a Devon enfrente suelo serlo. Ni siquiera sé cómo su simple presencia causa tantos cambios en mí y me hace parecer tan torpe a veces. Me acerco hasta la puerta mientras mi abuela pasa por mi lado.

—Hola —dice Devon, levantando la mano para saludar, o al menos, eso intenta, con tantas cosas que lleva en las manos.

Tomo algunas de las que están encima para poder ayudarlo. —Hola. Ven, pasa —le respondí, haciéndome a un lado para dejarlo pasar, luego de cerrar la puerta, lo dirijo al pasillo-comedor.

Cuando entramos, nos encontramos con mi madre con cartera en mano y ya lista para salir.

—Ya me voy —anuncia, levantándose de su asiento.

Llego hasta la mesa y dejo los materiales que llevaba sobre la misma. Entonces, me giro en dirección a mamá.

—Está bien —le digo, despidiéndome de abrazo y un beso en la mejilla—. Nos vemos luego, ma.

Mamá me sonríe y cuando empieza a alejarse, le da una pequeña y rápida mirada a mi compañero y de reojo veo a Devon saludando, nerviosamente, a mamá para despedirse, ella le responde y asiente con la cabeza antes de salir por la puerta. He de admitir que, por mi mente, pasó el momento en que mamá le diría más, es decir, ella es muy desconfiada de las personas, así que supuse que le haría un tipo de entrevista, sin embargo, no pasó.

—¿Estás nervioso? —pregunto riendo, divertida de ver la inseguridad que se nota en la cara de Devon.

Termines de llegar hasta la mesa y deja los materiales mientras jala una silla para poner su mochila y tomar asiento.

—¿No? —responde con un hilo de voz que me hace reír todavía más. En especial, que ni siquiera se escucha como una afirmación sino como una pregunta.

Y es que cuando estuvimos discutiendo sobre el plan, le conté que mi familia es fan de hacer bromas y le encanta molestarme cuando se trata de chicos. Ya que, según ellos, yo aún no he tenido ningún novio, aunque mamá sabe que no es así.

¿Una historia de amor? ✔️Where stories live. Discover now