Día 8 (parte 2)

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   Agobiada por lo sucedido, no había podido dormir nada en absoluto, soy consiente del terrible aspecto que tengo en esta mañana, cuando todo aparentaba estar bien simplemente se derrumbó en microscópicos fragmentos imposibles de unir, los ojos los tenia inyectados de sangre, rojos, terriblemente rojos, la piel pálida, sin duda  pesque un resfriado y en medio de tal pliego casi transparente esta un raspón en la mejilla debido a la caída de ayer, canela no se encontraba a lado mio y era algo que olvide anoche, no estaba en su cama, si eso hubiera sido me escucharía llorar de madrugada, intento hacer memoria hasta recordar que anoche fue a ver a su madre y así poder contarle mejor lo de su cambio ¿Cómo no pude notar algo así? Mi mente está en otros lugares divagando.

Me duele tanto la cara pero mas me duele sentirme de esta manera, estoy en el punto de sensibilidad máximo donde sin darme cuenta lloro por todo y lo describo más bien como un tormento, me están torturando en vida los pecados que deberían pagarse en el infierno, porque esto arde como una herida resiente a la que riegan alcohol, solo que multiplicado cientos de veces el dolor, literalmente me duele el corazón, no de manera metafórica, realmente está doliendo, punza y en cada latido duele más, hasta un punto de llevar las manos al pecho y soltar un grito de dolor, ya nada importa si Jeff entra o luke, jamás había sentido la muerte tan cerca, empiezo a sudar el dolor no para y las lágrimas salen tan pesadas y calientes que arden en la herida de la mejilla. Estoy en el infierno. Un último grito donde suelto todo mi dolor y un sollozo espantoso, el sonido de la puerta siendo abierta me da tanto alivio y aun más al darme cuenta que es Jeff.
-¡Jeff! - gritó con dolor, se acerca a mi e intenta calmarme pero en cuanto me toca el dolor para.
Sentí como el dolor desaparecía y lograba respirar con más tranquilidad. - Jeff... - me derrumbe a llorar cuando se encontró junto a mi, el no comprendía nada, lo note en su mirada confusa, pero en este momento sus brazos era lo único que necesitaba.
-tranquila, aquí estoy - hablo en vos suave, pasaron algunos minutos cuando ya calmada podía hablar. - ¿Qué te paso? - hablo con dolor, como si sintiera lo que yo.
-no... - la voz me temblaba, no quería contarle lo de anoche, decirle que casi y no regreso, que me apuntaron con un arma, que soy culpable de la muerte de mi hermana y de su asesino, creadora del odio de su hermano, no definitivamente no, saldría corriendo y ahora que lo pienso si me importa, y no soportaría que me dejará sola - no quiero hablar de eso.
-¿que tienes en la cara? - dijo asustado, tomó mi cara entre sus manos tibias y me miró a los ojos - no te obligare a decirme, pero estoy contigo para lo que sea, kelly me importas - dijo tan rápido que costo incluso entenderlo, el temblaba igual que yo, estaba nervioso, asustado , ¿preocupado? Quizá por mi, y estoy tan cansada pero dormir no satisfará mis problemas ahora, necesito despejarme pero no se como, Jeff se acerca a mi nuevamente pero no me hablan sumiso, más bien con autoridad, es obvio que sus días no han sido nada normales desde que llegó a esta casa a vivir por un escaso mes de verano, debería ser divertido, debería ser un verano donde el jamás olvidará los buenos recuerdos pero lo que encontró fue a una tipa loca con la conciencia torturándola y el razonamiento perdido en algún nuevo problema que causar, no definitivamente no quería eso, tenia que inventar algo, algo para que Jeff no se preocupara tanto de mi, digo, encontrarte con una persona gritando a las 9:00 am y llorando con la cara raspada no es algo que se vea todos los días, así que tenia que contar una verdad a medias.
-Jeff - mi voz sonó débil - anoche no podía dormir, así que salí de casa y fui... A un lugar dónde antes Sarah y yo solíamos ir, fue un buen momento recordando todas las cosas que solíamos hacer cuando ella vivía pero los recuerdos se llegaron a mi mente y salí de ese lugar, era muy noche y tropecé debido a que tenia mucho sueño, no me di cuenta, tropecé, sabes que soy torpe, despistada, en cuanto al dolor no tengo idea de que sea - al menos no le mentí en lo ultimo porque era verdad, no tenía idea de que era eso.
-bien, estas resfriada, te traeré un café.
-no te molestes Jeff, no es necesario.
-jamás he perdido a un hermano, no fue correcto que te fueras en la noche, pudo haberte pasado algo, pero gracias a Dios no paso nada, así que intento comprender lo que sientes, seria muy malo de mi parte que te de una platica sobre eso.
-gracias Jeff - ahora me siento mal por el ¿Cómo puedo mentir a alguien como el? No tengo perdón.

Abre tus ojosWhere stories live. Discover now