Academia de Vampiros - De las cenizas

40/Dimitri

- ¡mi amor! - voltee a ver a la dueña de esa voz maravillosa, la sostuve en mis brazos cuando llego, su cabello rubio olía hermoso, ella era hermosa - perdón por la tardanza - negué con la cabeza

- yo también acabo de llegar - ya sabes que el trabajo me absorbe -

-necesitas vacaciones a mi lado - sonreí contento - deberíamos escaparnos - dijo en un susurro

- me agrada tu idea, Danna ¿este fin de semana? Diré a mi secretaria que arregle todo y nos vamos -  la bese, era tan cómodo estar con ella, sentía tanta paz, este fin de semana sería el día en que le pidiera matrimonio y sabía que aceptaría - mientras tanto hermosa dama deberíamos ir a comer - asintió, la tome de la mano y avanzamos juntos, se detuvo

- olvide algo en mi auto, esperame aquí - asentí, sentí un golpe de costado, una joven choco contra mi, el cabello largo hasta la cintura

- mierda y justo ahorita - miro su saco bañado en café - disculpe - levantó la mirada, tenia unos ojos oscuros divinos,  brillantes, su piel parecida al interior de una almendra, era una diosa. Era el tipo de mujer por la que se da todo. Mi corazón se desbocó

- no se preocupe - sonrió antes de seguir su camino, la seguí con la mirada y ella me dio un ultimo vistazo

- ¿vamos? - Danna llegó tomando mi mano, le sonreí y seguimos nuestro camino

                            ☆
Desperté confundido, fue un sueño muy real, uno en el que estaba con una mujer que no era mi Roza, al contrario choque con ella y no la reconocí. Mire a mi Roza que seguía dormida, me abrace a su cuerpo sintiendo un dolor extraño en el pecho, como si el no conocerla me causará temor y eso que sentía por la mujer esa, tranquilidad y afecto pero no esa magia y poder que sentía por Rose, el vacío me golpeó fuerte, la apreté más - auch ¿Dimitri..? - me di cuenta que la estaba lastimando

- lo siento -

- no pasa nada ¿estas bien? - negué con la cabeza - ¿que sucede? - pensé en el sueño pero no quería contarle que estaba esa mujer

- tengo miedo a no tenerte en mi vida -

- pero me tienes amor, soy tuya - sus palabras me regresaron un poco de la calma - vamos camarada si desde los 17 soy tuya ¿por que el miedo? -

- porque... Solo quiero... - no pude continuar, me beso acelerando mi corazón como solo ella sabía - te amo -

- yo más - dijo antes de volver a besarme, paso mi cuello, mi pecho, se subió y sin esperar más comenzó a mover su cadera sobre mi, me miró de una manera extraña, como si tuviéramos el mismo temor, salto sobre mi sin detenerse, yo sentía que iba a terminar pero ella no quería detenerse pérdida en su placer, no aguante y cambié de posición aunque no deje el ritmo, estaba muy agitada, me apretaba contra ella, de pronto como si acabará de despertar me sonrió y dejo que continuará moviéndome, aumente el ritmo al verla, ella era mi vida, mi mundo - no te detengas - enterró sus uñas en mi espalda, la obedecí Hasta que terminamos, juntos como siempre

- quiero tener otra hija ¿que opinas? - me miró sonriente

- yo también quiero pero primero hay que ver como se desenvuelve el asunto con los moroi - lo pensó - olvídalo, seguro todo saldrá bien - algo me ocultaba pero no presionaría - comencemos a trabajar en ella - me dijo con esa voz que me enloquecía, sonreí más que dispuesto a ello

- entonces estas de acuerdo - se acomodo debajo dejando que nuestras partes se rozaran, me reí por su respuesta pero no perdí tiempo, la bese e hice el amor con ella, desee al bebé pero por poco tiempo porque esta mujer no hacía más que enloquecerme y hacer que la deseara mucho más, termine exhausto y ella también - Roza, vamos a tener paz, vamos a ser felices - asintió