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—Nos besamos, pero fue un reto —dijo rápidamente, esperando que Tiana no se enojara tanto al saber que esperó tanto para contarle.

—¿Por qué diablos no me lo dijiste? —preguntó molesta, se suponía que ella y Félix eran mejores amigos y se contaban todo, entonces ¿por qué diablos había esperado tanto tiempo para contarle algo tan importante?

—No significó nada, fue un reto estúpido, él estaba borracho. Estoy seguro de que ni siquiera recuerda lo que sucedió —aunque la verdad es que Félix solo quería evitar el tema a toda costa, quería más que nada que no se significara algo, que se quedara en un estúpido reto que solamente sucedió porque el estúpido de Tony estaba tan borracho que la única idea que tuvo para un reto para Marc era besar al chico gay. 

—No me mientas Beckett —Tiana solamente usaba el apellido de Félix cuando realmente estaba enojada con él o cuando estaba hablando de algo serio— ¿qué diablos sucedió? —Félix se quedó callado una vez más, no quería hablar de ello, no quería pensar en lo que había pasado— ¿qué sentiste cuando sucedió?

—No lo sé —contestó honestamente, había estado pensando en aquel beso todo el fin de semana, pero no sabía que significaba, y mucho menos se había puesto a pensar en que había sentido cuando estaba sucediendo— no lo había pensado —dijo más para si mismo que para Tiana. 

—¡Te gustó! —gritó, esa chica no sabía lo que significaba la palabra discreción. Amaba que Tiana tuviera aquella actitud escandalosa, se complementaban perfectamente ya que Félix era normalmente mas callado y reservado— te besaste con Marc Tremblay, ¡y te gustó!

—¡Shhh, Tiana! —se apresuró Félix, agarrando el brazo de Tiana, con tanto pánico en su voz que Tiana incluso se preocupó un poco— baja la voz —suspiró, nunca se sabía quien podía estar escuchando— no lo sé Tiana, fue solo un estúpido  reto, estoy seguro de que para él no significo nada. 

—Tienes razón, sobre mi cadaver que otro hombre juegue con tu corazón otra vez. 

—Ni siquiera me lo recuerdes —contestó, un poco triste mientras recordaba lo que había pasado la última vez que alguien le había gustado de verdad. 

—No quieras empezar a llorar Beckett, porque te prometo que esta vez no iré a comprar helado, ni te prestare mi cuenta de Netflix para ver películas —mentía, siempre que Félix recordaba a Sam se ponía mal a pesar del tiempo que había pasado, pero sin importar qué, Tiana siempre estaba para Félix. 

—Perdón, esa relación ya no tenía futuro, pero ya sabes lo que dicen. La primera nunca se olvida —cerró los ojos con fuerza y sacudió la cabeza.

—Lo siento, no debí mencionarlo —palmeo su hombro.

—¡Félix! —se escuchó a lo lejos— hasta que te encuentro.

—Oh... —habló Félix en cuanto se dio cuenta de que Marc era la persona que lo estaba buscando— ¿necesitabas algo? —preguntó, con aquel tono amable que normalmente usaba cuando algo no le parecía bien.

—Quería que camináramos juntos a casa —sonrió, Félix se quedó callado, mirando a Tiana en busca de ayuda.

—Uhm, hoy no puedo —contestó, tenía la excusa perfecta para no ir con Marc— tengo que quedarme para coro. 

—Oh —empezó Marc, y aunque por un momento Félix pensó que Marc se rendiría y se iría solo a su casa, estaba completamente equivocado— no hay problema, te espero, sirve que hago mi tarea de Inglés. 

Félix suspiró, mientras Tiana le lanzaba una mirada un tanto burlesca. Félix sabía exactamente lo que aquella mirada significaba, que no se quedaría y que lo dejaría sufrir con Marc por el resto de la tarde. 

—¡Adiós! —dijo Tiana mientras colgaba su mochila en un hombro y salía del salón de clases antes de que Félix siquiera pudiera procesar lo que estaba sucediendo. 

Félix no dijo ni una sola palabra, simplemente tomó su mochila y salió del salón de clases para dirigirse al salón de coro. Marc seguía a Félix, no muy seguro de que decir o hacer para captar la atención de Félix, y tampoco muy seguro de si lo que estaba haciendo estaba funcionando. Todo funcionaba de diferente manera en la cabeza de Marc. Dado que Marc nunca había tenido ningún problema hablando con chicas, por alguna razón pensó que con Félix sería similar... como se había equivocado. 

Mientras Félix estaba en su ensayo de coro Marc estaba haciendo su tarea de Inglés. No estaba demás decir que cualquier persona que pasaba por donde Marc estaba sentado afuera del salón de coro lo miraba de la manera más extraña. No era normal que alguien como Marc estuviera sentado en el pasillo de música. 

Después de una hora en la que Marc terminó aburriéndose de hacer tarea, Félix al fin terminó su ensayo. La verdad es que una pequeña parte de Félix esperaba que Marc se hubiera aburrido de esperar y se hubiera ido a su casa, pero en su lugar en cuanto Félix salió del salón de coro, Marc estaba sentado en el piso, con sus audífonos para escuchar música. Marc tenía los ojos cerrados.

Félix se tomó un segundo para observar a Marc. Por un lado Félix se quedó callado, viéndolo por unos cuantos segundos mientras pensaba que Marc no era feo... por lo contrario, su rostro tenía unas características demasiado llamativas... pero por el otro lado, Félix estaba pensando que a lo mejor podía escapar antes de que Marc abriera los ojos y se diera cuenta de que ya había acabado su ensayo. Félix estaba a punto de irse, pero reconocía que se sentiría culpable si lo dejaba ahí después de que el ensayo había acabado. Félix no quería meterse en problemas con nadie. 

—Marc —habló Félix, mientras se sentaba junto a él para mover su hombro— el ensayo se acabó hace unos minutos.

Marc no dijo nada, simplemente abrió los ojos, se quitó lo audífonos y se levantó. El camino hacía el estacionamiento de la escuela fue silencioso y un poco incómodo. Ninguno de los dos había dicho nada por la mayoría del camino, no hasta que estaban a solo unas cuadras de la casa de Félix.

—Marc -llamo su atención— no quiero ser grosero, pero...

—Espera —Marc lo interrumpió— sé lo que vas a decir —mencionó mientras volteaba a verlo y alentaba el paso— sé que a lo mejor te estarás preguntando porque es que justo ahora he empezado a hablarte —Félix asintió— es que después de la fiesta me di cuenta de que hemos estado en la misma escuela por tanto tiempo pero nunca hemos hablado, así que pensé que podría ser una buena idea hacer nuevos amigos.

—Oh... —algo en aquella respuesta no hacía mucho sentido, pero Félix no sabía como decirle que no le creía ni un poco— bueno, gracias por acompañarme —agradeció en cuanto llegaron a casa de Félix.

—No hay de que —sonrió— nos vemos mañana Félix.

—Adiós Marc.

Félix entró a su casa, y en cuanto cerró la puerta subió directo a su habitación para asegurarse de que Marc se hubiera ido. En cuanto vio a Marc caminar en dirección a su casa dio un suspiro. 

El resto de la tarde Félix se la paso pensando inconscientemente en Marc y recordando el beso de la fiesta, y de lo que Tiana le había dicho. ¿De verdad le había gustado aquel beso?, ¿había significado algo?
Además de Sam, su ex-novio, Félix no había besado a ningún otro chico. Sam había sido su primero en casi todo, su primer beso, su primer amor... era difícil olvidarse de él pero aquella relación no era saludable. Solo esperaba que jamás pensará siquiera en dirigirle la palabra.

Retos y Apuestas |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now