-Jorge, ven aquí.-dije gritándole mientras salía de la casa tras el.- No era en serio, si iré contigo.- me miró y luego cerró la puerta del auto. Caminó hacía mi.- Perdona.
-No me pidas perdón.-Acarició mi mejilla tiernamente.- Tienes toda la razón, ella…-lo interrumpí.
-No, Jorge.-lo abracé.- Si tengo que pedirte perdón por actuar como una estúpida.
-Okey, te perdono.-hizo una risita.- Pero ahora si no me negaras que estas celosa. ¿Verdad?
-Jorge, luego nos peleamos pero ya párala con eso.-me separé de él.- ¿Qué hay si estoy celosa?
-Nada de malo.-me sonrió.- Te amo.-y acortó la distancia entre nosotros para besarme tiernamente- Pero ya vamos porque mi mamá está sola hace mucho.- me sonrió.
Caminamos hasta el auto y nos subimos. En 20 minutos Jorge ya había estacionado el auto frente al hospital.
-¿Señor Blanco?-preguntó la castaña de recepción cuando nos vio entrar.
-¿Si?-dijo mientras caminaba hacia ella.
-Perdone, y buenas noches.-le sonrió con cortesía.- El Doctor Pedro Nogale lo estaba buscando porque tiene que hablar con usted.
-Ah muchas gracias por avisarme.-le sonrió.- ¿En dónde lo puedo encontrar?
-El en este momento tuvo que salir a atender de urgencia pero en cuanto esté en el hospital le diré que usted está aquí y él lo buscara.
-Bien, gracias.-sonrió antes de irnos de recepción.
-¿Quién es ese Pedro Nogale?-pregunté mientras subíamos al elevador.
-Es el medico que está atendiendo a mi papá.-dijo con preocupación.
-Aii Jorge.-le tomé la mano.- De seguro no es nada malo.-besé su mejilla con ternura.
-Eso espero.-volteó para besarme.- ¿Siempre estarás conmigo?-acarició mi cabello.
-Forever baby.-le sonreí mientras el elevador se abría para dejarnos salir.
Al salir del elevador nos encontramos con Verónica que sonrió al ver a Jorge.
¡Oh bitch! ¿Qué no podía quedarse trabajando?
-Hola Jorge.-le dijo con una enorme sonrisa.- ¿Cómo has estado?
-Hola Vero.- el también le sonrió, luego dice que no le coquetea.- He estado bastante bien.-y salimos del elevador mientras Verónica se quedaba ahí parada.- ¿Así te gusta que sea con ella?-rio.
-Jorge eso fue grosero.
-Ahh Dios.-dijo con desesperación.- Nunca hago nada bien.