Capítulo 21:

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-Estoy enamorado de ti.-bajó la cabeza.

-Jorge ella-me quedé callada, ¿dijo que estaba enamorado de mí? Imposible-

-No importa si no me quieres responder, solo quería decírtelo.

-Jorge…-lo llamé esperando a que me mirara, pero no lo hizo- Jorge-repetí y el seguía mirando el suelo.-Jorge, mírame.-lo tomé de la barbilla y así unir tiernamente nuestras miradas.

-No necesitas decirme que no sientes lo mismo.

-Estás confundido-le advertí- haz tomado mucho y creo que ya estás hablando cosas que no son.-me corrió la mano y se levantó poniéndose en frente mío.

-¿Ahora tú me dirás lo que debo sentir y lo que no?-sonaba ¿enojado? 

-Solo decía, es que te he visto toda la noche con un trago en la mano.-me levanté y quedamos cara a cara.

-Perdona, nunca tendría que haberlo dicho, era sabido que como tú no sientes lo mismo trataras de evadirlo.-se alejó un poco- ¿ya nos vamos?

Y sí, soy una tremenda estúpida. Él me dice que está enamorado de mí y yo como una gran imbécil le digo que está tomado y que no sabe lo que dice. 

Nos retiramos así no más, no saludamos a nadie y salimos por la puerta, el primero y yo atrás de él, ni le interesaba que yo estuviera ahí o no, el solo caminaba hacía su auto.

-¡ESTABA ACA!-exclamó exaltado.- ¿DONDE ESTA MI AUTO?-gritó aún mas desesperado.-

-Jorge-trate de tranquilizarlo poniendo mi mano en su hombro- demos una vuelta a la manzana y veamos si no esta en otro lado.-corrió mi mano de su hombro, estaba realmente estresado.

-Buenas noches.-dijo un policía apareciendo detrás mío.

-ME ROBARON EL AUTO.-le grito Jorge.

-No señor, ¿Un auto negro?

-Si.-sonaba bastante preocupado.

-Tuvimos que llamar a la grúa.

-¿Qué?

-Es que estaba mal estacionado.-nos informó.- estaba en frente de un puente y la gente de la casa no podía entrar, eso implica multa y lo tuvimos que correr del lugar.

-¿Y AHORA DONDE ESTA?- esta dele que dele gritar.

-Ya cálmate.-le dije de buena manera pero él me fulminó con la mirada- solo decía.-agregue preocupada porque no volvería a casa antes de que mis papás despertaran.

-Bien, señor solo tiene que ir hasta la policía y retirarlo pagando la multa.

-Perfecto-dijo agobiado- ya me voy, caminando 45 cuadras hasta la policía.-y claro que lo decía de mala gana.

-Que tengan buenas noches y suerte.-y desapareció en la oscura calle.

-/%$&#”%$%- eso no es apto para todo público.- ¿Cómo pueden llevar mi auto a la policía? Son una tremenda mierda, siempre me pasa lo malo a mí. ¿Sabes qué?-me miró- esta es la peor noche de mi vida.-me tomó la mano bruscamente- vamos camina, debemos ir a la policía.

Caminamos por la oscura ciudad durante varios minutos y lo cierto era que mis pies se estaban cansando de tanto tacón. El caminaba demasiado rápido y yo debía seguirle el ritmo si no quería quedarme sola, seguíamos tomados de la mano pero ya no me parecía tierno, creo que solo lo hacía para no dejarme escapar.


-Hay espera.-le reclame deteniéndome secamente- me duelen los pies.

-Tenemos que llegar antes de las 6:00 a tu casa.- no le preocupaba tanto su auto, si no que yo no estuviera castigada por años.- ¡Sácatelos!-me ordenó y obedecí.

Siguió casi corriendo conmigo de la mano y yo con los tacones en la otra.

-¡Ai! ¡Ai! Mi pie Jorge mi pie.-pegue un enorme grito.

-¿Qué te pasó?-gritó sosteniéndome mientras yo tiraba los tacones al piso.

-Me clave algo en el pie, oouch duele mucho.- pequeñas lagrimas brotaban de mis verdosos ojos- duele, duele.

-Siéntate a la orilla de la calle.-me ayudó a llegar- a ver, ¿Qué tienes?-tomó mi pie y lo miró haciendo una cara de horror.

-¿Qué me clave?-dije asustada.

-Tienes un pequeño clavito enterrado.-dijo con horror en sus palabras.

-¿Sangra?-pregunté al borde de las lágrimas.

-Bastante.

-Duele, Jorge me duele.-y las lágrimas no quisieron quedarse más dentro de mis ojos- quiero irme a casa.-dije con un tono de dolor.

-Espera, ya se me ocurrirá algo.-seguía con mi pie en su mano.

Tomo su pulóver y se lo sacó para envolver mi pie y así apretar para que la sangre cesara.

-No ¿Qué haces?-le grite.

-Así ya no te dolerá.

-Pero tú-me interrumpió.

-Prefiero que estés bien y no sangres.-le sonreí, a pesar de que eran las 5:00 de la mañana el seguía siendo todo un amor conmigo.

-Gracias.

-No hay de que.-se levantó dejando mi pie envuelto en el pulóver.-Ya no queda mucho pero no dejaré que camines así que discúlpame si pongo mis manos en lugares inapropiados pero prefiero llevarte yo a que camines de noche con un pie ensangrentado, y un vestidito demasiado corto.-rio después de decir lo último y me tomó en brazos.

Lo cierto es que sus manos no estaban en lugares que debían estar pero bueno, después de todo tiene derecho a hacerlo.
Tomó mis tacones y me los dio para que los llevara yo y así el poder cargarme con facilidad.
Una de sus manos en mi trasero y la otra en mi espalda. Por lo menos esto ya no era tan malo como minutos atrás.

Ya no corría solo caminaba apresurado. 
5 minutos y llegamos a donde debíamos llegar, pero antes de entrar me dejó en el suelo.

-¿Puedes ponerte los tacos?-preguntó con cierto tono de preocupación.

-Intentare.-dije colocándome primero el del pie sano y luego el otro- por un rato si puedo.

-Bien.-besó mi mejilla- ¿estas mejor?

-Claro.-le sonreí.-vamos entremos, nos queda aún media hora para llegar a mi casa.


Entramos y un policía le hizo llenar papeles a Jorge, él ya es mayor y por lo tanto no necesitamos a sus padres para que lo ayudaran en esto. Pago una multa de $300 por dejar en auto en el portón de una casa. ¡Y buee!
Ya con el auto, salimos y el anduvo lo más rápido que pudo para llegar a mi casa.

-A tiempo-sonrió viendo que eran las 5:50.

-Gracias por traerme-le sonreí- eres lo máximo.-ahora él me sonrió a mí.

-Bueno ya vete a dormir.

-¿Me crees una niña pequeña?

-No, no te creo una niña pequeña, solo que te dejaran en tu habitación para siempre si no entras ya.

-Tienes razón.-salí y cerré la puerta del auto.

Rodeé el auto para ir a la ventanilla de Jorge y el la abrió.

-Esto no quedara así ¿sabes?-besé sus labios- debemos hablar de ciertas cositas.-solo me sonrió.

-Bueno, pero ya entra a esa casa porque tus padres te descubrirán.-ahora el besó mis labios- te quiero princesa.

-Yo te quiero más principito.-el echó una carcajadita-nos vemos otro día.

Y corrí sin tacones para entrar a mi casa.

¡Bien! Todo en orden, luces apagadas y nadie en el piso de abajo. Subí sin hacer ruido y cuando entré en mi habitación escuché como sonaba el despertador de mi padre.

Había salido todo perfecto.

Me desinfecté la lastimadura de mi pie y luego lo vendé.
Me alisté para dormir y me metí en la cama.



Desperté porque el tono de mensajes de mi celular sonaba.


****
¿Te dejaran salir si vamos por un helado?

Justin

****

Eso no lo sabía pero mis padres no llegarían hasta eso de las 20:30 (8:30)

-No lo sé- respondí a su mensaje y luego vi la hora 15:47 ¡wooow! Sí que dormí.


Mi celular sonó de nuevo, pero era una llamada.

-Jorgito de mi alma-respondí riendo.

-Okey pequeña, veo que despertaste de buen humor esta mañana.-rio por mi contestación.

-De hecho, acabo de despertar gracias a tu mensajito, pero déjalo ¿sabes?

-Hey, perdona.-rio- no sabía que durmieras tanto.

-No fue mi culpa llegar a las 6:00 a mi casa.-ambos reímos.

-¿Te descubrieron?

-No, todo salió genial.-le conté- justo cuando entré en mi habitación sonó la alarma de mi papá.

-Genial.-carcajeó- ¿Vamos por un helado?

-No lo sé, es que si salgo Fran me delatara.-le advertí- pero mis padres no llegan hasta la noche.

-Okey, déjame convencer a tu hermano. Ya luego paso por ti.

-Bueno, entonces ya me meto en la ducha.-reí- te quiero Blanco.

-Yo también te quiero Stoessel.

Novela Jortini "Mejores Amigos con Derechos (TERMINADA)Where stories live. Discover now