¡Vete de mi casa!

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Desperté por mi misma, tallé mis ojos con mi mano antes de quedarme inmóvil en mi cama. No sabía que hora era, ya que mi cuarto estaba completamente oscuro y eso me gustaba. Me iba a parar para darme un baño, pero sentí un dolor en mi mano derecha y al llevar mi mirada ahí, encontré a la jeringa que Mateo me había puesto el día anterior. Me senté en la cama y me la quité con cuidado, viendo que en donde estaba lo tenía morado. 

Me lamenté segundos después y me dirigí a mi baño para darme una buena ducha caliente. Al entrar, enseguida abrí el agua para que se calentara mientras yo me despojaba de mi ropa. Me miré al espejo y vi que estaba sin color y mi cabello estaba hecho un nido de pájaros. 

-Que sexy- me dije a mi misma 

+++

Ya estaba vestida decentemente, tenía un short deportivo y una sudadera que era de Alex creo. Cuando me miré en el espejo ya tenía más color mi cara y tampoco se veía hinchada y cansada, eso era bueno. Sequé mi cabello y me hice una cebolla despeinada. Una vez lista salí de mi cuarto, ya que me encontraba hambrienta. Mientras bajaba las escaleras podía escuchar las voces de los chicos. 

-Emma- dijo Kyle frente a mi a tan solo unas cuantas escaleras abajo. No dije nada, la ultima vez que lo vi fue hace cinco días y él se había molestado conmigo por no querer tener algo ese día -¿Cómo estás bebé? Me enteré de lo que sucedió- dijo mientras yo bajaba las escaleras restantes, quedando frente a frente -No sabes que tan preocupado estaba por ti- comentó rodeándome con su brazos, pero yo no lo hice 

-No te preocupes, sentí tu preocupación estos días- dije con sarcasmo haciendo que se apartara 

-Hermosa, sabes que tenía trabajo y que mi padrastro siempre me trae de un la...- 

-Si Kyle, ya lo se. Tienes mucho trabajo que hacer, viajas bastante, solo nos vemos los sábados después de medio día y siempre quieres enrollarte conmigo por la tarde en vez de hacer algo más- espeté claramente molesta 

-Emma, sabes que quiero estar contigo más tiempo, pero no puedo, no tengo tiempo- dijo tomando mi mano, pero yo la aparté 

-Si quieres, puedes; pero tienes que esforzarte y no lo haces, no haces por estar conmigo. Ni siquiera me llamas o me mandas un mensaje- dije haciéndole ver que no da nada de si para estar conmigo 

-Tengo trabajo Emma, y tú más que nadie debería entenderlo, ya que estamos metidos en el mismo mundo- espetó alzando un poco la voz 

-¡Yo también lo tengo!- exclamé alzando mis brazos al aire -Todas las mañanas del sábado me mato para terminar mi trabajo antes de medio día, si es que no pude terminarlo el viernes por la noche y solo lo hago para poder estar contigo- espeté mirándolo directamente a los ojos -Crees que no hago nada en toda la semana, que porque vivo con mis hermanos no necesito trabajar para tener dinero, porque claro, supones que ellos me compran todo lo que tengo y se la pasan pagando mis gastos. ¿Pero adivina qué? ¡No es así! Yo me gano mi dinero para no depender de nadie- dije molestándome cada vez más 

-¡Es muy diferente tu situación con mí situación!- exclamó 

-¡¿Diferente?!- exclamé -Adam es igual a tu padrastro, se la pasa llamando todo el tiempo para que le haga trabajos, me llaman de otros lugares para hacer trabajos, me llama una amiga para que le haga favores. Todos los días me levanto temprano para hacer todo eso, si es que no los hago cuando se supone que estoy durmiendo y solo para tener toda la tarde libre para pasarla con los quiero y valoro en realidad. Así que no Kyle, mi situación y la tuya no son tan diferentes como crees; porque tenemos el mismo peso para realizar el trabajo. La única diferencia es que yo si hago lo que pueda para pasarla con los que me importan- espeté completamente tensa y molesta con él 

-A ti no te dan verdaderos trabajos, eres una chica y no puedes hacerlo, un hombre tiene más trabajo- comentó y fue cuando en realidad lo quería golpear. Puede decir lo que sea, lo que sea, pero si se trata de rebajarme por el solo hecho de ser una chica, cuídate de mi o te mate antes de que parpadees 

-Vete de mi casa- gruñí entre dientes, matándolo con la mirada y este soltó un suspiro 

-Emma n..- 

-¡Vete de mi casa!- alcé la voz, pero sin gritar -No voy permitir que me rebajes solo por ser mujer ¿entiendes? Porque te aseguro Kyle que soy mejor en esto que tú. Largo de mi casa- espeté y este solo negó con la cabeza 

-Esperaré tu llamada para cuando te hayas dado cuenta de que estas equivocada- dijo y yo reí sin humor 

-Entonces tendrás que esperar para siempre porque no te volveré a llamar nunca- dije haciendo que la sorpresa pase por sus ojos -Se acabó Kyle, no me busques más- dije y este dio un paso hacia mi

-Emma, se que estas molesta, ambos lo estamos, pero esta decisión se tiene que tomar con calma- dijo queriendo tomar mis manos pero yo retrocedí 

-Créeme que estoy más que segura de esto. No quiero seguir contigo si se trata de verte solo un día, si tratas como prioridad al trabajo en vez de a mi, si siento que soy la única que da todo de si para hacer funcionar esta extraña relación. Así que, se acabó Kyle, no quiero seguir así sabiendo que me voy a terminar destruida- dije con lágrimas en mis ojos, ya que en realidad no quería terminar con él, pero era lo mejor para mi 

-Emma, lo siento. Haré lo que sea, yo....te amo- dijo desesperado tomando mi rostro entre sus manos y yo solo cerré mis ojos 

-Vete Kyle- susurré lo suficientemente alto para que me escuchara -Te lo ruego, solo....vete- supliqué, ya que sabía que iba a cambiar de parecer si decía algo más

-Te amo Emma- susurró antes de besar mis labios lentamente. En cuanto se separó abrí mis ojos y lo vi apartarse de mi, una parte de mi me gritaba que no lo dejara ir, pero la otra me decía que era lo mejor para ambos. 

La puerta se cerró detrás de él y lo único que pude hacer fue dejar caer las lagrimas que estaba reteniendo. 

Se había acabado. En realidad había terminado. 

+++

A mis espaldas escuché como abrieron mi puerta, no me moví. Me encontraba con miles de colchas sobre mi cuerpo mientras lagrimas mojaban mi rostro, mi ojos los sentía hinchados y era fácil de saber que estaban rojos. Sentí como la cama se hundió a mis espaldas y un mano empezó a acariciar mi cabello. 

-Hey- dijo la voz de Mateo -¿No tienes hambre? No has comido bien estos días- comentó y yo solo negué -Vamos, linda, haznos compañía, no es lo mismo sin ti a la hora de comer- dijo acomodándose y yo solo sentí mis ojos inundados en lágrimas 

-¿Crees que hice lo correcto?- pregunté en susurro mientras pasaba mi mano por debajo de mis ojos 

-¿En qué?- preguntó suavemente 

-En terminar con él- dije girándome hacia él y vi su cara de confusión -No finjas Mateo, tú no. Se que escucharon todo esta mañana, ustedes estaban en la cocina- comenté y este soltó un suspiro 

-Yo no puedo decirte si fue lo correcto o no Emma, solo tu sabes en realidad- respondió mirándome y yo sentí mis ojos llorosos nuevamente 

-Es que...me siento vacía otra vez- dije con la voz rota antes de romper a llorar

De inmediato sentí los brazos de Mateo pegarme a su cuerpo mientras los sollozos y lagrimas salían de mi, me abrazaba fuertemente mientras yo estaba destruida entre sus brazos.

-Lo que si puedo decirte Emma, es que no vale la pena estar con alguien con quien no puedas sentirte bien. El chico indicado tiene que hacerte feliz siempre, tiene que luchar para estar a tu lado, tiene que sacrificar cosas para ver a la chica que ama sonreír, tiene que consentirte y valorarte por ser mujer. No se vale que solo tú estés aportando a la relación en la que ambos tienen que aportar. Vales más que cualquier cosa Emma, y el chico que logre entender eso, es el indicado; el que vea todo de ti perfecto y maravilloso, no solo de forma física si no también en tu forma de ser- dijo mientras me abrazaba y acariciaba el cabello -Se que duele, duele saber que la personas que amas se haya ido, pero tranquila pasará, el dolor se irá. Ese vacío que sientes ahora no será para siempre- comentó besando mi frente 

-Nunca me dejes por favor- susurré contra su pecho y este me abrazó fuertemente 

-Nunca lo haré Emma- susurró acariciando mi espalda mientras yo rompía a llorar

Vida de MafiososWhere stories live. Discover now