Siete.

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Solté mi muñeca de su agarré.

—No puedo.

Se mantuvo callado sólo mirándome, gire y me dirigí a buscar mis cosas.

Cuando el toque de salida sonó, fui uno de los primeros en salir.Caminaba por la acera, mirando hacía el suelo, mientras pateaba una pequeña roca.

Cuando un auto color negro se pegó a la acerca y se estacionó a un lado mío, los cristales de la ventanilla eran del mismo color; negros.

Por lo cual no distinguía quién se encontraba adentro.

Debo ser muy estúpido ya que no me movía de donde estaba, cualquier otro en mi lugar hubiera salido corriendo en cuanto un auto desconocido se estacionase a un lado suyo.

La ventanilla de auto bajo, y pude ver a jaebum asomarse por ella.

—Sube.–dijo en un tono de voz de orden, yo no me movía de donde estaba. —Ahora.

No dije nada solo rodee el auto y me subí en el asiento del copiloto.

—Te llevaré a casa.

—No sabes donde vivo.

—¿Dónde vives?.–colocó sus manos en el volante y sus ojos se clavaron en los míos.

Su mirada penetrante me ponía incómodo, por lo que decidí decirsela, y bajar de su auto lo mas rápido posible.

¿Están bien que le haya dado mi dirección? No lo sé, pero en estos momentos no me importaba.

Solo quiero que me digas por que lo haces...

Las palabras de jaebum, se repetían en mi cabeza una y otra vez.

¿Qué le diría? Mi padrastro abusa de mi todos los días...
¿Qué diría él? Probablemente me insultaría, diría que doy asco, que soy patético, no se acercaría a mí siquiera.

Cuando llegamos a mi casa, le di las gracias y baje de su auto. Antes de cerrar la puerta grito.

—Pasare por ti mañana.

—No nece...–no me dejó terminar, cuando arrancó el auto, y tosi por el polvo que su auto había levantado, y entró a mi nariz.

Me encamine a la entrada, introduje mis llaves, pero supe que estaba abierto, cuando no escuche el seguro votarse.

Entre, y mi padrastro apareció en la puerta de la cocina.

—¿Quién era?.–preguntó.

—Nadie, solo un conocido. –y era verdad jaebum no era mi amigo.

El se encaminó a mí, acorralándome a la puerta.

—YoungJae, YoungJae.– dijo chasqueando su lengua. Podia sentir su aliento en mi cuello, cuando volteé mi cara.

Tomo mi rostro. Para que voltease a mirarlo. Cerré mis ojos al instante en cuanto hicieron contactó con los suyos.

Acarició mis brazos.

—Eres muy lindo.–susurró.

Quería vomitar.

Alzo su rostro, su nariz quedando en mi sien, mientras respiraba de forma pesada.

—Ven.–Tomo mi muñeca y me llevo hasta mi habitación.

***

—Quiero oírte.

—aah, para por favor. –mordi la sabana de bajo de mí.

—¿Qué sientes? dime que sientes y-youngjae.

»asco, mucho asco, me doy asco«

—Dios YoungJae eres demasiado estrecho a pesar- a pesar de estar conmigo muchas veces.

»callate«

Dio un empujón demasiado fuerte haciéndome gritar, cerré mis ojos, mientras mis lágrimas mojaban mis mejillas y mi cama.





Padrastro [2jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora