Día 25 (continuación/5)

1.9K 339 116
                                    

-Eres cualquier cosa menos inútil. Me salvaste la vida.
-¿En Edom? Ayudé un poco, pero la verdad...tú te salvaste solo.
-No sólo en Edom. Era... Tengo casi cuatrocientos años, Alexander. Los brujos, cuando se hacen viejos, comienzan a calcificarse. Dejan de ser capaces de sentir, de querer, de excitarse o sorprenderse. Siempre me había dicho que eso nunca me pasaría a mí. (...) No ha habido nadie antes de ti en mucho tiempo. Nadie a quien amara. Nadie que me sorprendiera o me dejara sin aliento. Hasta que entraste en aquella fiesta, estaba pensando que nunca volvería a sentir nada con intensidad.
(Ciudad de fuego celestial)

* * *

[Día 25]

POV ALEC

<<¿Caminarías por el fuego del infierno por alguien, Alexander? ¿Irías hasta el infierno por amor?>>

Magnus me preguntaba si caminaría por el fuego del infierno por alguien, si iría hasta el infierno por amor...

Contesto, sin dudar, una sola palabra, pero apenas y la he dicho, dos flashazos cruzan mi mente, y ninguno tiene sentido para mí:

En uno hablaba con alguien que no conozco, nunca lo vi antes de mi accidente, y es un vistazo fugaz, lo único que se me queda grabado con sus ojos dorados.

<<-¿Su fuera a ella a quien vamos a rescatar, sin saber si está viva o muerta? ¿Cómo te parecería?

-Es... Estaría hecho pedazos.

-Eso. Así estoy yo, hecho pedazos.>>

Y me deja sin aliento darme cuenta que esa es mi voz, y, por un momento, siento realmente el corazón en pedazos, cargado de angustia incluso en el presente, en este momento... Pero, ¿por qué?

Y el segundo, ese es más desconcertante, y ahora sí creo que estoy loco.

Por breves que son estas ¿visiones? son tan vívidas. Son efímeras las imágenes que me llegan, y que no son claras, pero las sensaciones, esas duran demasiado.

<<Entro, con el corazón demasiado acelerado, a esta celda. Y ahí estaba él, intentando levantarse, cuando yo me inclino y mis ojos conectan con los suyos. Sentí mis labios temblar, mi corazón vuelto loco, y creo que iba a llorar.

Entonces su mano, su dorso magullado, roza mi mejilla.

-Oh, mi Alec. Has estado tan triste... No lo sabía.>>

¿Mi Alec? ¿Era Magnus diciendo "Mi Alec"?

¿Era yo o sólo estaba sintiendo por alguien más?

Porque incluso cuando la imagen ya se ha ido, yo siento el toque de su mano en mi mejilla, mi corazón sigue acelerado, y todavía siento que podría morir si algo le sucede.

Entonces cambio mi respuesta a un "Sí". -Sí, lo haría.

Iría hasta el infierno para no sentir que me ahogo al pensar en ti en peligro, Magnus.


POV MAGNUS

Veo la confusión en sus ojos azules, cuando me responde a su vez con una pregunta: -¿Qué?

Hay una punzada de decepción en mi pecho, pero no puedo culparlo. Si él no sabe lo que es el amor puro e intenso, si no sabe lo que es amar hasta la muerte, si no recuerda nuestro amor y nuestra vida juntos, ¿por qué diría sí?

Entonces sus ojos, aunque fijos en mí, se pierden de un modo que nunca lo hicieron, parecen estarme atravesando, viendo algo más allá de mí. No se ven, como él dice, sin vida, se ven como realmente viendo algo, pero no a mí incluso cuando están clavados en mi rostro...

Puedo sentir como, en cuestión de segundos, su respiración se acelera, una mueca de dolor cruza su rostro, y se lleva una mano al corazón, la otra cerrada fuertemente en un puño.

Son sólo unos segundos, antes de que con un parpadeo vuelva a la realidad, su boca se abre en un suspiro, y sus ojos vuelven a ser los de siempre.

Aunque esta vez sí parecen mirarme fijamente cuando habla: -Sí, lo haría.

Y esta vez soy yo quien se queda con la boca abierta, y no digo nada.

-Iría al infierno por una persona. Prefiero eso a la agonía de saberlo en peligro... A la desgarrante sensación que se siente...

Me acerco a acariciar su rostro, intentando que vuelva conmigo, que vuelva a estar tranquilo, y no asustado como se ve. -¿Que se siente?

Él recarga más su rostro hacia mi mano. Sus ojos se cierran pero la mueca triste sigue ahí: -Tengo miedo, Magnus.


POV ALEC

Tengo miedo de estas visiones y la intensidad que dejan a su paso.

Parecen dejavus imposibles, que me dejan demasiado afectado. Tengo miedo de quién sea que sintiera tal agonía por Magnus. Tengo miedo de estarme volviendo loco.

Tengo miedo de lo parecido de ese momento y del presente, de su mano, y el fantasma de su mano, en mi mejilla, de lo real que el presente hace que se sienta ese momento...

-¿Alexander, estás bien? -su voz, su tono, me recuerda algo más:

<<Magnus. ¿Estás bien? ¿Estás herido?>>

Me deja sin aliento, lo real que se siente la angustia, aun cuando esta vez es sólo mi voz y ninguna imagen.

¿Qué me está pasando?

-¿Alexander? -tan real como el tono preocupado de Magnus.

-Lo siento, me distraje...

Quito su mano con delicadeza, y vuelvo a poneme las gafas, intentando no pensar más, sacarme de la cabeza estas imágenes y las sensaciones.

-¿Estás bien? -vuelve a preguntar.

-Sí -intento sonreírle-, ¿por qué preguntabas eso? ¿Tú fuiste al infierno por alguien?

Puedo sentir como me mira fijamente antes de hablar. -No. Alguien fue por mí.

-Oh -es todo lo que puedo decir.

Eso tenía sentido.

Y no sé, si después de todo esto, yo quiero saberlo.


CONTINUARÁ...

Sigo viva más o menos, gracias por sus comentarios y preguntar ❤
esta vez si estoy escribiendo feo, culpen a mi maldita alergia que me está matando 💔

Pero como soy buena, aun cuando ustedes me odian 💔😂, he actualizado Los últimos amantes (ya está la historia por cierto) y Un ángel muere 🙈

Tus ojos no me ven (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora