Abrió la puerta y al salir pronunció un "hasta luego" feliz y la cerró.

En estos momentos odiaba mucho a Jaebum.

💫💫

Narra Jaebum.

Después de salir de la habitación de Youngjae, una gran sonrisa se dibujó en mi cara. Él era tan obvio, no sabía disimular para nada sus celos. Obviamente mi intención fue molestarlo y hacerle rabiar un poquito, y había funcionado demasiado bien.

Salí del apartamento y me dirigí a JYP. Habíamos quedado Momo y yo en vernos dentro de la empresa, iríamos a cenar a su casa. Las demás miembros no iban a estar porque habían decidido salir a un karaoke, así que aprovechamos la oportunidad de cenar en su casa. Así los fans no nos verían y no habría problemas con nada ni nadie.
Youngjae esto último no lo sabía, él pensaba que íbamos a ir a un restaurante que no fuese muy concurrido, pero estaba equivocado.

Llegué despues de unos diez minutos a la empresa y entré. Al entrar pude divisar a Momo mirando su móvil, me acerqué a ella y di unos leves toquecitos en su hombro.

Ella pegó un salto sorprendida y me miró.

-Oh, ¡Jaebum oppa! Pensé que llegarías un poco más tarde. -me miró con sus ojos muy abiertos.
-Ambos hemos sido puntuales por lo que veo. -sonreí. -¿Has esperado mucho?
-No, tan solo unos cinco minutos. -me sonrió de vuelta.
-Genial, ¿nos vamos?

Ella asintió y empezamos a caminar fuera de la empresa.

-He traído mi coche, así podemos pasar más desapercibidos. -comentó.
-No sabía que tenías coche. -dije un poco sorprendido.
-Sí, llevo un año y varios meses con el. ¿En serio nunca lo habías visto?
-No, nunca me había fijado.

Ambos entramos en el coche y nos pusimos los cinturones. El camino hacia su casa fue corto, ya que ellas también vivían cerca de la agencia.

Llegamos a su hogar y mientras ella abría la puerta me fijé en como iba vestida. Llevaba un bonito vestido de flores de distintos colores que solo le cubría hasta arriba de las rodillas, unos zapatos de plataforma negros y una chaqueta negra. El pelo lo tenía simplemente suelto y un poco ondulado. Debía aceptar que estaba muy guapa. Yo en cambio, iba con unos pantalones estrechos negros, una camisa azul marino y zapatos de vestir negros.

-Bueno, siéntate. La cena va a llegar muy pronto, pedí todo lo que queríamos los dos. -dijo mientras se quitaba su chaqueta y la ponía en el respaldo correspondiente a su silla en la mesa.

Ambos nos sentamos, uno frente al otro.

-El apartamento es muy bonito. -elogié mientras miraba a mi alrededor.
-Oh, bueno. Esto es solo el salón, luego si quieres te enseño las habitaciones. -sonrió.
-Como quieras. -sonreí incómodo.

No sabía por qué, pero esa respuesta me había sonado con doble sentido. ¿Cómo podía pensar así de Momo cuando solo llevábamos unos veinte minutos juntos? Ella se veía tan inocente... Pero la cuestión era, ¿lo es?

Hablamos por un pequeño rato más y el timbre sonó. Ella con rapidez se levantó de su sitio y fue hacia la puerta. Cuando el hombre le dijo cuánto era todo en total, la aparté de manera suave de la puerta y saqué un par de billetes.

La comida ya estaba en la mesa lista para ser zampada, Momo seguía quejándose de que ella quería y debía pagar ya que ella había propuesto la cita.

-No voy a dejar que pagues tú, Momo. Y mucho menos en la primera cita.
-Pero oppa...
-No y fin de la historia. -le interrumpí. -Ahora sigue comiendo. -señalé su plato con mis palillos.
-Está bien. -hinchó los mofletes y empezó a comer.

Crush [2Jae]Where stories live. Discover now