Porque así soy

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Zack

Ya paso mucho tiempo desde que entramos y Gio todavía no aparece. Dijo que quería estar tranquila un rato, pero creo que ya fue demasiado. Miro el reloj que llevo en la muñeca derecha, definitivamente, ha pasado más de hora y media. Lo que más temo es que se haya ido a casa sola porque aunque diga que está bien sé que no es así, todo esto la choco bastante.

Intento ver por encima del resto de alumnos pero no reconozco a nadie, hay mucho humo y bloquea casi por completo mi visión. Alex y Lucas están a unos pasos de mi bailando como locos, no tiene caso preguntarle si la han visto, ya que su concentración esta por completo el uno en el otro. Camino hasta la mesa del ponche y espero a que algún conocido se acerque.

–¡Aby! –grito por encima de la música cuando la veo caminar hacia mí.

–Cariñoooo. ¿Cómo estás? –Está completamente borracha, su vestido está manchado con alguna bebida marrón y su aliento apesta a alcohol. –¿Quieres algo de beber? –susurra guiñándome un ojo.

–Oh, no gracias. ¿Has visto a Gio?

–Por supuesto –me da un golpe en el pecho –Salió hace un rato con Will. Deberías cuidarla mejor, es muy bonita. –Vuelve a guiñarme un ojo. O a intentarlo.

Eso significa que estuvo dentro, y volvió a salir con Will, una repentina bronca se adueña de todo mi cuerpo. ¿Por qué Will?

Cuando por fin logro que Aby me suelte salgo del gimnasio, el frio de la noche choca contra mi rostro, pero no lo siento, por dentro siento una rabia sofocante. No los veo, pero reconozco la risa de Gio por encima del eco de la música, la sigo y llego a una especie de callejón que hay de un lado del gimnasio.

–¿Qué haces aquí? –intento no gritar, pero la rabia me consume.

–Oye, tranquilo –dice Will intentando ponerse de pie.

Veo dos botellas de vodka vacías entre ellos. Están borrachos.

–Tú ni hables. –digo empujándolo un poco para que caiga sentado en su lugar.

–¿Qué haces? –grita Gio. –Nadie hizo nada malo –se le escapa una risa.

–¡Nada malo! –grito –¡Estas borracha!

–Y drogada –agrega Will.

–No ayudas –susurra ella.

–¿Qué? ¿Por qué haces esto?

–¡Porque así soy! –Explota –Porque así es Giovanna Grenger. Me gusta estar borracha, me gusta estar drogada, me gusta olvidarme de la realidad. Porque la realidad es un asco. La vida es un asco, la sociedad es un asco, este baile es un asco.

–De acuerdo, sigue siendo tu. –No quiero discutir con ella en este estado, tengo demasiado enojo corriendo por mis venas y nada bueno puede salir de eso.

–Gracias –dice con un gesto teatral, lo cual hace que me enfurezca mucho más.

Aprieto los puños y suelto un bufido quiero golpear algo, pero en lugar de eso solo me doy la vuelta y vuelvo a entrar en el gimnasio.



OPUESTOS (editando)Where stories live. Discover now