Día 24 (continuación/4)

2.2K 367 74
                                    

De todas las músicas que conducen al cielo, la de un corazón enamorado es la que llega más rápido.
(Henry Ward Beecher)

* * *

[Día 24]

POV MAGNUS

Limpio con uno de mis dedos algo de dulce que quedó en su labio inferior. Como tantas otras veces y, como todas ellas, él se ruboriza. Siempre él. Y mi corazón se acelera, al sentirlo tan cerca, tan real, tan posible.

-Pretende que nos amamos, que hay confianza, y déjame hacer esto...

Déjame revivir tu amor. Si mi amor no ha muerto, el tuyo debe estar en algún lugar dormido, Alexander.

Llevo mi cuchara, con un pequeño trozo de pay, hasta su boca, pensando en si aceptara. No ha perdido el adorable rubor en sus mejillas, pero lo hace. Acepta no sólo el trozo de tarta, se siente como si estuviera aceptándome, como si, sea momentáneo o no, me dejara entrar en su vida y, tal vez, en su corazón.

Sus ojos van hasta mí, me sigo preguntando por qué no han perdido su brillo, su vida, por qué parecen ver, no sólo verme, ver a través de mí, desde la vida anterior, ese azul parecía atravesar mi alma, así como él cruzó en mi vida, como un cometa surcando un cielo oscuro, iluminando mi cielo por un tiempo, lo que duró su estadía en mi vida y, tal vez, como uno de esos cometas, su ciclo lo hizo volver a mí...

POV ALEC

No puedo verlo, y tal vez nunca lo haga, pero, como dijo Izzy, no hace falta, puedo sentirlo.

Y sé que algo está mal. Algo cambió en unos segundos. Y me doy cuenta, mientras busco su mano sobre la mesa, que no lo conozco.

-¿Estás bien?

-Sí -y sé reconocer la mentira en su voz, no me hace falta verlo, ¿cómo puedo sentir que lo conozco mejor que a mí mismo y, a la vez, saber que no sé nada de él?-, tenías razón, es el mejor postre...

No puedo evitar reír. Hay algo en este día, o tal vez sea su presencia, que parece tranquilizar mi alma y llenarla de dicha. -Eres el peor mentiroso, Mags...

Lo escucho jadear y su mano presiona fuerte la mía. Casi haciéndome daño.

-¿Cómo me llamaste?

-Y-Yo... Lo...lo siento, Magnus, no pensé que te molestara...

-No me molesta. Sólo... hace mucho que nadie me llamaba así, con...con ese tono, con tanto... No me hagas caso...

POV MAGNUS

Es que sólo tú puedes acelerar mi corazón sólo con llamarme así.

-No. Está bien. Hoy pretendemos que hay confianza, ¿recuerdas?

Caí en mi propia trampa. -Sí.

¿Qué planeas, Alexander Lightwood?

-¿Qué te parece si me hablas de ti y yo de mí? Como esos juegos de verdad por verdad.

-Lo que me recuerda que anoche me colgaste...justo después de aceptar que te pondría celoso si salgo con alguien... ¿era cierto?

Sonríe. Conozco esa sonrisa. Y me gusta.

-¿Es tu primera pregunta, Magnus Bane?

-Sí.

POV ALEC

No sé quién arriesgaba más en este juego. Tal vez yo. Pero qué más daba. 

Hoy podía ser valiente.

-Sí. Era cierto. Pero también es cierto que sería feliz por ti...

-¿Por qué?

-Ya contesté tu pregunta. Es mi turno... Dime algo de ti. Una verdad. Algo importante que nadie sepa...

-¿Algo que nadie sepa? -asiento en silencio, su mano sigue junto a la mía, era probablemente una escena perfecta-, eso es difícil... Uumm... Supongo que...creí que nunca volvería a amar...que nunca volvería a abrir mi corazón...

-¿Y lo has hecho?

-Ya contesté tu pregunta...

-Touché.

-Dime por qué estarías celoso y feliz...

-Esas son dos preguntas, Magnus.

-Contesta la que quieras entonces...

Suspiro antes de contestar. -En realidad para las dos es la misma respuesta. Porque... -hoy sé valiente, Alec-, ...porque te aprecio, siento algo por ti, por eso no me gustaría que salieras con alguien más, pero, también por eso mismo, si esa persona te hace feliz, sería feliz por ti... Así de complicados y contradictorios son los sentimientos.

Siento mi corazón detenerse y luego acelerarse, cuando lleva mi mano hasta sus labios y deja un cálido beso en ella. Una placentera sensación me recorre desde el lugar donde sus labios tocaron mi piel... -Tú me haces feliz.

-Y tú a mí -y era verdad, no pretendía decirlo en voz alta, pero lo he dicho. No hay marcha atrás.

-Te quiero, Alexander...

Mi sonrisa se ensancha. Piensa rápido, Alec. -Dime tú, un ser inmortalidad, qué tan cierto es lo que dije.

¿Cómo terminamos hablando de esto?

-¿Lo de los sentimientos? Estoy completamente de acuerdo. A lo largo de mi existencia, lo he podido comprobar... No basta con querer o no, siempre hay más en juego... ¿Y tú? Dime qué piensa Alexander Lightwood del amor... ¿Creerías en algo como la inmortalidad del amor?

Amor. Inmortalidad. Dos conceptos difíciles...

¿Creía?

Era una buena pregunta...

CONTINUARÁ...

Buena pregunta! o no?
No tengo idea qué esperaban de esta cita, espero no estarlos aburriendo...

En fin, ya están Aprendiendo juntos y Equals. Hoy subo ABC y el Favorito... Luego Mi inmortalidad y Amor entre libros 😉

Tus ojos no me ven (malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora