~El Despertar~

791 79 97
                                    


.

.

¡Hola! .o.)7 Este cap está lleno de... fluff... Lolol...ya ni para qué me disculpo, ya ni para qué busco excusas, ya ni para que me contengo... ya saben cómo soy. *les tira insulina* ¡Es lo único que puedo hacer para disculparme por lo ñoña que soy a veces! xD Por cierto, he tenido muchos trabajos en la Universidad ultimamente además que la semana pasada tuve un par de examenes, así que si ven que no escribo/actualizo/publico tanto, es por eso. QwQ

Espero lo disfruten, yo lo hice. xDD 7w7)r

Gracias mil por sus reviews. QwQ)b

.

.

Disclaimer: Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima. La historia extraña y dulcemente empalagosa es totalmente mía.

Referencias De Lectura:

Diálogo.

«Pensamientos»

Narración.

.

.

Capítulo Diecinueveavo

.

~El Despertar~

.

.

Colocó la bandita en su pie y volteó a verla.

La joven actriz seguía bajo las sabanas que parecían resplandecer debido a las tres linternas que estaban encendidas bajo ellas.

Al menos ya había dejado de temblar.

Nunca en la vida Jellal Fernandes creyó llegar a ver de esa manera a Erza Scarlet, aún podía sentir como temblaba contra su cuerpo y sus sollozos contenidos contra su pecho debido a la oscuridad de la habitación, por eso luego de abrazarla por un buen rato y entender que el apagón tardaría más de lo normal, decidió tomarla en brazos y llevarla consigo hasta su habitación para así poder tomar las linternas que ella y Mirajane les obsequiaron a todos sus conocidos, ahora entendía por qué Erza parecía tan decidida de aprovisionar a todos con ellas.

Quería que la luz estuviese siempre disponible.

Iré al baño a dejar todo estoJellal se levantó de la cama y recogió el botiquín de primeros auxilios y la blusa húmeda de Erza para ponerla a secar en su baño, fue algo difícil lograr que se la cambiara pero con mucha paciencia ―y auto control de su parte para no mirarla mientras lo hacía― lo logró, las tres linternas encendidas fueron de gran ayuda para convencerla de hacerlo, el azulado estaba seguro que Erza hubiese preferido enfermarse a soltarse de sus brazos en medio de la oscuridad.

Algo que no se podía tomar como un halago realmente.

¿Cómo es-está tu pie? ―la voz de ella lo hizo parpadear para poder responder, desde que la encontró asustada en la cocina no la había escuchado hablar, de hecho él había estado hablando en voz alta mientras se curaba la herida para tratar de tranquilizarla.

Está bien, solo fue un pequeño corte ―informó y volvió a sentarse a la orilla de su cama, por suerte para él no se había incrustado ningún vidrio―. Ya lo limpié y le puse una bandita. No te preocupes, estoy seguro que Wen aprobaría mi procedimiento médico ―intentó bromear pero no supo que reacción tuvo ella ya que seguía bajo las sabanas.

DULCE DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora