Día 17 (final)

3K 433 158
                                    

—Eso fue impresionante.
—¿Te refieres a esta pequeña rabieta? —Magnus alzó los ojos hacia el techo—. Lo sé. ¿Qué problema tiene ella?
Alec profirió un sonido estrangulado y, al cabo de un instante, Clary lo reconoció como una carcajada.
«Debería hacer eso más a menudo.»
—Nosotros pusimos el agua bendita en su depósito de gasolina, ya sabes —dijo.
—ALEC —intervino Jace—. Cállate.
—Lo supuse —repuso Magnus con expresión divertida—.
(Ciudad de hueso)

* * *

[Día 17...Final]

POV MAX

Mentiría si dijera que nunca hice esto frente a una mundana. Pero, en esas ocasiones, siempre había otro tipo de sentimientos y razones involucrados. Ahora no era por mí, era por mi papá Alec, yo necesitaba saber de él, acercarme a él, y ella podía ayudarme si lograba convencerla.

NO era por mí.

No era la primera vez, pero era diferente, tenía miedo, de su reacción, de ver horror, miedo, asco, en ese azul que hasta ahora sólo me había visto con amabilidad. Así que mi voz sale con dificultad cuando nos encontramos solos, en lo que parece ser una bodega:

-Voy a…a perder mi glamour, probablemente no sirva de nada porque eres una mundana, pero será más fácil, necesito perderlo para poder hacer algún truco…

Sus ojos están clavados en mí, en todo momento, así que prefiero cerrar los míos. Mientras siento como si una delgada capa, que me había estado cubriendo hasta ahora, va cayendo. Mis ojos se abren de nuevo cuando me siento libre completamente, la busco con la mirada y no sé qué es lo que espero encontrar. Pero definitivamente no eso…

POV ESPERANZA

Max cierra sus ojos con fuerza, está nervioso, puedo notarlo por la forma tensa de su cuerpo y como sus manos forman puños a sus costados, sus labios se fruncen. Y entonces sucede. Mientras veo como poco a poco la fachada del hombre que vi desaparece, voy recordado aquellas cosas que veía cuando era niña…

El…hombre frente a mí es azul, azul de verdad, su piel, sus ojos, su cabello, ¡azules!

No puedo evitar dar, inconscientemente, unos pasos frente a él, mis manos pican por tocarlo. Lo tengo frente a mis ojos, pero no puedo creer que sea real. Mi corazón late acelerado, feliz y roto, porque yo nunca estuve loca y mi madre estaba equivocada.

Cuando una de mis manos se alza, está ya a la altura de su rostro, sus ojos se abren, sorprendidos cuando me ven tan cerca. Su boca igualmente se abre, sin dejar salir palabra alguna. Y, no puedo evitarlo, sin hablar tampoco, mi mano acorta la distancia y recorre una de sus mejillas de arriba abajo. Su piel es tan…suave, tan normal y a la vez mágica. Una gran sonrisa se instala en mí y me siento como una niña cumpliendo su sueño de vivir en un cuento de hadas. Él es más alto que yo, así que debo mirar hacia arriba para notarlos: -¿Son cuernos?

Pero, antes de que los toque, por fin sale de su trance y retrocede un paso. Su ceño se frunce: -¿Por qué tienes la visión? ¡Por qué no lo dijiste!

-No sabía –me encojo de hombros-, así que…eres un brujo. ¡De verdad!

-Lo soy –sus ojos siguen entrecerrados-, ¿por qué no estás asustada o…?

-¡Porque no estoy loca! –me reprimo todo lo posible para no dar saltos de felicidad y él me mira raro, ¿no debería ser al revés?-, entonces… Magnus y tú… ¿Magnus…?

-Es mi padre… Mi padre adoptivo, quiero decir. Es…él es brujo también.

Wow. Eso sí no me lo esperaba. -¿Alec lo sabe? ¡No quiero que le hagan daño! ¿Por qué tienen interés en Alec ambos? Iré ahora mismo…

-¡No! –su mano se aferra a mi brazo, con firmeza pero sin hacerme daño-, no puedes decirle, es una larga historia, tal vez no me creas, pero si me dejas explicarte… -suena desesperado, y en sus ojos veo que no miente-, Alec es mi papá también.

POV MAGNUS

Respiro aliviado cuando veo que el hechizo funcionó. Alexander no recuerda nada, fue un desliz, no debió suceder. No era el momento, no así. Con Alec dudando, sin saber quién soy, quién es, que tenemos un hijo, que perdimos otro. Que es el amor de mi vida y siempre lo esperaré.

No hasta que pueda confesarle que lo amo y estar seguro de que me creerá, y que haya una posibilidad de que él sienta algo de todo ese amor que nos tuvimos…

Se nota confundido y me duele tener que provocarle esto, pero es necesario. Espero que nadie nos haya visto.

Me apresuro a hablar yo primero, no quiero ser débil ante él de nuevo. –Gracias… Por aceptar. Tus ojos son mi cielo, aquí en la tierra o en el infierno de mis sentimientos, y me calman, me dan fuerza para contarte mi historia. Gracias, Alexander…

Él hace una mueca y presiona fuerte las gafas, sé que es difícil para él, pero de verdad los necesito. Necesito perderme en ellos para no lanzarme a besarlo, abrazarlo y confesarle que la que voy a contar no es mi historia, sino nuestra.

-Claro –dice por fin, bajando la mirada-, así que lo conociste en la fiesta de tu gato, ¿y después?

-Él iba con sus hermanos y los amigos de estos, adolescentes creando problemas seguros. Él y sus hermanos eran shadowhunters, al igual que una pelirroja que iba con ellos, aunque apenas estaba conociendo el mundo de las sombras… Ella, yo había borrado su memoria…

Entonces lo veo tensarse y sus ojos, aunque él no lo sepa, cambian, se oscurecen, arden con pasión. -¿Por qué harías eso?

Me siento juzgado de nuevo y un suspiro pesaroso se me escapa. –Su madre así lo había querido…

-Y tú sólo… -se restriega la cara con las manos y, finalmente, suspira-, no importa, ese es tu problema, ¿entonces él llegó ahí y fue amor a primera vista? Eso suena muy cliché…

No puedo evitar una risita al recordarlo. –Para mí, tal vez, para él no. Él…él era bueno escondiéndose, escondiendo sus deseos, negándose a sentir… Pero no pude evitar provocarle una risa, y eso iluminó mi día, me dio esperanza, hizo latir de nuevo mi corazón… Los inmortales solemos petrificarnos al pasar de los siglos, ¿sabes? Él…

Entonces me doy cuenta que Max y la mesera ya no están. Tengo un mal presentimiento. Interrumpo, muy a mi pesar, el relato. -¿Alexander, te importa si continuamos mañana?

-Sólo recuerda dónde nos quedamos –me dice con una sonrisa, que no sé si es por lo metido que estaba en mis memorias, pero me recuerda mucho al Alec que rió por primera vez aquel día en mi loft.

CONTINUARÁ…

Ya dejen de odiarnos a Magnus y a mí. Era necesario. Después verán que tenía razón y valdrá la pena.
Perdón por no actualizar las historias que dije, pero tuve una complicación con la herida de mi operación 💔 (pero actualizamos con Sabry, Disparo al corazón).
Actualizaré lo que pueda hoy viernes y el sábado vuelvo con esta historia…hasta entonces…

Tus ojos no me ven (malec)Where stories live. Discover now