62/ Dimitri

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Desperté al lado de Roza, ella me miraba contenta - lo logramos - dijo antes de levantarse - acabamos con Alistair - su sonrisa me contagió - al fin tendremos paz - la abrace

- al menos hasta que otro loco quiera tus poderes o controlar todo - rodó los ojos - bueno tienes razón -

- en realidad... tu lo derrotaste -

- con tus poderes - bese su frente. El medico entro acompañado de Janine, Mikhail y mi madre, nos miraban confundidos pero la alegría que brotaba de sus sonrisas decían todo. Salir del hospital fue un alivio aunque no haya estado ahí mucho tiempo como paciente sí estuve cuidando a mi esposa - vamos a ver a las niñas - Ibrahim abrazó a Rose con mucho cariño, se notaba un poco la incomodidad de ella aun así recibió la muestra de cariño sin decir nada

- ¡Mamí! - mi hija salto a sus brazos contenta para después mirarme a mi - ¡camarada, la salvaste! - me dio un beso, mis pequeñas solo nos miraban, me preguntaba si habrían sentido la ausencia de ambos, tomarlas en nuestros brazos era maravilloso, tenia a mi familia junta, mi esposa e hijas, como siempre debió ser, las estupideces se quedarían en el pasado pues no había modo de que volviera a fallarles, fuimos a la mansión, estábamos conviviendo todos juntos, incluso Demir carecía de esa imagen seria mientras abrazaba a su hija y a Lydia, pronto perdí de vista a mi Roza, entre hasta escuchar un violin; seguí el sonido a la biblioteca de Anthony, ahí estaba ella sentada tocando tranquilamente, no noto mi presencia

- debo dejar de ser tan predecible - lo dejo a un lado

- no quería interrumpir - me disculpe - pero te extrañe allá afuera -

- no interrumpes - me senté a su lado - tenía ganas de tocar un poco y estar en este lugar donde mis abuelos pasaron momentos muy lindos - sonrió - aquí se sentaban, como novios, cuando era pequeña, mi abuelo le tocaba las más bellas melodías a mi abuela, se miraban con amor y yo solo podía pensar en lo lindos que lucían, cuando crecí y recordaba esos días no pensaba mas que en la añoranza de algo así -

- puedo aprender a tocar si quieres - bese sus labios - haré lo que desees -

- lo sé pero no es necesario, eres maravilloso así y no te cambiaría por nadie, además, me rescataste sin pensarlo... pudiste negarte cuando te llevaron  ahí y seguir con tu vida sin embargo, no lo hiciste -

- no me paso por la cabeza ni por asomo - tomó mi mano para regresar con los demás, Lissa le dijo algo por el vinculo, algo que hizo reír a mi mujer mientras me miraba - ese vinculo aun me vuelve loco y siendo en dos direcciones más -

- acostúmbrate porque  lo veras siempre - levanté una ceja - Lissa es mi hermana, no importa los errores del pasado solo que ahora esta con nosotros como siempre debió ser, con todo y Sparky... aun me pregunto que hice para merecer ese cuñado -

- puedo oírte Rosie - Christian estaba atrás

- lo sé y no me importa flamita -

- ¿flamita? - Eric estaba al lado de su padre - ¡flamita! - corrió a contarle a su madre y a Irania 

- me las pagaras Rose - la reto, yo rodé los ojos pensando que no tenían remedio esos dos - alzo bolas de fuego delante de mi esposa

- cuando quieras Sparky pero te advierto que te venceré con los ojos cerrados -

- ustedes dos... ¿no pueden vivir sin pelear medio segundo? Le das un mal ejemplo a Rosie - miro a su pequeña que miraba con ojos curiosos a mi esposa

- Rose - aclaro Roza - Rose impone y Rosie suena a princesa en la torre - sonrió a la pequeña - ¿verdad? - ella asintió contenta - cometiste un error al ponerle así Liss, será un torbellino - comenzamos a reír pensando en que nos esperaba una vida muy ajetreada  con tantos pequeños al rededor, Lissa tomo de la mano a su mejor amiga alejandola de mí

- espero que de verdad me hayas perdonado por poner en peligro a todos - Christian miraba hacia el frente

- no puedo decir que cuando lo recuerdo no me frustra sin embargo, ya es algo del pasado, somos familia y como tal debemos estar juntos - sonreí - además yo también habría hecho todo por mantener a mis mujeres sanas y salvas - nos sentamos en el pasto con los otros, sabía que por la mente de los demás también cruzaban los años que habían pasado, las tristezas y alegrías, todo eso ahora tan lejano seguía siendo una cicatriz aunque ahora menos perceptible

- Dimitri se te va la vista - Mikhail puso la mano en mi hombro - Deja de mirar así a tu esposa porque sigue siendo mi hermana - comencé a reír y es que era cierto, no perdía de vista a la mujer hermosa que en estos momentos estaba enseñándole trucos a Irania y Eric, las gemelas observaban fijamente ¿de  verdad eran bebés? Yo podía observarlas mover las manos como su madre intentando hacer lo mismo, aunque Irania también parecía más despierta que el resto cuando era pequeña - gracias - lo mire - por traer de vuelta a mi hermana, jamás podre terminar de agradecerte lo que hiciste, tuve tanto miedo a perderla -

- es impensable que yo la dejara ahí, lo sabes - asintió.

Comimos, bailamos, nos divertimos como hacia tanto no sucedía - guardian Belikov - Eric se paro frente a mi - algún día me casaré con Irania - lo miré serio

- ella solo se casara hasta que tenga 50 años -

- la esperare - se alejo mientras mi pequeña le ponía cara de coraje y sacaba la lengua

- ¡Dios! Aun no llega a la adolescencia y ya te pidieron su mano - Roza se acostó en mis piernas

- eso es culpa tuya, le heredaste tu belleza, aun así tendré vigilado a ese muchachito  -

- tienes que admitir que sería lindo - Lissa se sentó a nuestro lado - ¿te imaginas que nuestros hijos se casaran? -

- oigan déjenme disfrutar de mi  paz durante un tiempo ¿no? Aun falta mucho para eso - dije con la ceja levantada - no metan ideas -

- concuerdo con Dimitri, todavía somos jóvenes para pensar en yernos y nueras - Christian me dio la razón -

Llego la hora de ir a dormir, acostamos a las pequeñas ya en nuestra casa, las tres durmieron pronto, al parecer la fiesta les había consumido mucha energía, Rose se acomodo en la cama y yo la seguí, me recargue en su pecho, acarició mi cabello, era fácil descansar así - guardian blanco - levante mi rostro - ha hecho honor a su cargo - me besó - no me equivoque al elegirte ni al estar contigo -

- es bueno saber que lo piensas - mirar esos ojos oscuros me causaban algo dentro, felicidad, tranquilidad - te amo Roza, quiero que lo sepas y no lo olvides jamás, que sin ti mi vida no es nada. Eres mi compañera de vida, quiero verte envejecer a mi lado y poder observar a nuestros nietos y bisnietos en nuestro jardín - tenía una lágrima  en su mejilla - contigo no le temo a nada y sin ti soy un niño perdido - volví a besarla cubriéndola con mi cuerpo

- te amo camarada - comencé a quitar su ropa, admirando cada centímetro de su piel, toque su vientre y lo bese, subí hasta sus pechos, su cuello y termine en su boca: mi refugio.

Sus manos pasaron por mi torso causando descargas eléctricas a su paso, mismas que sabia tenia ella a mi contacto, le hice el amor dulcemente disfrutando de todo lo que nos ofrecíamos el uno al otro, el calor de su cuerpo me invitaba a quedarme por siempre con ella. Tanta felicidad podría hacerme estallar y lo haría, no importa el sufrimiento si al final mi felicidad y la de mi Roza es mayor.     

Academia de Vampiros - De las cenizasWhere stories live. Discover now