- ¿Qué paso mamá?- dije mientras interrumpía mi lectura.

- Te tengo una sorpresa a bajo- dijo muy emocionada.

No entendía de que trataba pero la única manera de averiguarlo era ir a ver que era aquella sorpresa así que me pare de la cama y junto con ella baje las escaleras.

Cuando vi de que se trataba no podía creerlo, en frente de mi se encontraban Zoe y los gemelos Andy y Alex, corrí a abrazarlos.

- ¡No puedo creer que estén aquí! ¿Por qué no me dijeron que venían?- dije sin dejar de abrazarlos.

- Queríamos que fuera una sorpresa- dijo Andy sonriendo.

- Los extrañé muchísimo- dije cuando el abrazo acabo.

- Nosotros igual Mia- respondió Zoe.

Juntos subimos a mi habitación.

- La casa esta genial- hablo Alex.

-Lo se, aquí vivió mi mamá cuando era pequeña- respondí.

- Cuéntanos todo, tu escuela, tus amigas, ¿algún novio?- hablo Andy demasiado rápido, lo que me hizo reír.

- Pues, la escuela esta bastante bien, mis amigas son Jessica, Emma, Britney y Sofía, en cuanto los chicos están Cameron, Nathan, Max y Tyler , pero ninguno los remplaza- solté una pequeña risa- Y sobre los novios... no, aun no, pero ayer salí con un chico, su nombre es Aaron, no estoy segura de que me guste, es lindo y muy buena onda pero Tyler...- empecé a contarles hasta que Zoe me interrumpió.

 - Espera... ¿Dices que saliste con uno, pero ¿que te gusta otro?, vaya que has cambiado- comento Zoe mientras reía.

Durante toda la tarde del sábado estuve con ellos, básicamente estuvimos en casa todo el día, vimos una película, ellos me contaron todo lo que había pasado en Carolina del Norte y cuando dieron las nueve de la noche se marcharon, me encanto verlos, en serio los extrañaba muchísimo. Esa noche después de que mis amigos se marcharan subí a mi habitación para poder dormir.

El domingo por la mañana mi mamá decidió llevarnos a mis hermanos y a mi a un lago cerca de casa. Quiso que pasáramos mÉs tiempo en familia, ya que después de la muerte de mi padre ella comenzó a trabajar y ya casi nunca estábamos juntos, lo que es cierto. Me agrado mucho la idea de poder pasar un rato juntos, ya que hace mucho no lo hacíamos y se me estaba olvidando que se sentía estar con ellos. Nos subimos al coche, mi madre comenzó a manejar, era un día soleado, perfecto para nadar un rato en el lago. Al llegar a aquel pequeño lago era hermoso, había una gran cantidad de pinos a su alrededor, el olor de agua salada y lodo llego a mi nariz e inhale profundo, el sol se reflejaba en las aguas del lago. Todos corrimos hacia el lago para saltar en él y nadar un rato, el agua estaba algo fría pero nada insoportable y así nos la pasamos todo la tarde, entre risas y juegos.

Vaya tarde, una de las mejores que he pasado con mi familia pero todo hubiese sido mejor si mi padre siguiese aquí con nosotros.

Ya ha pasado un mes desde que murió, un mes muy difícil, a veces solo pienso que sigue en el ejercito y no es tanto la diferencia ya que el casi nunca estaba en casa, pero es imposible no recordar que él ya no esta más aquí.

Ya era lunes de nuevo, me encontraba en clase de literatura, el maestro nos felicito a Tyler y a mi por dar el mejor trabajo de la clase. Durante el descanso todo ocurrió con normalidad, el tema de conversación trataba sobre aquella fiesta y parecía que si iba a estar muy buena, esa misma tarde planeaba pedirle permiso a mi madre para poder asistir.

Nunca me olvidesΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα