Capítulo 13: En el Bosque

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- Es cierto Ser Miler, hágame el favor de llamar a John para que me acompañe a través del bosque.- Ana lo detuvo en seco.

- ¿¡Al Mayordomo!?- El Jaguar Azul estaba tan confuso como enfurecido.

  La princesa se volteó desafiante.- Si, al mayordomo. ¿Tiene alguna queja?

- Pues así es, aquel hombre no tiene ningún conocimiento sobre la pelea o la supervivencia, además de ser un hombre mayor de poco renombre.

- ¿Poco renombre? Yo a él lo conozco, pero a ti no. Así que vaya a llamar a John para que me acompañe.

  Insultando entre dientes el nombre de John, Miler realizó una forzada reverencia y fue en busca del mayordomo con pesar. Éste acudió inmediatamente al encuentro con rostro confuso.

- No eres de la que necesita compañía para explorar zonas peligrosas.- John estaba al tanto de las escapadas nocturnas de la princesa, y del peligro que éstas significaban, pero de alguna forma u otra, Ana lograba regresar sin que nadie más se entere, por lo que le restó preocupación con el tiempo.

- No me iba a dejar en paz, así que llamé a alguien que lo espantara. Vamos John, hay que conocer la zona.- Y con una escapatoria realizada al momento, la joven tomó el brazo del mayordomo y lo arrastró por las entrañas del bosque de los Aldeer.

  John no apoyaba la decisión de su princesa; el bosque no era seguro, y con enemigos a sus espaldas era mejor mantenerse unidos y fuera de la visión enemiga. Pero Ana sentía una vaga necesidad de huir, como siempre lo hacía; esta vez la rebeldía no era la causa, sino la busca de un alivio ante la realidad en que se encontraba, de la que intenta huir toda su vida.

  Las ramas guiaron a la pareja de exploradores por los recónditos escondites entre la espesura de la vegetación desconocida por el hombre debido a su creciente ignorancia sobre lo que lo rodea, y su incansable ansia de poder. El ruido de las aves atravesaba sus oídos, a la par que el fluir de las hojas con el viento y las corridas de las ardillas. Pero algo llamó su atención; el pacificador sonido de la corriente de un río fluyendo a través de las rocas. "Agua" exclamaron a la par mientras se aventuraban en busca de la procedencia de aquel fantástico descubrimiento.

  De entre la brillante espesura, se reluce la transparencia del río que cruzaba por una grieta en el suelo, con tal abundancia que llevaba consigo un cardumen de salmones luchando contra la fuerza de su destino. Una oleada de felicidad golpeó la pareja que estaba en sus últimas raciones. John se arrodilló dolido, desató la funda de su espada y la dejó a un lado; se quitó la ensangrentada camisa y la destruida cota de malla, a la vez que su calzado y sus desbordadas bragas. Primero se empapó el rostro mugriento, y luego se bañó en las pálidas aguas. Ana rió de felicidad y emoción, por un momento olvidó la muerte que la acechaba en cada momento. Siguió río arriba justo detrás del cardumen mientras planeaba la forma de capturarlos. Tomó la cota del mayordomo sin quitar su vista de la presa. Se cruzó con un pequeña cascada y allí preparó su plan. Estiró la cota de malla y ató los extremos a unas varillas, la colocó en forma de red y espero a que los salmones saltaran directo a la trampa; uno a uno fueron cayendo, y rápidamente los arrojaba lejos del agua para dar lugar a nuevos peces incautos. El plan resultó exitoso.

  Ana se estaba dando méritos por su inteligencia, se sentía útil por primera vez. Quiso llamar a John, pero un grito ahogado salió de su garganta al ver al animal que se estaba haciendo un festín con su recolecta. Era un enorme oso marrón, plagado de cicatrices por el cuerpo y la cara, con la boca llena de dientes amarillos y restos de salmón; y unos ojos ámbar que miraban dubitativos. Gritó de terror, lo que alertó al oso. Se levantó en dos patas y gruñó con intensidad. Ana retrocedió asustada al punto que no percibió suelo debajo de sus pies y cayó por la catarata directo al fuerte río que se la llevó. El oso mantenía distancia desde tierra, pero sin perderle el rastro a la muchacha.

Linaje del Dragón: NacidosWhere stories live. Discover now