Narra Jorge:
Sobre lo de “¿Que somos?” esto me confundió más. Está claro que nos amamos y que algún día vamos a estar juntos porque es lo que ambos queremos o eso creo. Lo que pasa es que no sé cómo pedirle que sea mi novia. ¿Tiene que ser romántico? Aaaaahh no lo sé. Yo no soy del tipo de chico que es romántico y que sabe cómo hacer para que una mujer se sienta bien conmigo. ¿Por qué ella me ama entonces? No lo sé, y eso es lo que hace especial nuestra relación. Pero ¿Qué relación? Okey Jorge, deja de confundirte tu solo porque no vas a poder pensar algo bonito así.
Llegamos a casa y los niños se bañaron, mi mamá se sentía mal, por lo que yo me encargué de darles la cena a mis hermanos.
Me di una ducha y me puse un short y una musculosa, no hacía tanto calor como para dormir solamente en boxers.
Antes de meterme en la cama bajé por algo de tomar.
Abrí la nevera (heladera) y saqué jugo de pomelo, lo serví en un vaso y lo dejé sobre el desayunador para volver a guardar la jarra de jugo. Tomé el vaso y me dispuse a subir las escaleras pero casi tiro el vaso en uno de los escalones cuando mi celular comenzó a sonar muy fuerte. Miré la pantalla y decía “Desconocido”, no creo que sea importante si el número que está llamando no está en mi agenda.
Seguí subiendo las escaleras y me metí en la cama, no sin antes tomarme el jugo. Recosté mi cabeza sobre la almohada cuando el celular comenzó a sonar de nuevo.
-Mierda.-dije sentándome en la cama para ver quién era.- ¿Otra vez?-me sorprendí al ver “Desconocido”. Mejor será atender para sacarme la duda de quién es.- ¿Hola?
-Buenas noches y disculpe las molestias, soy Halley del Hospital Maisonneuve. ¿Se encuentra Jorge Gabriel Blanco?
-Ahh hola. Sí, soy yo.-dije enderezando mi espalda, me dolía todo de tanto correr a Jazzy por el zoológico.
-Perdone que lo llame a estas horas de la noche pero es que su padre, Jeremy Blanco, ha tenido una mejora en su cuerpo.
-¿Es en serio?-dije sonriendo aunque la chica no me podía ver.- ¡Qué bien!- estaba feliz, pronto mi padre saldrá de ahí.
-Sí, el Dr. Nogale nos pidió que le avisáramos.-dijo la voz de la mujer.- Ya pueden venir a visitarlo si gustan.- otra sonrisa apareció en mi rostro, es que mi vida estaba cambiando a perfecta.
-Bueno, muchas gracias.
-A usted. Hasta luego.
Esa noche dormí pensando en que mañana podría ir a ver a mi papá y que el sábado le pediría a Martina que fuera mi novia.
Desperté porque la alarma de mi celular no dejaba de sonar. No me duché porque ya me había duchado la noche anterior. Escogí unos jeans desgastados y una remera roja. Despeine mi pelo frente al espejo y baje a desayunar.
Jazzy estaba vestida con una falda celeste y una remera blanca, me sonrió y se tiró sobre mí cuando me vio acercándome a ella.
