Veinticuatro.

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Me encontraba acostado a su lado, su respiración empezó a chocar en mi pecho. Me estremecí por el cálido pero húmedos labios que se pegan a mi clavícula.

Puede que solo sea un beso y puede que yo este exagerando pero él no era así, mucho menos en dejar un beso en alguna parte de mi cuerpo. No era común ni para el ni para mi.

Ahora sus manos habían viajado desde afuera hacia dentro de mi polera, tocando la tela de mi camisa que llevaba dejado de esta. Sus besos comenzaron ascender de mi cuello a mi mentón hasta mi boca. Me era imposible detenerlo, no porqué pusiera algún tipo de fuerza, si no, por lago más complicado. Por que yo estaba enamorado de él. No podía detenerlo y no podía resistirme.
El sonido provocado por nuestros labios me hizo acercarlo más a mi tomándolo por la cintura y pegarlo a mi cuerpo.

Me saque la polera y continúe con aquel beso, aun con mis manos en su cintura apreté fuerte  y eso hizo que sus labios se abrieran en los mios. Mordí su labio inferior, sus manos que se encontraban en mi abdomen descendieron hasta llegar al borde de mis pantalones. De acuerdo puede que mis pensamientos se hayan nublado pero esto si podía pararlo, más que cualquier otra cosa, era por proteger a YoungJae.

Sujete su mejilla y di un último beso. Para después llamarlo.

—¿YoungJae?.–el me miro directo a los ojos. —Paremos...perdona por lo que diré, pero se que aun no estas listo para llevarlo por tu propia cuenta, y debes saber que yo esperaré el tiempo que sea necesario. Cuando estés completamente seguro. También quiero que sea algo que los dos queramos.

Él solo me abrazó y enterró su rostro en mi pecho.

—Por cierto, hay una maleta llena de ropa tuya al pie de la puerta.–lo escuché reírse entre dientes contra mi. Sonreí y después de eso ambos caímos profusamente dormidos.

~*~

Aun era martes por lo cual ambos nos despertamos temprano para ir a la escuela.

Cuando me encontraba ya en el estacionamiento con YoungJae, le pedí que después de la escuela me acompañara a un par de lugares. Él acepto con gusto.

Estábamos en el aula escuchando la explicación del profesor, YoungJae tenía su mentón en mi hombro y su frente recargada en mi sien.
Cuando llegó la hora de receso, ambos nos quedamos sentados. El aula se encontraba vacía así que no había nadie que nos molestara. Pego su rostro en el hueco de mi cuello, mientras yo veía cosas en mi celular.

—Hey.–llamarón desde la puerta. Se formo una sonrisa en mis labios al ver a jinyoung allí parado. Con la cabeza hice una seña para que entrara. Paso y se sentó delante de nosotros. —Hola, jae.–me saludo. YoungJae volteo a mirarlo. —Jae número dos.–YoungJae sólo le dirigió una pequeña sonrisa. Él y yo comenzamos a platicar un poco hasta que el toque del término de recesó sonó y él tuvo que regresar a su aula.

[...]
Después de haber ido a un par de lugares que tenía que visitar. Lleve a YoungJae al médico, me preocupaba como se encontraba. Note que se puso nervioso desde que estábamos en el estacionamiento, traté de tranquilizarlo diciéndole que seria yo quien venía a revisión. Pero después de todo, los dos terminamos haciéndolo.
Para cuando el sol ya había desaparecido, nos encontrábamos a la orilla del mar. Tenía que tener el sufriente aire para contar lo que estaba a punto de decirle.

Ya nos encontrábamos ahí y el sonido de las olas era realmente tranquilizador, el cielo estrellado y el aire fresco era una imagen linda de ver.

Empezamos hablando de cosas sin sentido, hasta que encontré el silencio perfecto, aunque no me sentía listo aun, sabía que con YoungJae no tenía porque esperar más. Y hable.

—Necesitó decirte algo.

—¿Qué es?

—YoungJae, antes que nada quiero que me escuches hasta el final  y trates de entenderme.–asintio.—Bien, ya te lo había dicho antes pero no te he sido realmente honesto, y quiero que lo sepas antes de que algo malo más pase. –volvió asentir.

*

—Solo recuerdo la mitad de las cosas desde que tengo cinco años, mi hermana acababa de cumplir un año–¿hermana? Yo no sabía que Jaebum tenía hermanos. — A la edad de siete años mi padre nos abandonó, cuando cumplí ocho conocí a jinyoung. Mi vida no era la mejor pero al menos tenia un hogar.–podía ver que realmente comenzaba a costarle lo que decía.—Cuando mi padre nos abandonó, mi madre comenzó a traer hombres a casa, era horrible tener que verlos pasearse  por los pasillos y ver como miraban a hannie.–¿hannie? A mi cabeza llegó aquella imagen cuándo en su pecho leí aquél nombre, así que hannie es el nombre de su hermana. —Tuve numerosas peleas con cada uno de esos bastardos que la veían de pies a cabeza, yo dormía con ella durante las noches para cuidar que nadie se le acercara.–sus ojos comenzaron a tornarse cristalinos. Tome su mano y el paro por un momento.

— Si no quieres seguir esta bien.–le dije apretando su mano, él simplemente negó con la cabeza.

—Jinyoung me hacia el favor de cuidarla cuando yo me encontraba fuera o tenia que viajar para tomar su custodia. Me iría de casa y yo quedaría a cargo de ella, pero un día él no pudo cuidarla y mi madre se había juntado con un hombre de nuevo. No tuve más opción, no pude llevarla así que fui los mas rápido que pude aquel día, para que me entregaran los últimos papeles en los que decía que yo sería el encargado de ella a partir de ese día. Pero cuando regrese, lo primero que escuché fueron sus gritos llamándome desde su habitación, corrí hasta ahí, solo para encontrarme con la peor imagen de mi vida que hasta ahora me sigue atormentado. Aquel tipo estaba sobre su pequeño cuerpo desnudo, corrí hasta él para quitarlo de encima, pero estaba armado, tenía una navaja la cual uso para amenazarla antes de que yo llegara. Me apuñaló con ella en un costado, pero eso era lo que menos me importaba, cuando logre quitárselo de encima,..no sabia de donde había salido tanta sangre. La en volví en las mantas de la cama y salí con ella en mis brazos, la lleve hasta el hospital, camine con ella junto a su camilla diciéndole que todo estaría bien, que se recuperaría, ella me miraba con sus ojos grises ya no había alguna luz de vida, los doctores ya no me dejaron pasar después de que entraron a la habitación.–hizo una breve pausa para limpiarse las lágrimas y sorber por la nariz.—Espere sentado toda la noche, fueron las malditas horas más largas de mi vida,  al día siguiente el doctor salió, y lo primero que me dijo era que lo sentía, que hannie acababa de fallecer. Tenía una cortada profunda que iba a lo largo de su cuello. Me derrumbe en ese momento las enfermeras me ayudaron a  ponerme de pie, y se dieron cuenta de mi herida, me atendieron, después de eso me marché, mi madre ni siquiera se tomó la molestia de ir al hospital.
Ese día me quede en casa de jin, soportó mi llanto toda la noche, no dormí y él se mantuvo a mi lado acompañadome despierto.–sobe su espalda en el momento en el que pensé que este seria el final de la historia. —Te digo esto.–volvió hablar. —Porqué ese hombre es Lee sungHwa. Tu padrastro, y también fue el mio. Metí a ese bastardo a la cárcel, pero no pensé que saldría tan pronto. Mi madre llama en cada aniversario de la muerte de hannie para decirme que pude ser un mejor hermano, que pude hacer algo antes, pero ella fue la que trajo a ese monstruo a casa. Y...no quiero que esa historia se repita.– dejó salir todas las lágrimas una vez había acabado de contarme. Yo no sabía que pensar mi cabeza se encontraba en blanco.

Padrastro [2jae]Where stories live. Discover now