Capítulo Treinta y Nueve: Recuperación

808 104 4
                                    


Capítulo Treinta y Nueve

Diana 2013:

—¡Feliz cumpleaños! —Sonrío ampliamente y soplo las velas que eran diecisiete. Mi familia aplaude fuerte y mamá deposita un beso en mi mejilla. Arrugo mi nariz y río cuando ella me saca la lengua. Corta un pedacito del pastel de chocolate y lo coloca ante mí.

—¡Luce delicioso! —Exclamo antes de darle una mordida al pastel.

Mamá sonríe, con un poco más que acuerdo en sus ojos. Ella no dice nada. ella solo pasa su pulgar por mi mejilla. Incluso sin palabras, sé que esta pensando. Hace máss de un año estaba en un lugar oscuro. Ni siquiera quería vivir. Ni siquiera quería comer por miedo a engordar. No podía mirar el pasado que dolía e hirió mis quince años en los que me sentía atrapada. Ahora, tengo diecisiete y estoy comiendo un pedazo de pastel de chocolate. No uno muy grande; pero definitivamente es un progreso.

No puedo decir que no calculo cada caloría en mi cabeza o que amo mi cuerpo exactamente como es. La recuperación no es eso. De todas formas, puedo comer, a pesar de que la voz aún me susurra a veces. Pienso que soy linda a veces, incluso si no soy talla seis; lo cual es un cumplido para mí. Puedo recordar tener trece y pensar que era fea. Recuerdo eso aún y a veces me mantiene despierta de noche, dejándome petrificada en mi cama. A veces quiero olvidar; después no.

Mi enfermedad era una parte mía por tanto tiempo que me enseñó cosas. Nunca hubiera deseado eso, pero una parte de mi esta contenta que haya pasado por ahí. Si no hubiera sido así, aún sería ignorante respecto a lo importante que es la comida para el cuerpo; como la comida no es tu enemiga. Como la belleza no es igual a la talla de tus vaqueros; aunque aún me encuentro susurrando eso a veces.

Pero, esta es mi versión de recuperación y esta bien.

Le doy otra mordida al pastel y sonrío mientras papá hace una broma sobre una vaca. Mi teléfono zumba en mi bolsillo y lo saco. Sonrío cuando leo quién es.

Zayn: ¡Feliz cumpleaños chica hermosa!

Rápidamente escribo una respuesta, sonriendo debido a que él no olvidó mi cumpleaños a pesar de que tenía un millón de cosas por hacer.

Yo: ¡Gracias! ¡Estoy sorprendida de que aún me recuerdes!

Bloqueo mi teléfono y termino mi pastel. Pasan algunos minutos antes de recibir la respuesta.

Zayn: ¿Cómo podría olvidar? A propósito te llegará tu regalo más tarde.

Yo: Oooh, ¡no tenías que hacerlo! Pero como lo compraste, ¿qué es?

Zayn: Confía en mí, lo sabrás pronto :)

Yo: ¿Qué?

Después de eso, él no contesta y guardo mi teléfono; golpeo mis dedos ansiosamente contra la mesa. Papá se da cuenta por la mirada en mi cara—. ¿Qué ocurre? Parece como si pensaras en algo. —Asiento en respuesta a su pregunta y me paro, llevando el plato sucio al fregadero.

—Sí, Zayn acaba de decirme que me compró un regalo y que no dirá que es; solo que lo sabré cuando lo vea.

—Bueno no te preocupes por eso. Es Zayn; si tiene algo bajo la manga no te lo dirá.

—Sí, es cierto.

Beso a mamá y papá en la mejilla, agradeciéndoles por el pastel de cumpleaños antes de regresar a mi habitación. Me siento con mi computadora y sonrío por la fotografía de Zayn y yo. Ls sostengo y la coloco en mi mano. La fecha es del 29 de junio del 2012; el día que salí del hospital. Si alguien me hubiera dicho un mes antes que sería capaz de comer un pedazo de pastel de chocolate sin odiarme no le habría creído.

Diana (Z. M.) | εѕραи̃σlWhere stories live. Discover now