Capítulo 40: Normalidad.

7.9K 1.1K 362
                                    

—Debe ser lindo tener a alguien así a tu lado. —comentó ___ con melancolía. La miré unos segundos, ella mantenía la vista en el cielo. —Yo tuve a alguien así...pero lamentablemente él ya no está aquí.

—¿Lo querías?

—Como nunca. —sonrió. —Aunque él no esté aquí físicamente, sé que está aquí...—colocó su mano derecha en su corazón. —Él siempre estará aquí.

—Estoy seguro de que esa persona te quería mucho.

—¿Qué te hace pensar eso?

Ella me miró intrigada a lo que le di una sonrisa de medio lado y volví a fijar mi vista en el cielo, donde podía apreciar todas las estrellas.

—Simplemente lo sé.

❇❇❇

Me encuentro sentado en una banca viendo el tranquilo paisaje.

Desde aquel día en que ___ se volvió una chica de 19 años, no la he visto; bueno más bien la he estado evitando.

—Senpai.

La voz calmada de Miyuki llegó a mis oídos, miré en su dirección encontrándome así con una Miyuki deprimida.

—¿Qué es lo que quieres?

—Lo vi. —dijo con seriedad a lo cual la miré esperando a que continuara. —Kakashi-senpai se encontraba con __-san.

—Ah eso.

—Ella le dijo "Amor"

Me sorprendí al oír eso, pero simplemente no dije nada; ya que sabía perfectamente que ___ ahora tiene 19 años y mantenía una relación con Kakashi a esa edad.

—No podemos hacer nada por ahora.

Di un suspiro para luego levantarme de la banca de donde me encontraba. Miré a Miyuki unos segundos para encontrarme así con la sorpresa de que ella trataba de retener aquellas lágrimas que amenazaban con salir.

—Lo entiendo...ahora lo entiendo. —comentó con la voz quebrada mientras colocaba su mano en su pecho. —Sai me mostró un libro sobre estos sentimientos y ahora sé que significa.

—Niña molesta. —digo de manera fría a lo que ella se sorprendió. —Ni se te ocurra llorar, mira que así no lograrás nada.

—Senpai usted no sabe de consolación. —decía limpiando las lágrimas que habían salido segundos atrás. —Leí en un libro que uno se siente mejor con un abrazo.

—¿Y?

—¿Me daría un abrazo?

—No.

Ella hizo caso omiso a lo que dije, ya que se había abalanzado hacía mí y me dio un abrazo. Intenté zafarme, pero ella se mantenía firme y mantenía su cara en mi pecho, la noté temblar por lo que supuse que se encontraba llorando.

No sabía que hacer en estas situaciones, ser amable y gentil con las personas...no es lo mío.

Después de unos minutos Miyuki me soltó y se separó limpiando así sus lágrimas para luego sonreírme.

—Gracias, Senpai.

—Me has dejado mi camisa llena de mocos. —digo fríamente a lo que ella soltó una leve risita. —No te rías mocosa.

—Tengo 19 años. No soy una mocosa.

—Para mí sigues siendo una mocosa.

—Retráctese. —decía sacando así un Kunai. —De lo contrario lo haré sufrir.

—No me hagas reír. —digo activando mi Sharingan. —Puedo hacerte sufrir en cuestión de segundos.

—Debe recordar que soy antigua miembro de Raíz.

—Y tú el recordar que soy un Uchiha.

Ambos nos mirábamos fijamente, pero entonces frente a nosotros apareció Kakashi quien se encontraba agotado y sostenía en sus manos un pergamino.

—Sabes, me costó mucho encontrar esto. —comentó agitado mientras me miraba. —Al fin haremos que ___ vuelva a la normalidad.

Desactivé mi Sharingan para luego dar un suspiro.

—Por fin te alejarás de mi novia.

—Sabía que sentías celos de que ___ estuviera más a mi lado. —decía mirándome de manera victoriosa a lo que simplemente bufé. —Podría simplemente seguir con esto...pero...—él miró a Miyuki unos segundos. La muchacha se mantenía viendo a otro lado inexpresiva y entonces Kakashi la tomó del brazo atrayéndola hacia él. —Pero ahora tengo otras prioridades.

—¿Eh? —decía desorientada Miyuki.

—Así que ten. —él me extendió el pergamino. —___ se encuentra ahora mismo con Kurenai en su casa. Ve a que vuelva a la normalidad.

—No me digas que hacer. —digo tosco tomando el pergamino en mis manos.

Dejé a esos dos ahí solos y comencé a irme en busca de mi novia.

❇❇❇

Di tres golpes a esa puerta, tardaron en abrir unos minutos y quien me abrió fue Kurenai, la cual me sonrió gentilmente dejándome así entrar a su casa.

—Ella se encuentra con Mirai. —decía cerrando la puerta principal para luego comenzar a guiarme por los pasillos, llegando así a una habitación donde se encontraba ___ y la pequeña hija de Kurenai. —Han venido a verte, ___.

—¿Tobi? —preguntó ella haciendo una cara de confusión. Kurenai tomó a su pequeña hija en brazos. —¿Qué es lo que haces aquí?

—Esto será rápido así que mantente quieta. —digo abriendo el pergamino.

—No me digas que hacer, idiota. —dijo de manera brusca. —¿Qué es ese pergamino?

—Un pergamino que te hará volver a la normalidad según Kakashi.

—¿Y por qué no vino él? Digo, es mi novio y debería hacerse cargo.

—Tks...no es tu novio.

—¿Qué estás diciendo? —preguntó con molestia. —Kakashi es mi novio.

—Que no lo es.

—Él es mi novio.

—Era tu novio.

Escuché una risita de parte de Kurenai a lo que solté un bufido y sin esperar más, comencé a relatar todo lo que decía aquel pergamino.

Humo comenzó a aparecer por lo que los que nos encontrábamos ahí comenzamos a toser, pero entonces aquel humo comenzó a desaparecer y pudimos ver a ___ ya de nuevo en la normalidad.

—¿Eh? ¿Qué hago aquí?

—Ya después te explico.

—No. Tú me vas a explicar ahora mismo. —decía cruzándose de brazos para verme de manera sería. —Explícame que ha sucedido, Obito.

—Vayamos a mi casa y te cuento.

—Él tiene razón. —me dio la razón Kurenai, quien mantenía una sonrisa mientras veía a su pequeña hija. —Debo de hacer que Mirai duerma, así que es mejor que vayan a conversas a casa.

—Solo lo haré por Mirai-chan. —decía ___ acercándose a la pequeña. —Nos vemos, Mirai-chan.

Di un suspiro, me despedí de Kurenai y con ___ comenzamos a dirigirnos a mi casa.

COUNTING STARS; Uchiha Obito. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora