Vida de Mafiosos

¡Vete de mi casa!

-¿Sabías que si siempre estas amargada y enojada te saldrán arrugas?- dijo y yo bufé.

-Como quiera me saldrán arrugas ¡Ya bájame!- espeté y este empezó a caminar hacia la sala.

-Bueno, tienes razón, pero tienes 20 años, no quiero una amiga de 20 con arrugas en su cara- comentó antes de lanzarme al sillón y yo caí sobre este.

-¿¡Qué rayos te ocurre?!- exclamé y cuando me iba a poner de pie el se puso sobre mi aplastándome con su cuerpo -¡AAAA! ¡Quítate maldito hipopótamo!- grité removiéndome bajo su cuerpo.

-No hasta que me des una sonrisa- dijo y yo lo miré mal.

-Quítate ahora- espeté mirándolo directamente a los ojos y este me sostuvo la mirada.

-Bien, tu lo pediste- dijo y acto seguido me empezó a hacer cosquillas.

-¡MATEO!- grité removiéndome entre sus brazos mientras reía como una loca -Ba..Bas...¡Basta!- pedí entre risas.

-¿Ya no estarás con tu cara de perro bulldog enojado?- preguntó divertido mientras yo me movía como su estuviera convulsionando.

-Si..si- respondí con poco aire -¡Ya suéltame!- pedí moviéndome como si estuviera convulsionando -No hasta que digas "Mateo eres el mejor chico que he conocido en toda mi vida"- dijo tratando de hacer una voz chica.

-¡No!-chillé histérica y este empezó a hacerme más cosquillas -¡MATEO!- grité sin aire.

-Solo dilo- dijo divertido mientras yo moría por aire.

-¡Mateo eres el...- empecé, pero no pude continuar.

-¿Soy el qué?- preguntó acercando su rostro al mío.

-¡El mejor chico que he cono...cono! ¡MATEO YA!- grité con lágrimas de risa en mis ojos y este se detuvo permitiéndome respirar.

-Dilo antes de que te haga cosquillas otra vez- ordenó y yo lo negué con una sonrisa.

-Eres el mejor chico que he conocido en toda mi vida- dije rodando mis ojos y este sonrió.

-Eso lo sé- dijo creído -Pero no es suficiente- comentó antes de volver a hacerme cosquillas.

-¡AAAAH! ¡RYAAAAN!- grité desesperada mientras reía como loca.

-¿Qué sucede?- escuché su voz a lo lejos llena de comida.

-¡A...A...AYUDA!- chillé entrecortada.

-Mmm..no- escuché a mi hermano.

-Última cosa di "Mateo te amo" y te suelto- dijo y yo negué con la cabeza.

-Sue..lta- rogué sintiendo como empezaba a faltarme el aire.

-Dilo- canturreó haciéndome más cosquillas.

-Ma..Mateo- empecé y este dejó de hacerme cosquillas por lo que tomé bacanales de aire.

-No te escucho- comentó mirándome divertido.

-¡Suéltame!- chillé tratando de empujarlo, pero fue inútil.

-Respuesta incorrecta- dijo antes de volver a hacerme cosquillas.

-¡Ya! ¡Por favor!- espeté desesperada tratando de quitar sus manos de mi.

-No te escucho- comentó con diversión.

-¡TE AMO!- grité.

-Así no lo dije yo- se burló y yo seguía riendo entre sus brazos.

-¡MATEO TE AMOO!- grité como loca y este enseguida se detuvo.