Capítulo Catorce: Fuerte

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Capítulo Catorce

Diana 2012

—¡Oh, Diana! Escuchaste acerca de esa nueva banda llamada One Direction, ¿cierto? Bueno, ¡gané entradas para ir a verlos en junio y quiero que vengas conmigo! Habrá un meet & greet y todos son tan sensuales. ¡Necesito conocerlos! —Estaba sorprendida de que ella me invitara a algo, alzo mi ceja, sorprendida.

—¿Por qué yo? —Cuestiono, ajustando mi mochila sobre mi hombro. Rachel ríe como si invitarme a pasar tiempo con ella fuera normal. Casualmente coloca su brazo alrededor de mí y me apega hacia ella.

—Somos amigas, Di, vamos. Será divertido.

Bajo la cabeza, sé que hay algo mal en esto. Ella nunca me trató como una amiga, jamás. ¿Por qué se ofrecería para llevarme a un concierto? Todo en mi interior grita que no es una buena idea. Cada fibra de mi ser comienza a decir lo que ella es y a donde puede irse exactamente. No obstante, quiero una amiga tan mala que duela.

—Claro, —respondo.

Una sonrisa aparece en su rostro y me envuelve en un abrazo. No es uno lindo. Es uno de esos abrazos que se siente anormal y sofocante.

—No puedo esperar, —sonríe. Sólo asiento en acuerdo; sin saber del todo a donde me estoy metiendo.

                                                               ***

La camioneta huele como patatas fritas y gasolina. Mi estómago gruñe fuertemente. ¿Cómo podía ella comer esto y aun así ser delgada? —¿Cómo estuvo tu día? —Pregunta mamá, colocando su cabello detrás de su oreja. No respondo su pregunta. En lugar de eso, la evado con otra afirmación.

—Hoy fui invitada a un concierto.

Mamá sonríe de oreja a oreja y se estira para tocar mi muslo—. ¡Eso es estupendo! ¡Estoy tan feliz de que finalmente hiciste una amiga! —En realidad ella no es una amiga. Pienso, pero dejo que ella continúe—. Ahora, ¡necesitamos escoger que vas a usar! No quieres avergonzarla ¿o sí? De todos modos ¿qué concierto es? —Divaga mientras gira en la autopista.

—De alguna banda llamada One Direction, —respondo fríamente.

Ella sólo asiente y continúa dirigiéndose hacia nuestra casa. Sí, no quiero avergonzar a Rachel. Divertido, como es esa la única cosa que a mi madre le importa. Nunca me pregunto siquiera quien es “la amiga”. Por todo lo que sabe, podría ir con un asesino serial. Aunque está bien, porque finalmente tengo una amiga. Incluso mi madre sabe lo sola que estoy.

El viejo camino nos guía a nuestro sitio y desabrocho mi cinturón de seguridad, lista para salir de la camioneta incluso si estuviera en movimiento. No obstante, ella se detiene así que no necesito saltar. Levantando mi mochila, la cuelgo sobre mi hombro y cierro la puerta detrás de mí. Cuando me volteo, me sobresalto y jadeo fuertemente. Howard está parado ahí, manejando su bicicleta con una leve sonrisa en su rostro.

—Hola Diana. Veo que perdiste algo de peso.

Sonrió en mi interior. Él lo notó.

—Es muy malo que no sea suficiente. Aún eres gorda.

Mi rostro decae y Howard ríe, marchándose sin otra palabra. Mi pecho duele  me volteó rápidamente para dirigirme dentro. Choco con mi madre quien estaba parada detrás de mí. La furia crece en el fondo de mi estómago— ¿Viste eso? —Cuestiono, secando el rastro de una lágrima.

Ella asiente y saca las llaves de su bolso—. Entonces ¿por qué no te pusiste de mi parte? ¡Se supone que eres mi madre! —¿Cómo podía ella?

—Los niños son sólo crueles Diana. Tendrás que aprender a aguantar.

Ella le quita el seguro la puerta y la empuja, abriéndola. Sin otra palabra, la paso de largo y corro a mi habitación y cierro la puerta de golpe detrás de mí. Rápidamente, le coloco el seguro y me tumbo sobre mi cama, permitiendo que las lágrimas finalmente salgan. Los niños serán crueles, aguántate. ¿Aguantarme? Ella ni siquiera sabe cómo empezar eso. Ella no va al trabajo cada día y es criticada sobre su peso. Ella no es fea o gorda. Ella lo tiene fácil. ¿Qué sabe ella acerca de aguantar algo?

La perilla la puerta de la habitación suena y hay varios golpeteos sobre la puerta de madera—. Diana, abre la puerta. Sabes que no dejamos que le coloques el seguro a tu puerta. —Me advierte, pero no me importa. Me rehúso a responder y la perilla se sacude de nuevo—. Diana, abre esta puerta ahora. No eres justa conmigo o tu padre cuando nos desafías así.

Oh, ¿ahora ella quiere jugar a ser justa? Me escabullo hacia la puerta y le quito el seguro, abriéndola. Mi madre obviamente no está feliz, sin embargo no me interesa.

—En serio ¿esto no es justo? —Cuestiono.

Ella asenté y entra a mi habitación, pero bloqueo su entrada; es una ventaja de ser gorda.

—Aguántate, —respondo y cierro la puerta en su cara.

                                                               ***

—Diana, abre. —Esta vez la voz de papá suena fuertemente—. Es en serio, no juegues conmigo niña. —Suspirando, me encamino hacia la puerta y la abro, sin siquiera verlo a los ojos. Él entra y ni siquiera camina alrededor—. Lo que le dijiste a tu madre sobrepasó los límites.

—¿En serio? ¿Lo que dije sobrepasó los límites? ¡Ella escuchó cuando Howard me dijo gorda y sólo estuvo parada ahí y no hizo nada! ¡Dijo que los niños eran crueles y que debería aguantarme! No se supone que una madre sea así.

Sin un momento el contesta.

—Tu madre tiene razón. Necesitas aguantar. Eres demasiado débil Diana. Este mundo te romperá si no eres fuerte. ¡Así que no la maltrates porque ella te diga algo que no quieres oír!

Sale de mi habitación, como señal de que la conversación se acabó. Cálidas lágrimas descienden por mi cara y la ira hierve dentro de mí. ¿No pueden ver los terribles padres que son? Aguanta, aguanta, aguanta. Diana, tú necesitas aguantar.

Rápidamente, busco dentro de mi mochila y saco mi sacapuntas. Aguantaré. Aguantaré y se los demostraré. Suavemente, rompo el sacapuntas plástico y saco la cuchilla. Aguanta. Aguanta. Aguanta. Sostengo la diminuta cuchilla y la presiono contra mi brazo. Quema y punza mientras miro las gotitas rojas salir de mi piel.

Vamos, eres más fuerte que eso.

Esta vez la deslizo y hago una mueca de dolor.

Esto no es tan malo. Aguantar. Sigue.

Eso es exactamente lo que hago. Con cada corte y herida me hago más fuerte  y más poderosa. Pronto, la cuchilla no me lastimará. Sí, seré fuerte. Seré fuerte por mis padres. Pronto, ellos no serán capaces de decirme que sea fuerte. Puedo hacer esto.

La deslizo de nuevo y sonrió mientras la gotas rojas caen sobre mi piso de madera.

Sí, esa es una chica fuerte.

 

©liveoutsidethelines

¡No Diana no, es no es la solución! :c :c :c Diana tiene unos pésimos padres... pero alguien llegará y la salvará, yo lo sé. Maldito Howard :| y Rachel, esta rara algo trama.

PD1: ¿Cómo están? ¿Disfrutan la semana santa? Yo no, mañana tengo clases :c bueno igual me falte a clases el martes XD

PD2: El fandom ha pasado por tanto drama, pero se mantuvo fuerte ante TODO. ¡Seguiremos adelante! :D :D :D No olviden que todo lo malo pasa y que no es eterno.

Diana (Z. M.) | εѕραи̃σlWhere stories live. Discover now