En una era antigua y mística el heredero del reino de Karakura, el príncipe Ichigo Kurosaki deberá afrontar con los problemas y responsabilidades que conlleva ser rey mientras que el reino se ve amenazado por otras naciones y un poderoso enemigo pla...
Después de la decepcionante plática con Rukia, no, con lady Kuchiki, Ichigo decidió olvidarse de que había conocido a una campesina, y cerrar ese capítulo de su vida. Después de todo la persona que creía conocer no existía y él tenía cosas más importantes en las que pensar. Así que se despidió del señor del palacio y emprendió el camino de regreso al castillo, no sin antes asegurarse de que lord Kuchiki cumplía su palabra y enviaba ayuda a los aldeanos del Rukongai. No dudaba de él pero estaba preocupado por las personas que vivían allí y su seguridad.
Luego del largo viaje por fin se vio de vuelta en la familiaridad de su hogar. Estaba acostumbrado a largas expediciones para expulsar a los que intentaban atacar al reino pero siempre echaba de menos las sonrisas de sus hermanas y los consejos de su madre. Pero ya tendría tiempo para estar con ellas, ahora debía convocar una reunión con el consejo y ponerlos al detalle con la batalla pasada. Llegó a la sala del consejo donde ya todos estaban esperándole y tomó asiento para empezar a resumir el enfrentamiento con los salvajes donde todos se sobrexaltaron al relatarle sobre la aparición del misterioso caballero plateado.
-¿Podría definirnos detalladamente cómo era aquel caballero, majestad?
-Ya os lo dije lord Jushiro, toda su armadura era plateada al igual que su espada, no llevaba ningún estandarte, solo apareció de la nada y luchó de nuestro lado.
-Puede que haya sido solo un aficionado-expresó Tosen.
-Lo mismo dijo lord Kuchiki cuando se lo conté, pero no estoy de acuerdo. Yo estuve ahí, lo vi con mis propios ojos y puedo asegurarles que su estilo de lucha no era el de un aficionado, más bien era el de alguien que ha sido entrenado durante años.
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-Entonces no hay problema si solo se trata de un lord aburrido jugando a ser el héroe-dijo Gin tan despreocupado como siempre.
-No podemos tomarlo a la ligera, no sin saber siquiera su identidad. Puede ser un espía que pretenda ganarse nuestra confianza para después vendernos con nuestros enemigos.
-No sea tan exagerado lord Kaname-dijo Aizen al ver una posible discusión entre Tosen y Gin.-No cataloguemos de enemigo a quien puede ser nuestro aliado.
-Es imposible confiar en alguien que se esconde detrás de una armadura-insistió Tosen sin perder la paciencia.
-Tal vez no lo sea-dijo la reina con una sonrisa.
-¿A qué se refiere majestad?-preguntó Komamura.
-¿Olvidan las historias que nos contaban de niños? Según ellas siempre que el reino esté en peligro aparecerá el caballero de armadura plateada y acabará con nuestros enemigos. Se dice que la última vez que apareció fue hace cien años pero que cuando se le necesite volverá.
-Majestad, con todo respeto creer en historias que cuentan a los niños no es muy fiables. Solo son inventos.
-No lo son lord Sosuke-dijo Yamamoto hablando por primera vez desde que inició la reunión.- La historia del caballero plateado es verdadera. Estuvo presente en la última guerra contra Kuroville.
