Academia de Vampiros - De las cenizas

36/ Dimitri

Jamás me imagine el dolor y coraje que sentiría si alguien tocará a mi esposa, pero no había motivo porque ella me amaba y sabía que nadie conseguiría quitármela mas ahora mientras la observaba dormir sin emoción alguna comenzaba a cuestionarme si de verdad ella sentía algo por mi. Una maldita lágrima apareció por el recuerdo de verla en las piernas de ese bastardo, estaban besándose y ella no parecía molesta, recordé su mirada sin amor hacia mi, el rechazo hacia mi hija, esta mujer no era mi Roza. El móvil me saco de mis pensamientos, no mire el contestador - Belikov -

- Dimitri, lamento que las cosas resultarán así entre la princesa y tu, de verdad. Pero todo sucede por una razón y después de un tiempo las cosas mejorarán ¿necesitas hablar? Puedo ir a verte - me sentí tentado a aceptar su petición sin embargo mire a Rose, algo no estaba bien con ella y yo necesitaba averiguarlo, no me daría por vencido tan fácil ni cedería a la primera de cambio

- Gracias Cat pero estoy bien, tengo que dejarte. Hablamos luego - no espere respuesta, sabía que el motivo por el que me mando esa foto era para dejar en mal a Roza, ese fue su objetivo y no iba a cometer los mismos errores del pasado - Roza... vuelve mi amor, dime que esto solo es una pesadilla. Dime que me amas y que estaremos juntos para siempre - otra vez las lágrimas me traicionaron.

Janine me instó a quedarme con Rose para averiguar que pasaba, Irania bajó a desayunar conmigo - camarada... - me miró triste - ella no es mi mamá - la mire sorprendido

- ¿por qué lo dices? - cambio a un rostro serio, ese ceño que me recordaba tanto a mi esposa

- porque lo siento - se encogió de hombros - cuando la vi en el centro comercial sentí un latido en mi corazón - lo señaló con su pequeña mano - era como tum tum tum, muy rápido, siempre que estoy cerca de ella mi mente me dice es mamá, pero ayer no lo sentí y cuando la abrace sentí... - intento buscar una palabra que lo describiera - como... bueno simplemente sé que no es ella - escuchamos cuando bajo por las escaleras

- te serviré el desayuno - dije sin mostrar mi molestia por lo de ayer - Irania, hoy viene Mikhail por ti, dice que Michael tiene un nuevo juego y quiere compartirlo contigo -

- ¡es verdad! - sonrió - iré a cambiarme - me dio un beso en la mejilla y subió, se detuvo en las escaleras - Buenos días - dijo para su madre antes de irse

- Buenos días - la respuesta fue simple,  sin cariño - tengo resaca - volteo a verme - ¿que hago aquí?  -

- yo te traje después de ir por ti al bar - los recuerdos me golpearon nuevamente pero los aleje recordando lo que dijo mi pequeña y eso mismo sentía en el fondo de mi corazón - quiero ayudarte a que vuelvas al lugar del que vienes sin embargo primero necesito que me cuentes como es tu vida ahí - me olvide de hablarle con el respeto que me exigía

- ¿que quieres que te cuente? -

- todo - fue lo único que pude decir

- bien, mi madre es guardiana, una de las mejores pero me dejo con mis tíos desde que era bebé, solo la he visto en tres ocasiones,  cuatro si contamos la de ayer - sonrió amargamente - la vida con mis tíos es linda, los amo como si fueran mis padres, yo también soy guardiana, me gradué de St. Vladimir y eso es todo -

- ¿y tus amigos? - suspire antes de hacer la siguiente pregunta - ¿tu novio? -

- amigos... bueno realmente no hay nadie a quien pueda considerar como tal, Adrian  tal vez. Los demás son solo gente de la realeza, todos falsos, novio... nadie absolutamente nadie - sonreí

- ¿sabes quien soy? ¿antes de ayer me habías visto? - negó con la cabeza pero lo pensó un poco

- hace unos meses, en un atraco a la academia en Siberia, estoy segura de que eras uno de ellos, entraste a la habitación donde me quedaba - se sonrojo - bueno tu... - lo pensó un poco - olvídalo -

-mencionaste ayer algo sobre un veneno ¿a que te referías? -

- no quiero hablar de eso - suspiró - simplemente no es un buen tiempo - le mostré la magia de aire

- ¿puedes hacerlo? - estaba sorprendida

- ¿eres un dhampir? - asentí - entonces... -

- Rose, necesito que te quedes en la casa, te haré volver a tu realidad pero haz lo que te diga - asintio, saque el libro oscuro, le inste a hacer el juramento y así lo hizo, al obtener el poder me miró asustada - es tuyo, al menos así parece - entonces sí era Rose pero algo faltaba. Suspire listo para ir con Neferet y Nasor, ella entró conmigo, miraba a todos lados asustada

- Dimitri, Rosemarie - asistieron a modo de reconocimiento

- perdón por molestar nuevamente pero... -

- quieren saber que esta pasando - Neferet sonrió pasivamente - nuestro mundo se divide en dos dimensiones, en cada una de ellas vive una porción de nuestras almas, cada una de ellas vive realidades distintas -

- en este caso ambas estuvieron en el mismo lugar e intercambiaron de realidad - Nasor miro a Rose y Neferet lo miro molesta por la falta de detalles - Rosemarie, tu mujer estuvo aquí hace poco tiempo y le explicamos la situación -

- ¿Cómo puedo volver a mi mundo? - la miraron con tristeza, no comprendí el motivo

- del mismo modo en que hicieron el intercambio, ambas estaban por morir en ese instante - abrí los ojos, esta mujer iba a morir en su mundo ¿por qué? - debe ser al mismo tiempo, en cada lugar debe estar un usuario de espíritu para curarlas -

- ¿como podemos medir el tiempo?  -

- vendremos nuevamente mañana, espero que mi Roza se comunique nuevamente con ustedes, solo así podremos tener una hora exacta - asistieron antes de despedirnos,  volvimos al mundo. Rose me miraba atentamente - ¿sucede algo? -

- ¿Cómo es? - miro la mesa - ¿Cómo es tu Rose? - sonreí

- es muy valiente y decidida, siempre lucha por lo que quiere y por los que quiere, esta dispuesta a dar la vida por aquellos a los que ama, eso me gusta y me asusta,  jamás se rinde - sonrió

- la amas de verdad -

- con el alma - la mire - el Dimitri de tu hogar y tu... - suspiro

- el día que entro a mi habitación me besó, es el único acercamiento que hemos tenido - algo en su mirada me dijo que ese beso fue importante para ella

- estoy seguro que si llegara a conocerte, si tiene algo de parecido en mi forma de ser, se enamorará de ti - me sonrió

- lamento haber utilizado el cuerpo de tu esposa para... ligar con otros - sonreí

- lo importante es que no haya sido ella - era increíble que a pesar de ser el miradas no cuerpo mis sentimientos no saltaban por ella, estaba claro que mi amor por Roza no era sólo físico,  me enamore de su alma y del todo que la conforma