OPUESTOS (editando)

No es miedo, es asco

Gio

Veo a Zack entrar con Dakota a la habitación. Están tan juntos que me da asco. ¿Por qué siempre que estoy dispuesta a hacer bien las cosas ella aparece y lo complica todo? ¿no puede solo hacerse a un lado y dejarme en paz? Porque estoy muy segura que hace todo esto para enfurecerme, quiere que yo explote así puede hacerse la victima frente a él. Pero no lo va a lograr. Tengo que aprender a controlarme. Ella no ganará este juego.

-Hola chicos -dice ella con una vos irritantemente fina.

Él se suelta de su agarre alejándose unos centímetros. Todos dirigen su mirada en dirección a ellos y luego a mí. ¿A qué se debe eso? Miro sobre mi hombro, como si no me diera cuenta que todos me miran esperando mi reacción. Vuelvo a mirar hacia el frente intentando no cambiar mi expresión de "desinterés absoluto" y le doy un trago a mi bebida. El último trago.

No sé qué sucede después porque dejo de prestar atención. Decido ir a buscar algo para beber. Camino entre la gente recibiendo codazos en los brazos debido a mi baja estatura, llego a la cocina extrañamente cansada. Me sirvo un poco de vodka, le agrego una lata de Red Bull y me recuesto por la pared.

Paso alrededor de quince minutos viendo gente entrar con las manos vacías y salir con una o más bebidas. Se supone que vine aquí para divertirme, no para estar parada viendo a la gente emborracharse. Es injusto que por culpa de ese diablo con tacones yo no pueda hacer lo que me gusta.

Vuelvo a llenar mi vaso y salgo de la cocina empujando la puerta que me separa de la gente. Me abro camino entre todos hasta llegar a la sala.

Están todos sentados en ronda en el suelo riendo y hablando entre ellos. Como de costumbre.

-¿A que juegan? -pregunto acercándome.

-Todavía a nada -dice Luke -¿Qué sugieres?

Me encojo de hombros sentándome a su lado entre el y un chico que no conozco. Observo la ronda, esta Zack y a su lado como era de esperarse la zanahoria parlante. Sonrío al pensarlo, ponerle sobrenombres es algo que me fascina. También están Will, Alex, Ann... todo el grupo y un par mas de personas que no conozco.

-Juguemos al juego de la botella -dice Will.

Algunos asienten y otros dan silbidos. Yo solo miro el interior de mi vaso sin nada que decir.

-Yo empiezo -dice una chica.

Pasaron más de veinte minutos en los que esa chica se besó con el chico a mi lado, el con Alex, Alex con John, algo que para ella no es extraño. El con otra chica y esa chica con Will.

Gatea hasta el centro de la ronda y hace girar la botella. Después de unos segundo de estar girando el pico para apuntando hacia mí.

<<Mierda>>

Se levanta y camina hasta quedar enfrente de mí. Levanto mi mirada hasta él. No pienso hacer esto. El intento golpearme y lo detesto lo suficiente como para matarlo.

-No lo haré -digo levantando ambas cejas y negando con la cabeza.

-¿La niña mala tiene miedo? -dice con una sonrisa de superioridad.

-Creo que miedo no sería la palabra -me levanto quedando frente a el -siento algo como... asco.

Veo como sus músculos se tensan por debajo de su camisa. Aprieta los dientes y cierra fuertemente su puño.

-Te la estás buscando Grenger -dice entre dientes.

-Oye déjala -dice Zack poniéndose de pie.

Dakota lo observa como si fuera a asesinarlo.

<<Toma eso puta>>

Me doy la vuelta para irme pero Will me agarra por el codo volviendome a mi lugar.

-Tú te quedas. Alguien tendrá que llevarlo al hospital después de esto.

Se da la vuelta en y un movimiento casi imperceptible golpea a Zack justo en la mandibula haciendo que este caiga hacia atras y sus gafas vuelen a unos centímetros de él. Alguien grita, no se quien, pero es un grito de ánimo. Todos se unen a el, quieren que esto siga. Miro a mí alrededor, se está formando una ronda alrededor de nosotros. Will empuja a Zack al centro de la habitación, él tropieza con sus propios pies cayendo al piso de espaldas. Una gota de sangre corre por su mentón.

-¡Basta! -Me sorprendo a mí misma gritando. -¡Para ya!

Will se detiene y me mira, lo que permita a Zack levantarse en un movimiento rápido y empujarlo hacia atrás. Lo golpea en el estómago haciendo que se encoja, gime y da unos pasos hacia atrás. Zack lo endereza tomándolo de la camisa y pega su puño a la cara de Will. Su nariz comienza a sangrar.

-Déjalo -grito agacahandome a recoger sus gafas.

Tomo a Zack por la parte trasera de su camisa y tiro de él. Suelta a Will dejándolo caer al piso de rodillas.

-Nos vamos -digo y agarro a Zack del brazo llevándolo hacia afuera.

Llegamos a la parte delantera de la casa donde todavía está lleno de gente.

-¿Dónde está tu choce? -grito sobre la música

-Vine con Luke.

<<Genial>>

Lleva su índice a su labio cortado y hace una mueca de dolor.

-Nos iremos en el mío -digo tirando de él.

-¿Tienes coche? -pregunta.

No respondo. Estoy enojada y no quiero hablar con él.

Llegamos a mi coche y lo obligo a subir. Conduzco en silencio. Él solo mira por la ventana mientras sostiene el dobladillo de su camiseta en la herida de su labio para detener la sangre.

Llegamos a casa y estaciono el chevy frente a ella.

-¿Tendré que caminar hasta mi casa? -pregunta tomando las gafas que acabo de pasarle.

-No iras a tu casa, estas hecho un horror y tu madre va a matarte.

-¿Y a ti qué? -dice saliendo del choche.

Ahora es él el enojado. No entiendo, ¿Por qué se supone que se enojó? Y dicen que las mujeres somos las complicadas. Es increíble cómo cambiamos de rol tan fácilmente.

-Al menos déjame que te cure.

Cierra la puerta de un golpe y camina hasta la casa. Me bajo y lo sigo.

Lo mando a la habitación mientras camino hasta el baño y saco el botuiquin de uno de los cajones de la comoda, también busco una toalla y la empapo

Cuando entro en la habitación está acostado en la cama, por su respiración tranquila parece estar dormido. Dejo el botiquín sobre la mesa de noche y me siento a su lado, limpio la sangre de su labio inferior, ni siquiera hace una mueca de dolor, sigo sin creer lo rápido y profundo que se duerme. Tomo su mano, sus nudillos están rojos por la sangre, los limpio, le coloco una crema para que cicatrice más rápido y lo cubro con una gaza. Le pongo un poco en la parte inferior del labio. Dejo el botiquín sobre la cómoda y tiro la toalla con la ropa sucia. Le quito las zapatillas y las gafas antes de cambiarme y acostarme a su lado.