Abre tus ojos

Día 16

Por fin era miércoles, mitad de semana, aunque por estar en verano no hay mucha diferencia a los demás días, me encontraba caminando por los pasillos del supermercado intentando encontrar a Michael pero por mas que buscaba no podía hallar a ese chico de cabello parado, pasaba por la zona de lácteos y nada, limpieza y nada, comenzaba a estresar demasiado esta situación.
-¿segura que trabajaba aquí? - pregunto Jeff.
-por supuesto, fue por mi culpa que le regañaron-Jeff rasco la parte  trasera de su nuca, habíamos dado vueltas y vueltas y no encontrábamos a nadie.
-otra opción sería encontrar al encargado - dije no muy convencida.
-¿Cómo es?
-enano, gordo, malo...
-¿es él? - pregunto Jeff mientras señalaba de manera discreta a aquel hombre, no era de buen parecer y parecía estar enojado todo el tiempo, no daban ganas ni de hablarle.
-disculpe - hablo educado Jeff, aquel hombre volteo a verlo y después de recorrer su físico con la mirada reiteradas veces el hombre contesto.
-¿Qué quieres? - me caía mal.
-estamos buscando a alguien, un joven,  queríamos saber si usted puede ayudarnos.
-si puedo - contesto rápido, por un momento sentí alivio. - pero no quiero, lo siento esa información no puedo dársela a cualquiera.
-por favor, es importante - menciono el de ojos grises intentando tener paciencia.
-no me importa, es información clasificada. -ni siquiera sabe que le vamos a preguntar - me metí en la platica.
-no, y no me importa, eso no es parte de mi trabajo - Jeff suspiro de manera pesada, este hombre no podía ser tratado con la cordialidad que Jeff estaba acostumbrado a tratar a las personas, es demasiado educado.
-mire, me vale un reverendo cacahuate si es parte de su trabajo, ese chico me salvo de una muerte segura y lo único que quiero es agradecerle, solo quiero saber su numero de celular.
-¿y que ganó yo? - la pregunta causó que Jeff abriera los ojos demasiado, de seguro explotaría, pero necesitaba ese numero si o si.
-¿Qué obtendrá?, si usted me dice el numero del chico no me veré con la obligación de decir a su jefe que se roba la mercancía en la sección de frituras, así que deje de proponer cosas absurdas y responda - estaba realmente enojada de que hubiera querido salir con un beneficio de esta situación, la verdad es que era un tiro al aire, no sabia si en realidad se robaba la mercancía pero me miró analizando la situación, había dado en el blanco.
-bien, bien, tú ganas - Sonreí victoriosa, Jeff suspiro de nuevo pero fue de alivio, el hombre saco una libreta y después busco algo en ella. - el chico ya no trabaja aquí desde hace dos días, creo un desastre en los higiénicos y fue despedido, aunque cuando se lo dije grito que renunciaba, este es su numero - me dictó cada dígito y yo lo apunte de manera rápida.
-gracias - dije y tome a Jeff de la mano para salir de ahí.
-bien solo falta marcar - Jeff tomo mi celular y llamo cuando contesto me sentía tensa y estaba nerviosa.
-Hola, buenas tardes ¿se encuentra Michael?, si, de parte de un amigo de kelly Overlland. - seguí escuchando Hasta que después hablo - Hola, Michael, soy amigo de kelly, hablamos un poco en el hospital, solo queremos hablar contigo un momento, si, aja, ahí estaremos, en 15 minutos estaremos ahí . adiós.
-¿Qué pasó?
-nos veremos en frente del museo en 15.
-esta lejos, no llegaremos.
-¿aun te duele la cabeza?
-nope.
-bien - tomo mi mano repitiendo la acción de minutos atrás, y así corrimos por todas las calles necesarias para poder llegar a tiempo.
-Jeff, ya no puedo - dije con la voz apagada, estaba tan cansada y detestaba estar de esta manera.
-ya llegamos, solo recupera la respiración.-él estaba recargado de sus rodillas para mantenerse en pie, alzó la mirada al igual que yo, realmente amaba sus ojos, son tan profundos y el color es simplemente hermoso.
-Hola-escuchamos ambos una voz tan tímida que me hizo mirar atrás con delicadeza, ahí estaba Michael con un beanie gris y una sudadera que le quedaba grande, portaba unos pantalones negros ajustados y unos botines.
-Hola - saludo Jeff mientras yo seguía en mi trance, había cambiado mucho, él nunca ha sido del todo delgado, sus labios siguen siendo rojos, como siempre, la timidez le invade y se puede notar en su cara enrojecida que solo hace que mire a Jeff y después a mi para terminar jugando con sus pies y la mirada en el suelo.
-¿Qué tal? - me pregunto después de unos segundos.
-Hola... Michael. - me sentía nerviosa, por muchas razones, no sabia como hablar y supongo que me veía patética.
-Michael, tal vez quisieras hablar aquí, o quizá en otro lugar.
-en un lugar más privado esta bien. - asintió, Jeff notó la tensión entre nosotros así que intento sacar un tema del cual todos pudiéramos hablar.
-fuimos a buscarte al supermercado. - hablo casual el de ojos grises.
-renuncie
-dijeron que te despidieron - hable.
-de todas formas pensaba en renunciar, ese trabajo es un asco - hablo fluido.
-¿por qué trabajabas ahí? - intentaba sacar toda la platica posible mientras caminamos a un café.
-no tiene mucho que regrese aquí, así que busque y acepte el primer trabajo que me ofrecieron.
-¿has venido solo? - hablo Jeff.
-si, pero estoy con un tío, estoy pensando en salirme de su casa, tengo un par de problemas con él, además planeo estudiar aquí la universidad, o al menos el ultimo año.
-¿Qué estudias?
-programación - me respondió rápido, la facultad de programación estaba en la ciudad y era muy buena.
-¿Por qué regresaste?.
-bueno, vine a buscar a alguien... Pero aún no lo encuentro.
-¿en serio? - pregunto Jeff. - ¿quien?
-a mi padre... - recordé todo en ese momento, desde que eramos pequeños y su madre entro solo de un segundo a otro alejando a el pequeño mikey de su padre, quizá ahora podría saber la razón por lo que alejaron de su padre y de todo lo que conocía, lo habían alejado de Sarah.
-¿por qué te fuiste? - pregunte de pronto.
-es... Una historia larga.
-de aquí a un café nos da tiempo para que la cuentes.
-bueno, no lo había entendido hasta unos años después, mi madre y mi padre peleaban mucho, demasiado para ser verdad y llegaron a un punto donde no se soportaban y yo era lo único que los mantenía juntos, pero todo tiene un fin ¿cierto?, la paciencia se acaban e incluso el más fuerte se cansa de fingir que esta bien.
-ellos se separaron - finalice.
-si, pero ese no es el asunto, yo nunca note un cambio en mi padre, simplemente mi madre me alejo de él y me dijo que según mi padre ya no me quería y que nos había corrido de la casa, cada que yo preguntaba obtenía la misma respuesta pero yo no estaba convencido, no lo creía y ahora tampoco.
-y regresaste para preguntarle.-completo la frase Jeff, al final resulta que a mikey también lo trato mal la vida.
-si, y porque no tenía algún otro lugar adonde ir.
-¿y tú mamá?
-murió el año pasado - hablo frío, como si eso no le afectará, resto importancia a su comentario.
- ¿Cómo? - seguía sorprendida por la noticia.
-el año pasado murió, fue justo para una vida llena de alcohol y pastillas para dormir - la kelly de meses atrás no hubiera sentido nada de compasión pero ahora me encontraba mal, pobre Michael, aquel niño que merecía una vida con ambos padres, que merecía la mejor de las familias había recibido lo peor, una infancia llena de adicciones había corrompido al mikey sonriente que yo recordaba, ahora era un joven con timidez  buscando respuestas.
-no se que decir - mencione.
-no digas nada.
-me alegra que a pesar de todo sigas en pie, gracias a Dios. - mikey alzó la mirada al cielo y sonrió.
-han sido años difíciles, no soy la persona mas espiritual, pero aun conservo lo que aprendí en esos dos años que tu madre, kelly, invitaba a la mía para ir a la iglesia, aun recuerdo cuando te castigaban por no querer entrar al salón - sonrió de manera pesada.
-entonces kelly siempre ha sido así - afirmó Jeff.
-si, siempre.
-quieres decir que cuando eras pequeño ibas a la iglesia.
-sí.
-¿por qué no mas? - Jeff despertó un interés.
-ella - su madre - me lo impedía.
-es triste.
-estaba enojada con Dios porque su matrimonio no funciono así que se refugio en otras cosas.
-es preocupante la falta de Dios en la vida de las personas.
-bastante.
-¿piensas regresar?
-aun no lo se, ha pasado mucho, no se nada.
-oh, tranquilo, estas con el indicado - hable, Jeff sonrió de manera divertida.
-¿Jeff?
-sí, he ante ti al líder de jóvenes de la congregación, cuyo propósito de verano es cambiar mi vida para bien y darme lecciones se vida junto a su hermano oxigenado y mi amiga con nueva vida.
-no entiendo
-Jeff ha estado todo el verano en mi casa junto a su hermano Luke el cual se enamoró de mi mejor amiga, que también vive conmigo, ahora son 3 cristianos contra mi.
-no puedo creer que te hayas resistido todo este tiempo - mikey sonrió asombrado.
-tú sabes, han pasado cosas.
-supe que tu papá murió. - si, fue difícil.
-era un hombre muy bueno, siempre supe que tu familia era perfecta, es algo que yo deseaba, pero Dios no me dio ese privilegio - sentí un hueco en el estómago, las palabras de Michael derramaba tristeza en cada sílaba, su anhelo de tener un familia se había desmoronado, al igual que la mía. - no se puede hacer una familia solo con dos personas - me había quedado en shock, eso era justo lo que pensaba, cuando Jeff se fuera y Luke también, cuando canela tuviera que regresar a casa solo seriamos mamá y yo, así no podíamos ser una familia, con tan pocos integrantes, comprendía en totalidad a mikey y eso no se sentía bien.
-¿estas bien? - la voz de Michael sonaba en mi cabeza, no me había dado cuenta que había dejado de caminar, mire al rededor, no estábamos lejos del centro.
-si, recordé que hay un café cerca de aquí.

Nos adentramos en el centro comercial y caminamos por los pasillos, en este trío yo era la única que conocía la ciudad, Jeff y Mikey solo me seguían.
-¿aquí? - pregunto Mikey - yep - asentí y entramos, minutos después ordenamos 2 capuchinos y Jeff insistió en tomar solo té, que el café tenia mucha azúcar y no le venia bien en este momento.
-entonces, mikey,¿puedo seguir diciéndote así?
-claro - de manera tímida acepto.
-deseas tener a tu familia completa.
-es algo que anhelo, pero se que no es posible, la única forma de tener una nueva familia es... Ya sabes, casarme, pero me siento en un gran desorden.
-claro, tienes muchos pendientes, eso te hace sentir así-hablo Jeff tomando de su té.
-por cierto, kelly, ten - dirigió a mi el libro comprado de días pasados. - esta buena la historia.
-apenas había comenzado a leerlo.
-lo tome después de que quedaste inconsciente, supuse que querías terminar de leerlo.
-gracias mikey.
-no hay problema.
-no, me refiero a todo, si tu no hubieras estado ahí yo... Yo.
-para ser sincero siento que solo fue distracción, si yo hubiera estado solo unos pasos más adelantado me hubiera tocado a mi.
-perdón, por darles un gran susto a los dos. - Jeff dejo la taza de té. - ya te dije que esta bien kelly, solo que deberías estar mas al pendiente.
-sí, no pasará de nuevo, pero bueno mikey queríamos verte para eso, queríamos agradecerte.
-no hay problema, alguien en la misma situación habría hecho lo mismo.
-no lo creo, arriesgaste tu vida - hablo Jeff, mikey se encogió de hombros.
-te veías asustada - pronunció el chico de beanie gris.
-lo estaba.
-¿por qué? - dirijo la mirada a mi intentando tener respuesta.
-yo... Solo creí ver algo.
-¿algo? - Jeff me miró poniéndome nerviosa.
-si.
-¿Qué? - pregunto de nuevo.
-escuche la voz de Sarah-mentí pero cerré los ojos al instante dándome cuenta que cometí un error.
-kelly- Michael hablo firme. - ¿y Sarah?

Todo mi mundo se puso en pausa en ese instante.

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Bendiciones.

To the moon
Xx