Abre tus ojos

Día 20

-Hola Jeff - saludo Mikey.
-Michael, Dios te bendiga - saludo de costumbre con amabilidad y se sentó a un lado de él.
-¿resfriado?
-seh - chasqueo Jeff.
-un Té caliente con mucho limón te hará bien, mamá me lo daba cuando era pequeño.
-suena bien, kelly, podrías...
-si, enseguida, como tú digas y mandes - dije de mal humor entrando en la cocina.
-estaremos en el cuarto. - escuche que grito.

Narra Jeff

Una vez estando en el cuarto cerré la puerta con seguro y hable bajo para estar confiado que kelly no escuchara nada.

-Jeff,no entiendo que haces en la casa de kelly ¿Cómo terminaste aquí?
-historia larga - suspire- mis padres están en el centro del país, son pastores de la iglesia principal, pero como me fui a estudiar lejos no he podido estar con ellos, este es el ultimo verano que estaré en el país pues mi carrera profesional estará concluida próximamente, así que para aprovechar mi presencia mis padres me enviaron a esta ciudad junto con mi hermano luke, la casa del pastor es pequeña, así que no era un buen lugar para luke y para mi, la mamá de kelly se ofreció a darnos hospedaje aquí ya que kelly estaba muy sola después de lo ocurrido con Sarah... Posteriormente su mejor amiga canela se vino a vivir también durante el verano.

-creo entender las cosas, cuando en el mercado te vi con ella creí que eras su novio - casi me ahogo con el vaso de agua que tenia.
-no, para nada, solo somos amigos - corregí, aunque mis sentimientos dijeran lo contrario.
-te gusta?
-¿Qué cosas dices? Es imposible que ande con ella.
-no respondes mi pregunta - mikey me daba miedo. - te pregunte si te gusta. - seria infantil evitar la pregunta, pero tampoco podía mentir.
- no, bueno, no es que me guste, gustar solo es muy superficial para describir lo que pasa con ella.
-lo imagine - dijo en tono triunfal. -¿ lo sabe?
-no, y no debe saberlo nunca.
-¿por que? Me emocionan las historias de amor.
-no, no tiene sentido que este con ella, si pronto me iré.
-unos kilómetros no son nada. - no son los kilómetros, es algo más... No es algo que decida yo.
-podrías explicarme.
-no lo se, he pasado mucho tiempo ocultando esto... Que.. No te ofendas, no es que no confíe en ti.
-quizá, si me dices pueda ayudarte a buscar una solución menos dolorosa ¿Qué temes? - Mikey definitivamente me daba miedo, poco a poco se metía en mi mente obligando a mi cerebro confiar en él, quizá eran la ganas de gritar, tal vez si alguien sabia la verdad podría ser menos doloroso para después. - confía en mi - rompió el hielo.
- cuando tenía tres años fui diagnosticado con una enfermedad muy extraña, la cual decían que solo me permitiría vivir hasta los 16 años como máximo, mí madre no tenia dinero para pagar los tratamientos y mantener a mi hermana y a mi, así que fuimos dejados en un orfanato donde no me querían adoptar debido a mi condición, nadie quiere a un hijo temporal, pero los pastores Hardy me adoptaron aún así, tiempo después supe que mi hermana murió a causa de esa enfermedad pues nunca fue diagnosticada a tiempo y cuando eso paso ya era tarde, murió en Australia, en cuanto a mi, me rendí, creí que moriría muy pronto pero Dios me ha permitido vivir hasta ahora y se la razón.
-¿cuál?
-kelly, ella, siento que es mi última encomienda, pero jamás creí que me enamoraría de ella, porque si yo logro hacer que este conmigo seria el acto de egoísmo más grande de la humanidad, últimamente los síntomas comenzaron de nuevo, había ido al doctor, los análisis no eran a mi favor, estuve atrasando la cita médica donde me dirían cuanto tiempo me queda de vida.
-oye, Jeff - Mikey frotaba su cara con sus manos.
-no, espera, quiero que sepas que no temo morir, realmente no, pero quiero irme sabiendo que kelly se entregó a Dios, que mi última misión fue completada.
-¿Cómo ayudo?
-prometeme, Mikey, promete que cuando yo ya no esté aquí cuidarás de ella como tu propia vida, que no la dejaras y la llevaras todos los días del brazo al templo, le recordarás que tiene que orar Hasta que sea un hábito esencial en su vida y sobre todo, hasta que ella este lista le dirás de mi muerte, pues ella Pensará todo ese tiempo que estoy fuera del país. -  las lágrimas no evitaron salir, la amaba, la amaba tanto que me dolía irme sin ella, si yo viera una Lágrima salir de sus ojos por mi causa seria el final de mi existencia.
-¿cuándo te iras al hospital?
-Dentro de cinco días .
- no se en que me he metido, pero Jeff, te prometo que cuidaré de ella, sera como mi hermana menor, como antes eran las cosas, pero a cambio te pido algo. - me quede atento a su petición.
-escucho .
-si estos cinco días son los últimos que pasaras junto a ella antes de irte... Permite que sean los mejores cinco días de toda tu vida, quédate con ella, que no note que te estas muriendo, llévala a la iglesia, abrazala cuando puedas, jamás sabrás si es tu última oportunidad para hacerlo, que sean felices estos últimos cinco días, antes que todo se torne gris.

Tenia razón, debía aprovechar estos últimos días con ella.

Y oraba una y otra vez, todas las mañanas y todas las noches porque me equivocará, que los diagnósticos dieran un giro.

Dios, te pido que me permitas estar mas tiempo con ella.

Así mi cuerpo doliera y en las madrugadas llorará de frustración, en mi corazón había fe, no porque sanara, sino para que ella fuese salva.

Salva su alma.

Y es que si te preguntas como saber si la amas la respuesta la encuentras en medio de los problemas, cuando estas a punto de ahogarte y aun así ella es mas importante que tu eminente final.

Así se sentía, tan intenso, que en medio de un lecho de muerte me hacía sentir las cosas tan vivas, el dolor dolía mil veces más y la alegría rebosaba en cada Una de mis células.

Si me iba de este mundo sería Hasta ver la obra de Dios culminada en su hermosa creación.

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Desaparecí medio siglo pero estoy de regreso, preparen su papel para limpiar lágrimas y alisten sus comentarios porque me esforzare tanto para que estos últimos capítulos valgan cada segundo de espera.

Gracias por seguir aquí, son una enorme bendición, les amo mucho.

To the moon Xx