EL CASTILLO DE LA SOLEDAD

Capitulo 10

-No... -musitó Draco tieso en la oscuridad del armario al recibir el portazo en la nariz- no... -repitió tratando de contener el pánico creciente que comenzaba a sentir- no... -volvió a decir como un mantra mientras cerraba los ojos con fuerza y apretaba los puños- no... no... no...

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-Maldito idiota –exclamó Harry encontrándose con Remus fuera de la habitación.

-Tranquilo, aguantaste mucho, Ron lo hubiese matado.

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-Quiero salir... -musitó Draco tragando en seco tratando de controlar su voz manteniendo los ojos cerrados- por favor...

Entonces los abrió encontrándose con aquella pesada oscuridad en la que estaba Nagini esperándolo, en la que estaba esa siniestra y sanguinaria serpiente que se regodeaba torturándolo cada vez que tenia ocasión.

Frio sudor empapó su frente cuando alzó sus manos y estas tocaron la helada pared del húmedo calabozo en el que su amo acostumbraba abandonarlo cuando lo corregía. El tenebroso y casi imperceptible siseo de Nagini en su rostro lo hizo saltar.

-¡No! –Exclamó con más fuerza- ¡las cortinas, las cortinas! –jadeó extendiendo sus manos al frente encontrándose con la puerta de madera, la cual comenzó a golpear- ¡déjenme salir, déjenme salir!...

Harry en tanto se sentaba en la silla junto a Remus, quien le palmeaba el hombro en señal de apoyo.

-Calma cachorro.

-No debió decir esas cosas de Percy.

-Lo sé, pero eso no cambie lo que él era, y él era un buen chico, no dejes que lo que diga Malfoy te afecte.

-Es tan difícil, parece que disfruta haciéndome enojar el muy maldito.

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-¡Quiero salir, sáquenme de aquí! –Gritaba Draco aporreando la puerta con verdadera desesperación- ¡por favor, no quiero estar aquí, quiero salir!

El aire comenzó a faltarle, lo que provocó que sintiera claramente el asesino abrazo de la serpiente de su amo orillándolo a un ataque de histeria.

-¡Sáquenme de aquí, quiero salir, quiero salir! –Gritó pateando la puerta con todas sus fuerzas- ¡por favor, no quiero estar aquí!

-¿¡Qué diablos te pasa, Malfoy?! –Exclamó molesto Harry abriendo la puerta de golpe siendo empujado por un desesperado Draco que salió dando tumbos del pequeño armario causando estupor en Harry y en Remus, el cual seguía fuera de la habitación -¿Qué demonios...?

Draco se había replegado en una esquina y se había dejado caer haciéndose un ovillo mientras un temblor incontrolable sacudía su cuerpo.

Remus entró rápidamente para verlo encontrándose con la mirada confundida de Harry, quien segundos después se recompuso.

-¿Qué truco es este, Malfoy? –preguntó cruzándose de brazos.