Linaje del Dragón: Nacidos

Capítulo 11: El Gran Robo

Distrito de Comercio Libre del Este

  La sala principal de la Caja de Pelos se encontraba muy concurrida, debido principalmente porque era la noche esperada del gran robo. Ya era voz en las sombras; cada gremio "no oficial", que se mantiene fuera del ojo de la ley, comenzaron sus apuestas por ver si la hazaña sería un éxito o no, con las apuestas mayormente a favor de su victoria. "Este robo nos elevará hasta la cima" pensaba William mientras afilaba sus virotes y los encantaba con magia oscura. 

- Veneno negro, magia Lae de alto rango. Sirve para inyectar una dosis letal de veneno que actúa al instante y, si no llega a inyectarla, buscará la presa más cercana para satisfacer su hambruna de vidas humanas.- Le contaba con emoción Jane a Mathew sin desviar la vista de la encantadora sonrisa de su amo.

  Mathew por su parte apilaba las máscaras de cada uno de los miembros. Le encantaba descubrir el significado que le da a su portador, y estaba tan dentro del descubrimiento que ni siquiera notó la presencia de su amiga. Había dos pilas: la primera pertenecía al grupo de asalto (compuesto por William, Samuel y, para sorpresa de todos, David); y la segunda pila pertenecía al grupo de apoyo (compuesto por Peter, Frank y Kate que pertenecían al rango de Gato Gris).

  La máscara de William era blanca con unas manchas negras en la zona de los ojos; la de Samuel era mitad negra y mitad blanca de manera vertical; y la de David era contraria a la de su amo: Completamente negra a excepción de que tenían manchas blancas en los ojos. Aunque lo intentara, no encontraba el sentido de la primer y la última máscara.

- Oye Ja, ¿No se suponía que David iba a pertenecer al grupo de apoyo? - Le interrogó para sacarla de las nubes, mientras seguía buscando un sentido para la máscara de David.

- Iba a pertenecer, o eso parecía. Claramente David se ha vuelto una pieza indispensable para el gremio, y ni hablar para el distrito. Aunque creo que aún es muy joven, le falta experiencia. Se asusta fácilmente y empieza a titubear cuando una chica se le acerca.

- Hace unos días no actuó así, sino pregúntaselo a Buch.

- Bueno si, pero no es algo común en él. Mira Math, hay ocasiones que David deja de ser él mismo, algo despierta; algo peligroso y oscuro.

- Para Jane, que me vas a asustar en serio.- Mathew volvió a observar la máscara: "Tal vez el significado es más evidente de lo que parece".- ¿Dónde está él ahora? No lo veo preparando su equipo.

- Ni idea. Nunca se sabe qué es de él.

...........

  La noche se encontraba más estrellada que de costumbre, en consecuencia, la actividad en las calles, en los burdeles, en las tabernas y en las tiendas aumenta en gran medida, como si la belleza de la lluvia de estrellas animara y rejuveneciera el cuerpo. Aquella hermosa noche también provocaba una sensación victoriosa en David; se sentía imparable, como si la tierra lo empujara alto y más alto hasta las estrellas, donde sería inalcanzable y podría vigilar a todo el mundo. Y tal vez así, encontraría lo que buscaba.

  Escaló hasta la parte más alta del tejado, un pequeño escalón en el borde donde se sentaba todos los días y noches un gato de piedra que observaba la entrada y salida de los miembros, y extendió las piernas hacia arriba impulsando el cuerpo hacia el cielo. Llevó las manos hasta las estrellas e intentó agarrarlas como si fueran luciérnagas que se escapaban. "Algún día estaré lo suficientemente cerca como para tomarlas en mis manos" se decía para sí mismo con una sonrisa infantil en el rostro.

  Los gritos lo devolvieron a la realidad; las salas estaban plagadas de Kiats rondando de una lado a otro, llevando consigo equipo, armas, mapas, comida y bebida. Algunos miembros les tocaban misiones cercanas como la del robo de la mercancía de oro, pero otros debían cruzar reinos hasta sus objetivos; la fama de los Kiats recorre todos los rincones oscuros del mundo. Generalmente se toma como un problema, pero la influencia era una necesidad en los gremios informales. Solo debían enfrentar la falta de caballos debido a las normas del Distrito, las cuales no permiten el uso de los caballos si no son para transporte de carrozas o para los guardias de caravanas. Por lo que colarse en algún que otra carroza resulta natural.