Capítulo 29:

3.8K 120 0
                                    

Narra Jorge.

Cuando vi bajar a Lodo, tenía que hablar con ella, quería saber que tan enojada estaba Martina conmigo.

-Lodo-dije cuando vi que abría la puerta principal.

-Hey Jorge.-me sonrió.

-Hola.-le devolví la sonrisa-¿Hablaste con Martina?

-¿En serio crees que es una zorra?-dijo seriamente.

-No, pero estaba enojado y lo dije sin pensar.

-Mira me tengo que ir, así que no podemos hablar mucho, pero yo que tú, iría a hablar con ella y le pediría perdón por eso. Ella era virgen ¿sabías eso?

-Lodo, eso que yo no la penetré.-dije apenado.-No lo hicimos, pero no me deja que le diga eso.

-Ah, qué alivio, pensé que ya iba a tener un sobrino.-bromeó y luego rio- Pero le dolió bastante que la llamaras zorra.-me comentó- Habla con ella, creo que ambos tienen cosas que decir.

-Okey, gracias Lodo-la abracé hasta dejarla casi sin aire-te adoro.-besé su mejilla.-Ya no te quito más tiempo. Vete.

Salí corriendo mientras Lodo se iba, este era el momento de hablar con ella porque después se enojaría más, en cambio ahora acababa de hablar con su mejor amiga, quien la tranquilizaba mejor que nadie en el mundo.

-¿Se puede?-dije golpeando su puerta.

-Sí, pasa.-dijo despacio.

Entré en su habitación y vi que todos lo almohadones y peluches estaban tirados en el piso.
Ella estaba acostada boca abajo en su cama, no volteó, así que me senté a su lado.

Narra Martina.

-No pienso que seas una zorra.-lo escuché decir casi en un susurro.

-¿Y por qué lo dijiste?-dije con la cara pegada al almohadón.

-Porque soy un imbécil y estaba enojado. Martina la culpa es de los dos.

-Lo se.-me senté en la cama.-Pero no me gusta que me llames así, nunca te creí capaz de insultarme.

-Perdona ¿sí?-me miró con carita de perro degollado.

-Solo si me respondes dos cosas.-lo condicioné.

-Dime.

-Primero ¿Lo hicimos?

-No Martina, no pasamos de los besos y las caricias.-contestó mirando el suelo.

-Segundo ¿Tú querías hacerlo?

-¿Por qué no?-sonrió pícaramente.

-¡Jorge! ¿Querías o no?- dije perdiendo la vergüenza.

-Sí, pero cada cosa en su lugar. No iba a hacértelo si tú estabas ebria, fue por eso que paré. 

-Ah, okey.-sentí mis mejillas arder, la vergüenza había vuelto.-Tu también perdóname, no tendría que haber tomado.-me disculpé.

-Está bien.-dijo mirándome.

-¿Seguimos siendo amigos?-pregunté temiendo a que la respuesta sea un “NO”.

- Martina, hace ya tiempo que no somos solo amigos.


-Bueno, pero seguimos como antes, así “amigos con derecho”

-Si, así como antes.

-Okey.

-Hey.-me reprochó- Ven y abrázame.

Salte abrazándolo y besó mi mejilla. Caímos en la cama, yo encima de él.

-Odio que te enojes conmigo.

-Es que tú me provocas.

- Martina.-rió.

-¿Si?

-Puedes quitarte de encima de mí si quieres.-ambos reímos.

-Es que no quiero.-hice una sonrisa.

Estábamos tirados en la cama, abrazados. Yo encima suyo y el acariciando mi pelo. Estoy segura que nunca más seremos amigos como antes, nosotros nos amamos mutuamente y así será para siempre.

-Ahora que me acuerdo, no estás en tu derecho de enojarte porque casi lo hacemos.-confesó.

-Si estoy en mi derecho.-levanté la cara para verlo a los ojos.

-No, habíamos dicho que si podíamos tener sexo.-

-Pero si ambos estábamos conscientes de que lo íbamos a hacer.

-Buen punto.-rio- Pero si te lo hubiera hecho no tendrías que haberte enojado.

-Estamos bien así, no lo hiciste y no nos peleamos, bueno si nos peleamos pero nos arreglamos.

-Okey, pero… ¿Piensas que algún día pasara?-preguntó algo apenado.

-No lo sé.-me salí de encima suyo y me senté en la cama.

-¿Pero tú quieres?

-Jorge, yo no quiero perder mi virginidad con cualquiera, y no digo que seas un cualquiera-se sentó para escuchar mejor-pero quiero perderla con el indicado, ya sabes. Aparte esto, ósea nosotros, es un juego. Yo estoy encargada de satisfacer tus necesidades, besándote y blindándote caricias, como tú lo haces conmigo de la misma manera.

-Tienes razón. No debí haber preguntado eso.

-Descuida, está todo bien. Pero capaz no nos estemos dando cuenta y el indicado eres tu.-le sonreí- ¿No crees?

-Puede ser.-sonrió tiernamente-¿Me regalas un besito?-se acercó a mi.

-Gustosamente.-le sonreí y acorté la poca distancia entre nosotros besándolo con ternura y pasión.-Quiero preguntarte algo.-dije cuando nos separamos.

-Pues, pregunta. 

-¿Qué tal me veo en ropa interior?-sonreí divertida.

-Hace unos minutos me odiabas por haberte visto así y ahora te estas riendo.-rio- No te mentiré, te ves hermosa…

-¿Ah sí?

-Espera, no he terminado.-dijo pícaramente- Te ves hermosa, sexy y extremadamente excitante.

-Okey Blanco, mantén tus hormonas en su lugar porque por ahora no quiero hacer nada.-ambos reímos.

-Tu misma lo dijiste, por ahora.-carcajeó.

-Bueno, ya no te excites.-volvimos a reír.

-Mejor dicho…-me corrigió- no me excites.

-¡Jorge!-dije roja de la vergüenza- ¿Te excito?

-Muuuuucho.-abrió los ojos exageradamente.

-¡Basta!-reí avergonzada.

-Tú me preguntaste.-rió al ver mi estado.

-Okey, mantén al dragón en su jaula.

-Ya si claro, déjalo dormir tranquilo.-volvimos a reír.

-Jorge ya te me estas poniendo perver.-me levanté de la cama.

-Tu empezaste.-se levantó atrás mío.

-Pero tú la seguiste.-dije riendo.

-Bueno, si tienes razón. Mejor dejemos al dragón dormido, y no te encargues de despertarlo.-me señaló poniendo su dedo en la punta de mi nariz.

-Entonces no me dejes tomar.-reí quitando su dedo de mi cara.

-Entonces dile a Lodo que no te lleve a la barra.-dijo riendo.

-Entonces no te separes de mí en las fiestas.-agregué desafiante.

-Entonces no vamos a más fiestas y se acabó.-sonrió victorioso.

-Ni lo pienses Blanco.-fruncí el seño.

-Bien, entonces júrame que no volverás a tomar.-me miró fijamente a los ojos-Y que si tomas de más y pasa algo que no tendría que haber pasado porque estabas ebria, no te enojaras.

-Te lo juro, es un trato Blanco.-dije estirando mi mano- No tomaré, pero si tomo, tienes todo el derecho de hacerme tuya.-sonreí y el tomo mi mano, sellando el trato.

-¿Cuándo hay otra fiesta?-dijo divertido.

-Ya no te pases.-reí.

-Okey.-rio-Tengo hambre.

-Vamos a comer algo.-lo tomé de la mano para salir de la habitación.


El día estuvo tranquilo, estuvimos todos en casa e hicimos las tareas para el colegio ya que mañana debemos ir. 

Habíamos quedado en que todos nos levantaríamos temprano así no llegaríamos tarde al colegio, pues éramos muchos y todos teníamos que tomar una ducha y desayunar.


Desperté porque la alarma de mi celular no paraba de sonar. 
Xabi, Fran y yo seríamos los primeros en ducharnos, cada uno en un baño diferente pero a la misma hora.

Al salir me puse un vestido azul y unos zapatos de tacón, quería empezar la semana bien vestida.

Me maquille natural pero hermosa, sin egocentrismo, aclaro, me peine con una trenza que caía al costado de mi cara y tapaba el chupón que Jorge había hecho en mi cuello. Luego tomé mis libros, mi teléfono y me puse perfume.
Baje y vi que los chicos estaban todos desayunando.

-Les dije que aunque fuese la primera en bañarse sería la que más demoraría.-dijo Fran y los cuatro rieron.

-Así somos las mujeres.-me serví leche en una tasa.

Preparé mi desayuno y me senté al lado de Jorge, besé su mejilla y comencé a desayunar.

-¿Cómo dormiste princesa?-dijo caballerosamente.

-Muy bien ¿Tu príncipe? ¿Cómo estuvo tu noche?-le sonreí, Fran nos miró con recelo.

-Muy acaramelada la cosa.-dijo Fran al descuido mientras tomaba de su tasa.- ¿No era que solo amigos?

-¿Quién dijo que no?-dije tranquilamente.

-¿Princesa? ¿Príncipe?-rio estúpidamente- Eso es de novios.

-No.-contestó Jorge.-Fran no te quitaré a tu hermanita, no tienes por qué preocuparte-se levantó de la silla y le palmeó la espalda a Fran-por ahora soltero estoy mejor.-eso dolió y mucho- Apúrense que ya nos vamos.

Me levanté de la mesa mirando con molestia a Fran quien seguía desayunando lentamente.

-Ya escuchaste a Jorge-dije en su oído- apúrate.

Me miró con cara de pocos amigos y se levantó de la mesa junto con Xabi y Rugge que no pronunciaban palabra alguna.

Subí a mi habitación y me cepillé los dientes, luego baje con mi bolsa en la mano y ahí estaban los cuatro hombrecitos.

Nos subimos al auto. Tuve que ir atrás, en el medio de Ruggero y Xabi, que molestaron todo el camino. Fran quiso ir adelante y Jorge no se opuso, eso me molestó mucho.
Tuve que soportar las estupideces de Xabi y Rugge que se pegaban por encima de mí.
Cuando bajamos del auto me fui sin decirles nada a ninguno, que por cierto se me quedaron mirando raro.
Busqué a Lodo pero no la encontré así que pasé por mi casillero y tome las cosas de mi primera clase, Matemática.

Cuando volteé Lodo me sonrió.

-Amiga.-la abracé.

- Martina -me sonrió recibiendo mi abrazo.-¿Cómo están las cosas con Jorge?-dijo abriendo su casillero que está a uno del mío.

-Bien, ayer hablamos y nos perdonamos.-le sonreí.-Pero esta mañana creo que me quedo claro que él no me ve como algo más que su amiga.-dije mirando mis manos.

-Aii Martina, no digas pavadas.-dijo sacando sus libros.

-No son pavadas, le dijo a Fran que él no quiere novia que soltero está bien.

-Lo dice a propósito.-me intentó convencer.-Aparte…-se quedó completamente callada.

-¿Qué pasa?-la observé extrañada.

-No voltees.-pronunció viendo detrás de mí, me preocupé.

Y cuando te dicen “no voltees” es lo primero que haces ¿verdad? Y bien, yo lo hice, pero me arrepentí al voltear.

Novela Jortini "Mejores Amigos con Derechos (TERMINADA)Where stories live. Discover now