Abre tus ojos

Día 19

Buscaba apresurada en todas las cajas mi álbum de fotos pero por mas que estuve buscando sin parar por horas no lograba encontrarlo.
-maldición
-deja de maldecir - era Jeff quien se encontraba leyendo en un sillón de la sala.
-no lo encuentro.
-es posible que tu madre se lo haya llevado.
-claro, ¿Cómo no lo pensé antes?
-andas distraída.
-¿Cómo les fue ayer con Mikey? - pregunte de la nada
-bastante bien, es un chico muy tímido, me costó mucho que hablara con alguien pero al parecer logró reconocer a una persona y platicaron un poco.
-que bueno.

Jeff se puso de pie y comenzó a guardar sus cosas para después tomar las llaves.

-¿Qué haces?
-saldré un rato.
-y me dejaras aquí,sola - resalte la palabra "sola"
-bueno, en realidad no era mi intención, pero si.
-Jeff.
-¿Qué?
-¿puedo ir contigo? - no quería quedarme sola, cosa que era extraña, pero ni canela y el oxigenado de su novio estaban, así que mi único escape de la soledad era Jeff.
-claro princesa. Solo lleva un suéter para después.
Subí corriendo por una sudadera y baje lo más rápido posible.
-¿a dónde iremos?
-a donde el viento nos lleve.
-¿ahora lees poesía? - me burle.
-no - sonrió.
-¿a dónde iremos?
-a donde Dios nos diga.

Sonreímos.

El clima era bueno, eran como las 3:00 y corría un poco de viento, había olvidado atar mi cabello por lo que este se movía cada que la brisa corría, de vez en cuando el viento frío calaba en la piel, pero era agradable, con un poco de pena tome el brazo de Jeff, él no me reprimió por lo que caminamos tranquilos uno atado del otro por nuestro agarre. - kelly
-hum
-¿Qué harás cuando me valla? ¿cuales son tus planes?

-seguir viva- hablé- ya no veo las cosas igual, ya no quiero verlas así.
-¿por qué no?
-estoy cansada, Jeff, ha pasado tan poco tiempo y he aprendido mucho de ti y de luke.
-¿Cómo que?
-paciencia, no ser tan negativa, esfuerzo, amor...-me detuve en el último porque no era el hecho que Jeff me halla enseñado a amar, solo hizo que me diera cuenta que valía la pena demostrar afecto a las personas que amamos.
-yo también he aprendido mucho de ti. - le mire confundida, jamás creí que alguien aprendiera algo de mi.
-¿Qué cosa? - pintó una sonrisa débil pero sincera, me miró de re-ojo mientas trazamos nuestro camino.

-Me has enseñado que aunque las cosas no estén dentro de las normas establecidas, no significa que no sean buenas y hermosas.

-no comprendía la mitad de sus palabras y no sabia que era lo que tenían que ver conmigo, pero fue realmente grato. Caminamos aún más en silencio.

-también planeo terminar la universidad, falta aún mucho, pero quiero terminar bien, quiero aprender del pasado de Sarah, quiero encontrar mi propósito. - hace semanas no me hubiera imaginado escuchar estas palabras, pero ahora estaban ahí, saliendo de mis labios con tanta facilidad que temía fueran vacías.
Jeff suspiro, su mirada se torno un poco triste, supongo que él también se había dado cuenta que en menos tiempo del que pensáramos tendríamos que decirnos adiós, sin embargo, aunque estábamos consientes no queríamos tocar ese tema.

-me alegra que pienses así, cuando te vi por primera vez te veías como una niña asustada que jugaba a ser fuerte, el parecido con tu hermana era realmente sorprendente, cuando me miraste con el verde profundo supe que tenias una historia que contar.
-le gustabas a mi hermana - solté. Jeff se quedó con los labios levemente abiertos, habíamos llegado a una parte del bosque un tanto alejado ¿en qué momento llegamos aquí?
-¿Qué? - seguida teniendo esa expresión en su cara.
-le gustabas, cuando la trataste ese día no paraba de hablar de ti - sonreí leve, la expresión risueña de Sarah era bastante tierna.
-suena lindo - hablo el de ojos grises. - pero no hubiera podido corresponderle.
-sí, lo sé, hubiera sido muy malo.
-lo que pasa es que me gusta alguien más. - algo se oprimió en mi pecho, él tenía a alguien en su corazón aun, algo me decía que era esa chica, Elizabeth, por un momento sentí pena por él.
-creí que no te podías dar el lujo de querer a alguien.
-puedo, mas no quiero. - esta platica ya la habíamos tenido, su dolor de lastimar a una persona resultaba ser un gran impedimento, aun no lograba comprender de que manera el podría destrozar el corazón de alguien.