Corazones en Guerra

Capítulo 25: La noche inolvidable

El día había amanecido nublado amenazando con mucha lluvia, pero por suerte horas después el sol se dejo ver y las gradas en el jardín se fueron llenando alrededor de la arena de luchas y el torneo pudo dar inicio. Ichigo inició la actividad desde el asiento dispuesto para él agradeciendo la presencia de los nobles y recordando el motivo de la celebración. En cuanto terminó de hablar Karin hizo su aparición en el otro extremo de las gradas y los aplausos no tardaron en escucharse.

La princesa vestía un hermoso vestido en tonos azules y blanco, de escote moderado. El ajustado corpiño con un cordón plateado, tenía bordados de rosas en hilo de plata, la falda azul celeste caía abierta hasta el suelo dejando ver el fondo blanco, y en todo el dobladillo tenía soles azules cuyo centro eran zafiros y los destellos bordados parecían brillar de verdad. Las mangas eran largas y ajustadas hasta el codo donde se abrían en cenefas hasta las muñecas y el cuello del vestido era alto y de encaje cubriendo solo la parte de atrás. De la garganta le colgaba una gargantilla de plata con pequeños zafiros colgando de sus ramificaciones y uno más grande en el centro y llevaba el cabello recogido en un moño alto con algunos flequillos saliendo, luciendo una tiara de plata sobre la cabeza.

Karin sostuvo la falda del vestido con todo el porte de una princesa y camino con la frente en alto hasta situarse a la izquierda de Ichigo sin siquiera dignarse a mirarlo. Desde que lo había encontrado con Rukia en esa situación tan comprometedora no le había dirigido la palabra. Ichigo aún recordaba la mirada de estupefacción en su rostro al verlo sobre Rukia, y luego solo se había ido y cerrado la puerta como si no hubiera visto nada. Él intentó explicarse varias veces pero Karin lo evitó todo el día y todavía ahora se negaba a hablar con él. Decidió que intentaría hablar con ella mas tarde y puso su vista al frente donde fueron apareciendo los concursantes para la primera prueba de tiro al arco.

A Ichigo no le causó mucho interés porque no veía la necesidad de presumir de lo hábil que eran algunos con las armas cuando eso era algo necesario para un guerrero. Pero había otros a los que les encantaba las pruebas de destreza y valor como a Yusu, que aunque era dedicada a ser una dama ejemplar le gustaba practicar con el arco a escondidas y era buena con ello. Karin parecía esforzarse por no mostrar que comenzaba a aburrirse con todo aquello y a Ichigo se le escapó una pequeña risita pues era consciente de que la mayoría de los concursantes no eran ni la mitad de hábiles de lo que presumían antes de empezar. Hubo uno que llamó su atención al clavar todas las flechas en el centro de las dianas, y no solo por su destreza, sino porque aun después de haber sido el mejor en la primera prueba no mostró su rostro oculto bajo el yelmo oxidado de su armadura, compuesta por partes viejas de diferentes armaduras, haciendo que ese fuera el nombre que le impuso el público “El Caballero de la armadura Oxidada”

Luego de las primeras pruebas el número de concursantes había disminuido y ya para la final solo quedaban doce, entre ellos El caballero de la armadura oxidada que había superado con mucha destreza todas las pruebas anteriores volviéndose el preferido de la mayoría. Para este entonces ya algunos habían hecho sus apuestas a sus favoritos y hasta Karin tenía interés en la última prueba. Seria un duelo de espadas a caballo y el ganador podría pedirle el premio que quisiera al rey y este tendría que concedercelo siempre que estuviera dentro de sus posibilidades. Entre los concursantes que quedaban estaban el incorregible lord Kyoraku, amigo del difunto rey Isshin, el pequeño lord Hitsugaya, que también tenía quienes lo apoyaban para ganar, el presumido Omaeda, un gordo al que le encantaba jactancear de su noble casa cuando en realidad su familia no era más que una casa menor de poca popularidad, uno de los soldados que escoltaban a las damas de Kuroville, cuatro caballeros de título conocido y un soldado de la guardia real.

Después de enfrentarse de dos en dos quedaron solo Toshiro, Kyoraku, el misterioso caballero de la armadura oxidada, Un soldado Karakeno, el guardia real y el soldado Kurovino. Ya para el segundo enfrentamiento no había nadie que despegara los ojos de la arena de duelos, y para sorpresa del publicó espectador lord Kyoraku perdió ante el soldado Karakeno. No por que fuera mas débil que este, si no porque vio a una corpulenta mujer en las gradas coquetearle y bajo la guardia. Ni le molestó el haber perdido, apenas dejo la arena y fue tras aquella mujer ganándose la mirada reprobatoria de su hija y heredera, Nanao. El soldado Kurovino fue derrotado por el caballero de la armadura oxidada y al igual que el guardia real, quedando para el último duelo Toshiro y el favorito. La hermana del joven Hitsugaya lo animaba desde las gradas al igual que la mitad de espectadores, pues el joven había mostrando que a pesar de su tamaño era un buen guerrero. Por otro lado Ichigo se mantenía indeciso con respecto a cual de los dos ganaría, y pensó que sería buena experiencia medir fuerza con ambos, aparte de que vio el interés que Karin mostraba al ver la pelea y se le ocurrió escoger al vencedor como maestro para ella.