Uno

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Sentado en el suelo de la ducha. El agua fría cayendo en mi nuca, abrazando mis piernas mientras el agua color rojo se iba por la tarjea.

•••

Hoy era 17 de septiembre, mi cumpleaños. Lo primero que hice cuando me desperté temprano por la mañana; fue pararme de mi cama e ir a cerrar con seguro la puerta de mi habitación y taparme con las sabanas hasta la cabeza.

Hoy mi padrastro había pedido el día libré.

Me mantenía debajo de las sabanas con mis ojos cerrado, hasta que escuche el sonido del seguro de la puerta votarse.

—Sabes que ponerle seguro no va a evitar que yo entre. –dijo aquel hombre con desafiante voz.

Al sentirlo dentro de mi habitación me quite las sabanas de la cabeza.
Su forma de dominar la situación siempre me causaba nervios.
Su forma de imponer derecho sobre mí, me daba miedo.
Cada vez que lo veía sentía terror.

No dije nada sólo lo observe fijamente. Era alto, mucho más que yo, su cabello color negro al igual que sus ojos, los bellos de su mentón que formaban una sombra de barba apenas notable.

—Te tengo un regalo por tu cumpleaños. –caminaba hacia mí cada vez estaba más cerca.

—No lo quiero. –mi tono de voz era bajo.

Comenzaba a deslizarme hacia el lado contrarió de la cama para estar lo más lejos que se pudiese de él.

—No te pregunte si lo querías o no.

Jaló de mi muñeca haciendo que cayera sobre la cama.
Había caído boca bajo lo cual era perfecto para él.

Puso su mano en el borde de mi pantalón jalandolos hacia bajo. Dejando al descubierto todo aquello.

Escuche su cinturón después su cremallera.

Cerré mis ojos con fuerza.
Él entró sin aviso como siempre y empezó a empujar fuertemente mientras pasaba sus manos por toda mi espalda.

—No me cansó de contar los lunares de tu espalda cada vez que te tengo así.

Es asqueroso.

Acabo y salió de mí tomadose su tiempo para cada movimiento.
A

comodo sus pantalones mientras se dirigía a la puerta.

—¿Pongo seguro, o solo cierro?.–dijo, parado al pie de la puerta mirándome.

Seguía sobre la cama, no contesté sólo voltee mi cabeza a otro lado.

—Dejaré así... –se retiró.

Apoye mis manos en la cama y me levanté.
Tome ropa limpia y me dirigí al baño.
Despojandome de mi ropa entre a la ducha.

Sentado en el piso de esta mientras en los dedos de mi mano derecha sostenía una navaja y mi muñeca izquierda sangraba.

Abrase mis piernas el agua fría caía en mí nuca y el agua color rojo se iba por la tarjea.

A pesar de saber que esto no acabaría pronto o tal vez nunca...Siempre me hacia la misma pregunta

¿Mañana será diferente?

Padrastro [2jae]Where stories live. Discover now