OPUESTOS (editando)

Mucha información para una sola noche

Gio

Creo que acabo de descubrir algo que odio de Zack; su maldita costumbre de desaparecer. No puedo llamarlo porque tiene su celular apagado, podría buscarlo personalmente pero Alex insiste en que debemos empezar a prepararnos, y sé que él vendrá pronto, no se perderá el baile y ni siquiera tiene una buena razón para estar enojado.

El resto de la mañana Alex y yo nos encargamos de prepararnos para la noche, peinados maquillaje y demás. Una vez listas lo único que pasa por mi mente es tomar una siesta.

-¡Estás loca! -me grita Alex -se te desarmaran las trenzas, y ni hablar del maquillaje. Te sientas en el sofá y no te mueves.

-Si tú lo dices -digo encogiéndome de hombros. Camino hacia el sofá y me tiro sobre el- Ahora tráeme un café, ah y ¿puedes buscar mi teléfono? No recuerdo donde lo deje. El café bien dulce por favor.

Ella pone los ojos en blanco y sonríe. -Te tomas todo muy literal -dice y se sienta a mi lado tirando la cabeza hacia atrás. -¿Qué harás con Zack?

-Oh, es verdad. No lo sé, nada supongo, no creo que este enfadado, tal vez solo salió a prepararse.

-Si... También lo creo, no hiciste nada malo.

-No -digo en un suspiro -no lo sé.

Después de algunas horas sin hacer nada más que mirar televisión subimos a cambiarnos.

Entro al cuarto y observo el vestido que ahora se encuentra extendido sobre la cama, me pregunto cómo me veré en él, no tengo lo que se puede decir un cuerpo perfecto y es la primera vez que me pondré uno.

-Al menos es negro -dice Alex, como si pudiera leer mis pensamientos.

-Si -digo con una pequeña sonrisa.

Me quito la enorme sudadera que llevo puesta y comienzo a ponérmelo. Primero una pierna, luego la otra y deslizo hacia arriba. La suave tela acaricia mi piel. Cuando termino me doy la vuelta quedando frente a frente con Alex, se ve hermosa en el vestido, es de un color gris plateado, como el de su cabello. Se parece a una reina de hielo o alguna bruja de algún cuento de Disney.

-¿Y, como estoy? -pregunta.

-Estas como si en cualquier momento fueras a congelarme con algún hechizo -digo echándome a reír.

-Eso temía.

-Estás hermosa. -ella sonríe y asiente

Me acerco al espejo para ver mi propio reflejo. Veo a una chica, muy bonita por cierto, no puedo ser yo. El maquillaje es de un estilo smokey (o algo asi dijo Alex) en tonos negros, queda perfecto con el vestido y hace que mis ojos claros resalten más de lo esperado.

El sonido de una bocina nos hace pegar un salto a ambas.

-Estan aquí -dice Alex con entusiasmo.

<<¿Estan?>> pienso.

-Vamos -me agarra por el codo haciendo que me tropiece con los tacones.

Cuando llegamos a la puerta principal respira hondo, se acomoda el vestido y me mira a los ojos. Su sonrisa es más grande de lo normal. -Mírame -toma mi rostro entre sus manos -Ahí afuera, tendrás muchas preguntas. Así que te responderé algunas antes de que las hagas. Uno, Zack no estaba enojado contigo, solo necesitaba hacer un par de cosas. Dos, estoy saliendo con alguien hace un tiempo, la razón por la que no te lo podía decir la hablaremos luego. Creo que es todo. Ah, tengo el deber de obligarte a que cierres los ojos.

Y lo hago sin protestar, estoy un poco en shock por la información de que está saliendo con alguien, me enfurece un poco que no me lo haya contado, espero tenga una buena razón. Cierro los ojos y escucho como ella abre la puerta, me ayuda a dar unos pasos hasta estar fuera de la casa y me detiene. Reconozco los labios de Zack al chocar con los míos y siento su sonrisa.

-Puedes abrirlos -dice todavía muy cerca de mí.

Lo hago.

Lo primero que veo al abrir los ojos es a él lleva puesto un traje negro, típico. Está parado al lado de un auto que me cuesta unos segundos reconocer, es mi Chevy, Parece nuevo, de un color negro brillante, las llantas cromadas y neumáticos completamente nuevos. Todos sueltan una risa al ver mi expresión y entonces reconozco a Lucas, está parado detrás de Zack abrazado a Alex. Ella tenía razón, miles de preguntas dan vueltas en mi mente.

-¿Cómo? -es único que logro decir. Ellos vuelven a reír.

-Llegaremos tarde si no subes, podemos explicarte en el camino -dice Lucas.

-Tu, me debes muchas explicaciones -Él sonríe, camina hacia la puerta del acompañante y la abre haciéndome entrar.

-Nos conocemos hace mucho, por lo menos ella y yo -Toma a Alex de la mano y la ayuda a entrar al auto.

Zack se sienta en el asiento de conductor y ellos en los de atrás.

-¿Hace cuánto?

-Bueno, podría decirse que conocía a tu abuelo, y deberías agradecerle a él todo esto.

Siento como si los ojos se me llenaran de lágrimas, pero no puedo permitirme llorar asi que respiro hondo mentalizándome de no hacerlo.

-Él lo sabía Gio -dice Alex -sabía que no le quedaba mucho tiempo, y tu futuro era todo en lo que él podía pensar.

-Lo conocí en la tienda, solía ir seguido, me hablaba mucho sobre su fantástica nieta, estaba preocupado por ti, por lo que sería de ti sin él. Así que una vez hablando, me pidió que cuando el ya no este yo me encargue de cuidarte, desde lejos.

Ya no puedo retener las lágrimas y se me escapan en un sollozo, Zack posa su mano sobre mi muslo acariciándome en un intento de tranquilizarme, no funciona.

-Y a mí de cerca. Me hablo de Lucas y todo lo que le había dejado encargado, así que fui a conocerlo y bueno. Aquí estamos.

Así que ellos lo hicieron todo. No sé cómo sentirme al respecto, es como si toda mi vida estuviese en sus manos y yo fuera un títere al que deben hacer bailar correctamente. Asi que no digo nada, solo miro al frente e intento calmarme.