33- Disculpas

1.8K 352 66
                                    

Al fin, al fin divisé la figura que tanto quería que mis ojos distinguiesen. No me había fijado en toda la tarde en el atuendo de mi amigo, pero la chaqueta vaquera azul marino que le adornaba los hombros le sentaba realmente bien desde la distancia a la que me encontraba. Tenía costuras sueltas y algunos parches de adorno que combinaban de maravilla con los pantalones negros y las zapatillas de ese mismo color, de las que la suela blanca destacaba sobre todo lo demás. Me costó alcanzarle, llevaba un paso bastante apresurado, probablemente por la frustración que sintió momentos antes cuando estábamos junto a Namjoon.

La única diferencia es que nos encontrábamos a solas en la inmensidad de las calles de la ciudad.

Gracias a un tirón de manga que le propiné cuando mis manos le rozaron pude pararme en seco y hacer que se girase hacia mí. Estaba con los ojos rojizos, probablemente no hubiese llorado aún, y estaba bastante tenso, algo que acrecentó cuando nuestras miradas se cruzaron. Por su expresión no se habría imaginado que echaría a correr tras él, no estaba preparado, o más bien estaba aguantándose las ganas de verme.

No dije una palabra, ninguno dijo nada hasta que no estuve con la respiración calmada y le solté la prenda que tenía aferrada con miedo a que se marchase y no la volviese a ver. Al levantar de nuevo la vista hacia él, pude ver cómo levantaba una mano antes de volver a cerrar los ojos con miedo. Nunca habría adivinado que Seokjin fuese una persona violenta, pero me lo merecía, me merecía varios por haber sido tan idiota.

"Con esos brazos me va a quedar marca"

No pude estar más equivocado.

En lugar de sentir su mano posarse de una forma no muy agradable en mi mejilla, noté cómo la posaba y me la acariciaba, mientras que su otro brazo me rodeaba la cintura para atraerme a él y apretarme con fuerza, haciendo el mayor contacto posible conmigo, abrazándome como no lo había hecho hasta el momento. Finalmente, cuando dejó de tocar mi mejilla, llevó el otro brazo tras de mí y finalizó el cálido acercamiento que tanto me estaba derritiendo por dentro.

-Pensé que me ibas a besar... -Escondí mi cabeza entre su cuello y su hombro, apretando mis brazos alrededor de él incluso más fuerte de lo que lo estaba haciendo mi amigo. Mis pensamientos estaban disparados, y sin darme cuenta solté lo que primero se me pasó por la cabeza cuando su pulgar recorrió mi suave piel haciendo círculos en ella momentos antes de adoptar la posición con la que contábamos.

-¿No tendrías que decir otra cosa, como pedirme disculpas, tal vez?

-¿Qu...? -Lo había dicho, realmente lo había dicho. A cada palabra que soltaba me volvía más estúpido, aquello debía ser un récord, aunque no sería uno personal sino que sería cosa de dos puesto que lo que hacía que perdiese la cabeza era quien en ese momento me estaba dedicando uno de los momentos más preciosos de mi existencia. -Lo siento, no quería decir eso...

-¿No querías decir el qué, lo de esta tarde, o lo de hace un momento?

-Las dos. -No lo estás arreglando, y lo sabes. Sí, lo sabía, pero si le decía lo que realmente pensaba ya estaría lanzado sobre sus labios.

-¿Qué te pasa, Yoongi? Tú no eres así, y lo sabes.

-Supongo que... es la emoción del concierto. Estoy nervioso, y a veces se me nubla la mente. -Estoy así porque estoy celoso, pero no te lo voy a decir porque bastante la he liado ya.

Nos separamos tras unos segundos sin hablar, concentrándonos ambos en el calor del otro, yo me estaba disculpando en lo más hondo de mi corazón mientras que él aceptaba todas y cada una de mis palabras escondidas en él. 

Nos miramos a los ojos.

"Joder, ¿por qué tiene que ser tan guapo?"

-Iré, y te estaré animando. Seré tu fan número uno esa noche, así que tienes que hacerlo bien. -Más presión sobre mí que debía soportar, pero que de un modo y otro me ayudaría a no perder el encuentro, o eso quería desear.

Asentí, y sin esperar un instante más nos encaminamos hacia su casa. Cuando pensé que no podía ir mejor la reconciliación, el más alto pasó un brazo alrededor del mío, y no se soltó hasta que finalizamos el camino. Sabía de sobra que no era porque tuviese miedo, o porque estuviese nervioso, o simplemente porque estuviese mal. Me había atrapado porque quería, y por un momento una chispa en mí se encendió con letras en mayúscula que no dejaban de parpadear con la frase "Tienes alguna oportunidad".

-Yoongi. -Cuando había dado la espalda a los barrotes de la puerta de su casa, su voz me hizo girarme como si supiese que me iba a llamar. -¿El domingo tienes planes?

-No, es domingo. Mis planes son dormir. -Me encogí de hombros, pues era la verdad. ¿Es que los domingos la gente acostumbraba a hacer algo?

-Ya veo. -Sonrió radiantemente, como si hubiese olvidado todo por lo que habíamos pasado ese día. -¡Mañana nos vemos!

¿Qué tramas, Seokjin?


-¿Qué coño quieres? Es tarde, y mañana madrugo. Más te vale que no me llames para que te dé otra patada en el culo.

-No, más bien lo hemos arreglado, creo.

-Más te vale.

-¿Desde cuándo te gusta tanto amenazarme?

-¿Solo me llamas para esto? Podrías haberme mandado un mensaje, o algo, y no haberme despertado de esta manera.

-Acabo de llegar a mi casa.

-Ahá.

-Y luego yo soy el borde.

-¿Terminas ya, o también necesitas un empujón?

-Nam, no me había sentido nunca así.

-Oh, no, ya empiezas.

-¿Para esto te tengo de amigo?

-"Oooh, Seokjin, cuánto te quiero". ¿Acabo de resumir tus pensamientos?

-Sí.

-Pues buenas noches.

-A la próxima no te llamaré.

-¿Va a haber próxima?

Y colgó.

Cada vez admiraba y odiaba más a mi amigo. No entendía cómo podía conseguir hacerme pensar de una manera tan rebuscada en un momento. ¿Habría próxima? ¿Realmente quería pasar el resto de mi vida con Seokjin? ¿Toda? ¿No me enamoraría de nadie más nunca?

Pues no, no me enamoraría.

Quizá no le conociese desde hacía muchos meses, y menos años, pero tenía seguro de que no encontraría a nadie como él, aunque viajase por cada rincón del planeta Tierra y pusiese mi vida y esfuerzo en ello. No había nadie igual, y nunca lo iba a haber.

Si ocupar mis pensamientos era tu objetivo, vas a preservar el éxito hasta que me muera, porque sé que no me voy a olvidar de ti.

«Tan malo como parece» - YoonjinWhere stories live. Discover now