Vida de Mafiosos

Mamá en progreso

Desperté sobresaltada gracias a un gran chillido y un llanto, miré a mi lado y vi a Mía ya despierta llorando y pataleando. Gruñí al mismo tiempo que la cargaba y la mecía para que se calmara, pero en ese instante un horrible olor llegó a mis fosas nasales. 

-Oh por Dios, acabas de hacer mierda- dije con asco mientras me levantaba con ella en brazos e iba al baño para quitarle esa bomba tóxica que tiene en el trasero. 

Le quité el pañal y la limpie teniendo unas cuantas arqueadas de asco en el proceso y después la metí a bañar en la tina, donde se la pasó juegue y juegue mojándome por completa. La sequé con una toalla, le puse un pañal limpio y ropa limpia que trajeron los chicos, sequé su cabello peinándola con dos mini coletas y después la dejé en mi cama rodeando las orillas con montañas de almohadas para que no se caiga y unos juguetes para que se entretenga en lo que me baño. Me bañé nivel flash ya que no me agradaba dejarla sola, una vez terminé me puse ropa interior, una camisa manga corta, unos shorts deportivos, unos calcetines, y listo. Salí y vi que Mía seguía jugando con un juguete que le di mientras reía. Sequé mi cabello frente a mi tocador para cuidar de Mía y después lo até en una coleta despeinada. 

-Listo Mía, vamos a desayunar- dije buscando un biberón y leche en la pañalera que estoy segura que vi -Vámonos que tengo hambre- dije una vez los encontré. 

Cargué a Mía en un brazo mientras bajaba las escaleras, entré a la cocina y esta se encontraba vacía. Dejé la leche en polvo y el biberón en la barra mientras sacaba un sartén, huevos y jamón para hacer el desayuno a los chicos y a mi. Mía en mis brazos balbuceaba sin sentido alguno una vez que mis huevos se estaban cociendo, empecé a hacer el biberón de Mía. Le puse agua y dos cucharadas de leche en polvo, cerré el biberón y lo agité antes de meterlo al microondas para calentarlo. Puse los pedazos de jamón al sartén junto a los huevos y empecé a revolver mientras sentía como Mía jugaba con mi cabello. Esta gritó antes de reír por milésima vez en la mañana en mi oído, y yo ya estaba segura que quedaría sorda. El microondas emitió unos pitidos indicando que había terminado, dejé la cuchara de madera sobre la barra antes de ir al micro y sacar el biberón, Mía estiró sus brazos queriendo el biberón pero antes de dárselo me aseguré que no estaba tan caliente dejando caer unas gotas en mi mano. 

-Leche- dije mirando a mía - Le-che - dije marcando la palabra esperando que diga algo 

-Bish bish- dijo queriendo agarrarlo y yo me encogí en hombros 

-Al menos se que cuando digas bish es leche- dije llevándolo a sus labios y esta de inmediato empezó a tomar

Traté de que lo sujetara con sus manos pero se le caía así que tuve que quedarme un tiempo dandole biberón. Unos minutos después lo dejé sobre la barra y seguí con el desayuno, haciendo frijoles con chorizo. Mía había apoyado su cabeza en mi hombro, sentía sus coletitas en mi cuello, su manita sujetaba mi camiseta de la parte de atrás mientras yo la mecía y tarareaba una canción. Bajé el fuego de la estufa del sartén de los huevos una vez que estaban listos y me concentré en los frijoles. Hasta que escuché unas voces detrás de mi. 

Me volteé y vi a Dylan, Jonathan y Ryan parados en la puerta de la cocina mirándome mientras los demás apenas estaban llegando. 

-Buenos días- saludé girándome nuevamente para bajarle al fuego y sacar la cuchara del sartén 

-Buenos días mamá en progreso- se burló Luke y yo negué con la cabeza girándome a ellos nuevamente. 

-Buenos días Emy- dijo Zack besando mi frente antes de agacharse a la altura del rostro de Mía -Hola princesita- dijo acariciando su mejilla suavemente antes de separarse y Mía separó su cabeza de mi hombro