Capítulo 13: En el Bosque

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Bosque de los Aldeer

(Frontera entre el Reino de Mancre y el Reino del Ocaso)

  Luego del terror sufrido en el castillo, Anabelí sentía calmantes los caminos de tierra y piedra. Aquellos caminos moldeados y gastados por las carrozas comerciantes; por los viajeros y peregrinos; por los mercenarios incansables; y por los asesinos de Fuego.

  Lograron escabullirse entre los árboles del bosque y, por una maniobra del destino, se encontraron con el grupo de John, el mayordomo. Contaba con un número reducido de personas constituido por su mayoría campesinos, mozos y sirvientes; algunos campesinos y comerciantes; y el más importante, el médico de la realeza. Era un hombre alto y escuálido, más concentrado en el bienestar de los demás que en el suyo; con una mirada cansada por los años, y unos dedos largos, finos y delicados, que los controlaba con una inexplicable destreza.

  Se desmontó de su caballo, descolgó su bolso y mandó a preparar una camilla improvisada. Limpió y vendó las heridas con los recursos que le quedaban. Todos observaban atónitos las sobresalientes habilidades del médico que no bastaron para sanar a la reina. Adrián fue el primero en recibir los resultados a través de un susurro en la oreja, su rostro decayó y dio evidencia de que no se logró lo esperado. La gente acumulada comenzaba a especular y cuchichiar. El murmullo envenenaba los oídos de los compañeros de la herida.

  Ana quería llorar, la tranquilidad de los caminos no calmó a las imágenes que se internaron muy profundo en su mente. Charcos de sangre y carne, muerte y su padre. Ahora estaba perdiendo a su madrastra frente a sus ojos, unas de las pocas personas que la quieren, y es incapaz de hacer algo por ella; era inútil. La idea de Paol cruzó por su mente, allá en el medio de la masacre buscando ayuda. "De seguro lo mataron, y todo por mi culpa. Si tan solo hubiera ido a buscarlo..." se atormentaba.

  John se acercó para consolarla y ofrecerle algo de comer, aunque sea unas pocas reservas.

- John ésta es tú comida. ¿Qué comerías entonces? - Se mostró preocupada Anabelí por una de las pocas restantes personas que le quedaban.

  El mayordomo se apoyó en la escusa de que era su trabajo asistir a la princesa, pero su estomago le indicaba lo contrario con un grito desahogado. Se retiró velozmente para que Ana no advirtiera su hambre creciente y se ocultó entre el populacho, mientras hacía retroceder a los curiosos.

  Se internaron aún más profundo en el bosque, al punto de perder de vista los caminos, la ciudad de Mancre y los aterradores humos grises que se desprendían de la tierra calcinada, que formaban una nube negra de ceniza que cubría toda la ciudad abandonada por la esperanza y la prosperidad en el mejor día del año.

  Levantaron tiendas improvisadas con las telas que tenían, con ramas y hojas amplias y resistentes de los árboles jóvenes que allí crecían, con una altura media de más de treinta metros, de gran espesura debido a las ya mencionadas hojas y sus entrelazadas ramas que conectaban un árbol con otro. Eran llamados los "Familia" por la sencilla razón de que nunca se separaban de sus progenitores creando una larga rama que atraviesa todo el legado del árbol, y si esta rama es cortada, también es cortado la vida de todas aquellas plantas conectadas; por lo cual esta prohibida su tala.

  Ana observaba maravillada la figura de los árboles, que ofrecían cobertura y sombra. Eran tan firmes y extravagantes que la princesa no podía quitar la vista de ellos, quería seguir sus ramas y encontrarse con el primero, el más viejo y sabio.

- Su madera es la más firme e insólita, se dice que se deben mantener unidos para transmitirse la fuerza del otro.- Miler se acercó sabiondo a la ocasión, sacando a relucir su escaso intelecto. Al ver que la princesa no le prestaba atención, se molestó y subió el tono de la voz.- Mi princesa, no debería caminar sola por el bosque, tenemos enemigos que la buscan y animales salvajes que esperan la mínima oportunidad para devorarla. Usted necesita una escolta, y si me lo permite...

Linaje del Dragón: NacidosWhere stories live. Discover now