Día 20

535 50 6
                                    

-tiene mucha fiebre -hablo canela mientras miraba con atención el termómetro que Jeff tenia bajo el brazo.
-no es nada.
-esta llegando a cuarenta grados, mírate, estas pálido y Tiemblas como maraca.
-me gusta tu delicadeza al decir las palabras -me sincere.
-iré a buscar un médico, creo que mamá tiene el numero de uno, iré con Luke, tú, kelly, mantén el trapo frío en la frente de Jeff - asentí a cada indicación de canela y me dispuse a mantener el trapo frío como si fuera la misión más importante del mundo.
-no volveremos a quedarnos dormidos en el pasto-hable completamente arrepentida, pues la noche anterior Jeff y yo habíamos hablado Hasta tarde y me quedé dormida en el suelo, eran ya las 11:00 pm cuando despertamos y hacia demasiado frío y estábamos húmedos por el sereno de la noche.
-valió la pena.
-solo mírate, Jeff.
-estas peor que mi madre, ella solo se ponía a orar y después todo estaba bien.
-si Dios puede sanarte ¿por qué no oras?
-por alguna razón no quiero recuperarme.
-no entiendo.
-estas aquí conmigo cuidando de mi como si fuera lo mas importante, no perderé ese privilegio.
-hu... - me había quedado sin palabras, Jeff se había sonrosado de las mejillas aunque bien podría ser por la fiebre, simplemente me dio la espalda.
-estaré afuera- anuncie y salí a toda prisa, cuando cerré la puerta puse una mano en mi pecho, mi corazón latía rápido, no pude evitar sonreír.

"para estar tan rota sonríes muy bonito"

Recordaba aquellas palabras de él , las cuales fueron las primeras que causaron miles de emociones sin discernir dentro de mi.
El sonido de 21 gun's de Green day interrumpió mis pensamientos.
-debí cambiar el tono - hacia semanas que quería hacerlo pero siempre lo olvidaba. - si?
-Hola soy Mikey.
-Hola, pasa algo?
-no, nada, yo solo quería preguntar si estabas disponible para hablar.
-Jeff esta enfermo, pero si quieres venir puedes hacerlo.
-esta bien - le dí la dirección a Mikey y posteriormente me dirigí a mi cuarto, casi me doy un paro al corazón cuando menos me percate de mi pésima condición, tenia que apurar a alistarme, sabía que Mikey no tardaría en llegar.

-Hola! - saludo muy contento el joven
-Hola - salude de muy poco ánimo.
-¿Está muy mal?
-no, solo es un resfriado - y sonreí un poco para demostrar que todo estaba bien. Platicamos un poco hasta que por mi mente paso el motivo por el que Mikey había venido.

-¿De qué querías hablar?
-ayuda - me desconcertó totalmente.
-ayuda, ¿en qué?
-a encontrar a mi padre, necesito saber su ubicación, todo.
-hace mucho que no se de él, y no entiendo como puedo ayudar si no se nada.
-podrias ayudarme preguntando a tus conocidos de la infancia, no se, por favor, kelly, necesito esto, necesito saber la verdad.
-¿cuál verdad?
- la verdadera razón por la que mi vida fue arruinada. - sentí tanta Pena en ese momento, los ojos de mikey suplicaban respuestas que seguro yo no tendría, pero había sido mi amigo y única compañía después de Sarah, habíamos compartido cientos de aventuras juntos ¿Cómo no ayudarle?
- lo haré, te ayudare, lo que este en mis manos.
-¡GRACIAS! - gritó mientras se lanzaba a mi rodeando me con sus brazos, resultaba ser demasiado agradable, por unos segundos intente alejarlo pero supuse que le hacia tanta falta a él tanto como a mi.
-perdón - dijo de pronto tomando distancia.
-sigues teniendo cara de inocente, Mikey, no cambias.
- yo se que de pequeña estabas enamorada de mi.
-jamas - reí por lo dicho.
-me gustabas - anuncio
-antes, y era muy notorio.
-antes, y no sabia fingir, ahora si - afirmó. Sabia las movidas de Mikey, las bromas que hacía y sabía perfectamente que ahora yo no era de su interés, y es que esa es una broma antigua entre nosotros.
-que lindo, los amigos de la infancia se reencuentran años después con un amor confesado.
-¡Jeff! ¿Que haces aquí? Deberías estar acostado - regañe al ver al joven de ojos grises detrás de mí con una manta enredada en su cuerpo.
-tenia sed, y te llame pero no estabas, así que baje.
-pudiste haber gritado.
-tengo pies y manos, puedo hacerlo yo.
En ocasiones tenia comportamientos extraños, pero aún así me gustaba.

Abre tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora