Retos y Apuestas |EN EDICIÓN|

12

El lunes por la mañana, Marc estaba esperando a Félix afuera de su casa para llevarlo a la escuela.
Marc era más atento con Félix, cosa que hacía pensar a este que en serio Marc sentía algo por él.

Y así la semana pasó, Tiana aún no volvía y Félix sólo estaba a dos semanas de estrenar la obra de la cual era el protagonista.
Llegó el jueves y Marc invitaría a Félix a una "cita" para poder terminar la apuesta lo más antes posible y olvidarse de Félix.

—Félix —llamó su atención.

—¿Qué pasa Marc? —dijo con una sonrisa.

—Quería invitarte a salir mañana.

—¿Cómo en una cita? —se atrevió a preguntar.

—Como en una cita —afirmó Marc.

—Perfecto —la sonrisa de Félix se hizo más grande— ¿A dónde iremos?

—Se me ocurría que podíamos ir al parque de diversiones.

—¡Si! —dijo Félix entusiasmado.

—Bueno, entonces... ¿pasó por ti a las 5?

—Te estaré esperando.

Toda la tarde y día siguiente Félix estuvo esperando muy emocionado su cita con Marc. Media hora antes de que Marc llegará Félix ya estaba listo y sentado en el sillón, esperando a que el timbre se oyera.
Mientras esperaba, Félix se preguntaba si sentía algo por Marc, no lo sabía, ¿eso era malo?, ¿Bueno? Tampoco lo sabía. Lo único que sabía es que hace mucho que no se sentía así.
El timbre sonó y Félix se paró del sillón y se dirigió a la puerta, la abrió y salió para después cerrarla.

—¿Listo? —Félix asintió con la cabeza.

El parque de diversiones estaba a 20 minutos de dónde Félix vivía. En el camino Marc se la pasó callado mientras Félix le contaba cualquier cosa. Cuando llegaron se subieron a un par de juegos.

Marc lo tenía todo plandado, primero ganaría un el peluche más grande que pudiera en el juego más fácil para Félix, luego fingiria que olvido algo en su carro para ir por un ramo de 24 rosas rojas y para cuando el sol se estuviera metiendo le pediría que fuera su novio. El propósito de Marc al crear tal propuesta se debía a que, con el peluche, las rosas y la multitud que de seguro se juntaria, Félix estuviera un poco obligado a aceptar.

El plan transcurrió a la perfección, cuando regresaba con las 24 rosas a donde estaba Félix tocó su hombro y cuando volteo se arrodilló. Félix sólo se tapó la boca con la mano.

—Félix, se que nos conocemos desde hace poco, pero desde entonces eres en lo único en lo aue pienso y no quiero esperar más, Félix Alexander, ¿quieres ser mi novio? —para ese entonces un círculo de personas los rodeaban.

—Si —dijo Félix mientras reía nervioso.

Marc se paró y abrazo a Félix mientras unas cuantas lágrimas salían de sus ojos, y no precisamente porque estuviera feliz. Sino porque no podía creer lo que acababa de hacer, ¿por qué no simplemente pudo darle los $60 dólares a Tony?, ¿Félix de que tenía la culpa? En ese preciso momento, Marc se sentía como la peor persona del universo. Y mientras Marc pensaba en todo eso, Félix lo sorprendió dándole un beso en los labios, el cual, Marc siguió sin saber porque...