Capitulo 44

5.5K 760 646
                                    



 -Pero traje jugo y café.

-¿Y chocolate?

-Y chocolate –admitió.

-Exacto, vi que no habías puesto vino, por eso yo lo puse.

-Pero hay jugo, café y chocolate, no necesitamos vino.

-¿Qué pasa? –preguntó dejando lo que estaba haciendo, sentado sobre sus talones- parece que te molesta que haya traído vino.

-Pues...

-Tú no lo tomas, pero yo sí; tu traes tu café o chocolate o lo que sea, yo no estoy obligándote a beberlo ¿Cuál es el problema?

Harry tardo unos segundos en contestar, como meditando lo que iba a decir.

-No es por mí, es por ti.

-¿Por mí? –repitió frunciendo el ceño sin entender.

-Si... mira Draco, sé que estás "empastillado" y si eso en si ya es peligroso, lo es mucho más cuando lo mezclas con alcohol.

Al oír aquello, Draco hizo un pequeño gesto de incomodidad, y luego respondio:

-Escucha Harry, entiendo tu preocupación, pero ese es mi problema.

-Pero yo me preocupo –respondio con simpleza y con una expresión que reafirmaba ese sentir.

Draco no deseaba discutir, así que sorprendiéndose a sí mismo por su serenidad, decidió concederle un punto al Griffindor.

-Mira, no tengo porque decírtelo pero esta mañana disminuí mi dosis, fue solo por hoy, así que no hay ningún problema, tu tranquilo.

Harry sabía que Draco mentía, pero también apreció que no estallara en un ataque de furia, por lo que decidió ya no discutir, sabiendo además que Draco acabaría bebiendo el vino ahí o en su casa si seguía insistiendo.

-Vale, pero ten cuidado ¿sí?

Draco solo sonrió en respuesta mientras negaba con la cabeza; rato después comían al calor de un agradable fuego y la música que Harry había puesto en su Ipod.

-¿Qué es esto? –preguntó Draco tomando un recipiente tapado.

-Son trocitos de queso, esta bueno ¿y qué tal esta el pan? Lo mantuve calientito con el hechizo de preservación de alimentos que me enseñaste.

Draco tomó un trozo de pan crocante y calientito para comerlo con un trozo de queso mientras Harry destapaba un termo con café.

-¿En serio, café?

-Sí, te dije que me gusta el café.

-¿No quieres un vaso de vino? Sabe bien con el queso.

-No, gracias.

-Anda Harry, yo se que quieres ¿o prefieres que me lo acabe yo solo?

-¿Serías capaz?

-No sería la primera vez tratándose de buen vino.

Sin dudar que una palabra de eso fuera verdad, Harry le dio su vaso.

-No traje copas, pero estos vasos no están tan mal.

Cuando Harry lo probó, tuvo que reconocer que realmente estaba bueno.

-¿Ya lo ves? –dijo Draco sonriendo.

Después de un rato, Harry se recargo en el mullido almohadón mientras bebía otro vaso de vino.

EL CASTILLO DE LA SOLEDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora