Capitulo 38

5.5K 756 222
                                    



-De acuerdo, te doy el maldito reloj.

-Bien, lo quiero ahora –respondio Frank tendiendo la mano.

-Bastardo... -murmuró Anderson metiendo la mano a su bolsillo y sacando un reloj con una larga cadenilla.

-Bueno... parece que nos vamos entendiendo –exclamó viendo satisfecho la joya en su mano, que refulgía con la luz de la lámpara- no llamare al Señor Tenebroso, tienes dos días.

-Sí –dijo sonriendo satisfecho- pero necesito tres días.

-No, el trato eran dos.

-Puedes participar en nuestra fiesta si quieres, te dejare montarlo una vez.

-No, pedazo de estiércol, yo no soy marica como tú.

-¿Ah no? ¿Y entonces porque te sobabas cuando el Señor Tenebroso lo aleccionaba? ¿Eh, maldito hipócrita?

-Una cosa es ver y otra hacerlo, no me gusta coger hombres, solo ver, así que tu oferta puedes metértela por el culo.

-Escucha imbécil, Coleman está en una misión y no podrá venir de inmediato, además no lo niegues, ese reloj vale mucho.

-Pues no me convences –respondio sonriente sabiendo que tenía la sartén por el mango- quiero algo mas, no sé... busca algo de valor entre tus pertenencias.

Anderson lo vio y sabia que Frank tenía mucha razón en sonreír satisfecho, pues no estaba dispuesto a dejar pasar esa oportunidad.

-Está bien, tengo un par de collares que robe de otras casas, te los traigo y dejarás de joder ¿de acuerdo?

-Primero veamos esos collares, no acepto baratijas, recuerda que tengo muy buen ojo para las cosas de valor.

Mascullando maldición y media, Anderson fue por lo que había prometido regresando después de quince minutos.

-Toma, es todo –exclamó tendiéndole una bolsita de gamuza.

-Veamos... -respondio tomándola y vaciando el contenido en una mesita de centro dejando ver un par de collares de perlas- mmm... nada mal, aunque mi precio sigue siendo barato ¿y qué hay de Potter, también piensas montártelo?

-No, yo tampoco soy marica, me gustan las mujeres; es solo Malfoy... ese bastardo tiene algo que me gusta doblegar, es esa maldita mirada de que nadie lo merece hace que desee romperle la cara.

Frank solo sonrió mientras negaba con la cabeza al tiempo que guardaba las joyas y se las metía en el bolsillo.

-Eres un degenerado, eso es lo que eres, pero en fin.

-Lo que si haré, será aplicarle tantos Cruciatos a Potter, que le reventare el cerebro.

-Y no solo tú, yo también me regodeare haciéndolo... es más, en mi momento y tú no te metas ¿de acuerdo?

Anderson levantó las palmas en señal de aceptación, pues le convenía tener contento a su compinche, además le importaba un rábano lo que le pasara a Harry Potter, con tal de que él pudiera torturarlo después todo estaba bien.


_____________________________________________


EL CASTILLO DE LA SOLEDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora