Capítulo 13 | Misteriosamente perfecta.

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Esperaba que estuviera escuchando bien. ¿Estaba impaciente? No podía creerlo, Escuchar eso de Noelle, era como música para sus oídos, esa chica estaba llena de sorpresas y que esperara algo impaciente, era porque lo estaba haciendo bien.

—¿A dónde me llevaras? —rompió el silencio que se encontraba entre ambos, y lo miro, ansiosa.

Él no sabía que responder porque si decía algo, rebelaría la sorpresa, y no deseaba eso. Estiro una de sus manos en busca de la suya, y la entrelazo, llevándola a sus labios para dejar un beso sobre el dorso de esta. No sabía hace cuánto tiempo no hacia eso con alguna mujer, pero supo que ese momento se volvería inolvidable y mágico.

—No puedo decirte...

Ella entrecerró los ojos y lo intentó persuadir, muy difícil de hecho.

—¿Por qué no puedes decirme?

—Porque las sorpresas no se dicen.

Frunció los labios guardando sorpresivamente silencio, algo que lo inquieto. ¿Por qué se quedaba callada? ¿Intentaba probarlo? ¿Estudiaba el camino?

—Espero que la sorpresa incluya comida.

No pudo evitar sonreír ante su comentario y seguir el curso a donde debía llegar, al punto medio. Condujo hasta una colina donde se veía todo Manhattan y esta no pudo cerrar la boca en todo el camino, todo se veía iluminado, además de hermoso. Su rostro parecía brillar con las luces inconfundibles de Nueva York. Ella alumbraba todo lo que tenía a su alrededor, por su belleza y sencillez. La dejo que observara el lugar, no sin antes bajarse con ella para mantenerla segura. Ya que era un lugar poco concurrido para las personas que tenían dinero. Eran casi las 11:00 en punto cuando esta deslizo su mano con la suya, y disfruto del espectáculo.

—¿Qué te parece? —la murmuro bajo para que esta ladeara el rostro para verlo. Quería disfrutar de aquellos ojos ámbar que lo traían loco.

—Es lo más hermoso que he visto en mi vida. ¿Por qué me has traído aquí?

Porque mereces esto y mucho más, pensó para sí mismo y le sonrió ampliamente. Mostrándole todos los dientes perfectamente blancos, ella se la respondió a los segundos.

—Es mi lugar favorito y... —comenzó a hablar, pero se detuvo, el faltaba el valor para decir aquello, esperaba que no se disgustara—, quería tener a mis dos cosas favoritas juntas.

La pelirroja hizo una "o" con la boca y se volvió casi igual que su cabello, toda roja. Sus mejillas parecían querer estallarle, esa chica era misteriosamente perfecta y no sabía que lo atraía tanto. La vio acercarse a el a paso lento, y plasmar sus labios entre los suyos, robándole no un beso, sino varios. Además de arrancarle el aire. En una fracción de segundos, este la rodeo con sus brazos y comenzaron a besarse con un cierto frenesí.

—¿Por qué tanto misterio, Alex? —la duda en la voz de Cristal le resultaba graciosa a Alexander, más su curiosidad. Porque apenas llevaba treinta minutos de viaje en auto en dirección a donde quería llevarla y ella seguía preguntando impaciente. En vez de volvérsele un dolor de cabeza, se estaba muriendo de risa.

Sin apenas poder hablar porque las interrogantes de la castaña, este continuo su camino. La risa parecía no querer abandonarlo.

—No puedo decirte, no hagas que pierda la concentración.

Forbidden © ( En edición 2023)Where stories live. Discover now