De repente te gusta más lo que antes ya te gustaba. De repente tu tiempo pasa muy lento. De repente solo quieres sacarlo de tu cabeza, o que al menos te haga caso.
De pronto tu mundo gira entorno a él... Ojalá no lo fuera.
Ojalá no me ahogara en ilusiones, en sueños, en deseos y en fantasías de una manera tan precipitada que por poco mi corazón no está envuelto y listo para ser entregado a alguien que quizás ni me vea.
Pero es que no es más que una agonía que se sufre por tozudez, porque es realmente absurdo que tu corazón y tu mente se entreguen a un sueño que ni siquiera a empezado a formarse.
Quizás sea el ansia o las ganas de conseguir algo que no llega, que te repites a ti mismo que no lo necesitas o más bien que no es tan necesario para que aparezca de manera precipitada. Quieres creerte más maduro, superior a la oleada de sentimientos que te inunda sin tú poder hacer nada... Eso te hace sentir mejor.
¡Qué iluso!
Entre todas esas convicciones que te taladras para que se queden grabadas en tu mente, sabes que es solo una fachada, una manera de evadir las lágrimas, de engañarte. Pero no es malo, es un respiro... Porque si no llorarías, te derrumbarías y te romperías.
Así es la vida, así son los sentimiento, así es como somos realmente grandes guerreros de la mayor batalla de todas.
La nuestra propia.
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Algún día escribiré acerca de algún sentimiento positivo, que hay mucho y siento muchos de ellos a menudo, pero no salen de mí con tanta facilidad.
Un abrazo.
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En lo más profundo...
Non-FictionA lo largo de los años, hay tantos sentimientos, tantas cosas que uno quiere gritar, pero no se atreve... que acabamos tragándolos, escondiéndolos, acobardándonos. Esta es mi forma de gritar todo lo que he sentido, todo lo que me apetece contar y to...
