Cap-91 (S)

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Shao

--Me veo tan extraña- dije mirándome al espejo.
--Eres como el día y la noche- combinó Thai.
Simplemente sonreí sin dejar de mirarme.
--Has pasado del negro de la pantera nocturna y de una agente cazadora al blanco más impoluto. Como las vírgenes.
--Dios santo.
Ella soltó una carcajada.
--Estas preciosa. A Ross le dará un ataque al corazón cuando te vea- aseguró mientras recogía mi cabello pelirrojo hacia un lado para trenzarlo.
El vestido era preciso si, tenía un escote de poco amplio que dejaba ver mi generoso pecho, pero sin llegar a ser vulgar y una tela de encaje me cubría las manos y la espalda.
Con una cola larga, que más tarde sería arrastrada, de un blanco impoluto. Y de una tela de más pura ceda.
--Me gusta este nuevo color.
--Solo me lo he aclarado un poco- me encogí de hombros- antes cuando tomaba el sol, el cabello lo hacía solo. Pero ahora aquí es más difícil.
--Eres la jefa ahora. Puedes tomarte vacaciones cuando te apetezca.
--¿Y dejar esto desatendido?- pregunté algo histérica- Te recuerdo que la última vez que me asenté casi quemas la cocina del comedor.
--Fue una .... mala maniobra.
--Eres una agente, no cocinera.
--Encima que una tiene intención de aprender...
--A quemar- me dio un pequeño golpe en el hombro.
--¿Nerviosa?- cambio de tema y asentí.
--Me siento extraña.
--¿Pero segura?
--¡Claro que si!- exclamé ofendida- Amo a Ross con locura, es tan solo que esto no era necesario.
--Es tu boda. ¡Todo es necesario! Además es una boda como debe ser. Es algo normal.
--Me voy a casar bajo tierra, con un curra que es agente especial y que más que servir a dios, parece que trabaja con contrato fijo para el diablo. Estarán presentes todos los de la organización y no mi familia. ¿Qué tiene eso de una vida normal?
Thai termino de trenzarme el largo cabello que me llegaba a media altura de la espalda y empezó a girarlo para crear un moño.
--Realmente nada. Sobre todo porque el diablo eres tú- me guiñó el ojo- Aunque debo decir que desde que has tomado puesto, todo ha cambiado un poco.
--Siguen habiendo asesinatos y un mundo allí fuera lleno de todo lo que uno se puede imaginar.
--Pero contigo al mando todo es más fácil. La gente se siente a gusto, las mejoras están funcionando y el rendimiento es excelente- sonreí- nunca hubo tan buenos resultados en la organización.
--Se hace lo que se puede.
--Naciste para eso.
Baje la mirada y me mire las manos.
--¿Qué ocurre?
--Yo no he pedido esto- hice un gesto para señalar la habitación, pero más me refería al complejo entero- Solo soñaba con una carrera universitaria y un novio.
--La carrera se queda pequeña frente a lo que eres ahora.
--Pero bajo mi mando hay vidas- suspire- juego con ellas cada vez que decido quién va a la misión. Nunca sé quién va a volver y quien no.
--Solo perdiste a una persona y ya ha pasado un año. No te tortures por algo que no fue tu culpa.
--Pero...
--Ni una palabra más- me coloco las horquillas que llevaba entre dientes y me obligó a girarme - hoy es tu día y vas a disfrutarlo como me llamo Thai.
--El apellido
--¿Qué?
--En las viejos películas cuando alguien hacia una promesa o amenaza, decía su nombre y también incluía un apellido- conté y su cara de fastidio me miro.
Me reí divertida.
--Pienso hacer que disfrutes de esta vida como me Llamo Thai Osel.
--¿Osel?
--Ahora mi apellido es el de la organización. Este es mi mundo y por tanto forma parte de mi.
Negué con la cabeza. Cada día era igual.
Nati apareció por la puerta con una gran sonrisa y su vestido de color rojo bien cenido.
--Woooow- exclamamos las dos a la vez- Estas increíble.
--Gracias- se sonrojó- el novio está esperando.
Mire por última vez a Thai y tras un suspiro en el que intente quitarme la tensión del cuerpo, empecé a avanzar despacio sobre los blancos tacones.
Nati me tendió el ramo de flores negras que elegí en su momento, las mismas que brillaban en la oscuridad y camine, como mil veces anteriores, por los blancos pasillos de aquel lugar, en dirección a la gran cúpula.
El ruido de mis tacones y es roce del gran vestido me acompañó durante el trayecto.
Las puertas seguían cerradas cuando una música suave, lenta y de pura armonía empezó a sonar.
Una sombra negra apareció a mi lado y mire extrañada para toparme con los ojos de Damian.
--¿Qué hace levantado?- pregunté preocupada.
--¿Te creías que me iba a perder esta oportunidad y el honor de llevarte al altar como un padre orgulloso?
--Pero...- quise decirle que debía seguir en la cama. Que su estado cada día era peor. Debía recuperarse y no era bueno que estuviera allí. Sin embargo me entraron ganas de llorar por ese gesto inesperado.
Mi padre debía estar allí , mi madre y mis abuelos. Todos deberían haber estado allí si las cosas hubieran sido diferentes.
Pero nada era como alguna vez pude soñar.
--Gracias- conseguí decir con la voz cortada.
--Es un honor- me tendió el codo y me agarre.
Las puertas se abrieron dejando ver cómo bajo la cúpula todos se levantaban.
La luz natural entraba por la parte superior bajando el lugar de un color azulado. Las flores negras puestas a lo largo del camino le daban un toque especial.
Thai y Nati empezaron a caminar lentamente después de que una pequeña de poco menos de dos años, avanzará por la alfombra blanca tirando pétalos de rosa roja.
Era la hija de una de las agentes, una niña de cabellos dorados como los rayos de sol. Regordeta y preciosa que caminaba con algo de dificultad mientras iba atareada con su trabajo.
La observe y se me caía la baba con ella.
Yo quería formar un familia que nunca podría tener.
No en este lugar.
No siendo que era.
No podía dar vida a algo que no merecía sufrir todo aquello.
No era lo correcto.
Mi mente vago por esos pensamientos hasta que Damian emprendió el paso y decidí apartar esas preocupaciones de mi cabeza.
Todos los presentes se levantaron y dirigieron sus miradas hacia mi.
Todos vestían con sus trajes negros de agentes especiales llenos de decoraciones que lucían orgullosos.
Había aprendido después de un año al mando, que lo más importante de aquella organización era crear una familia.
Eso éramos nosotros.
Una extraña familia compuesta por personas de distintos géneros, color y creencias que luchábamos por una sola cosa.
Éramos Fuertes.
Decididos.
Peligrosos.
Asesinos.
Salvadores.
Pero sobre todo éramos una gran familia a nuestro modo.
--Sonríe pequeña, es tu día- la voz de Damian sonó en mi oreja y le hice caso.
Avance a paso lento con la música embriagando mis sentidos mientras que mis ojos solos podían observarlo a él. Un Ross radiante y perfecto me esperaba al final. Con aquella mirada lobuna y llena con la que me sonreía.
Ese hombre me había cambiado por completo y era todo mi mundo.
Mi ser y mi vida.
Era el.

Las fuertes manos de Damianme llevaron hasta el altar y con una sonrisa y un pequeño apretón me dejaronallí, delante de él.
El amor de mi vida.
El corazón me iba a salir del pecho.
Latía por los nervios.
Pero también por la emoción y el amor que sentía por él.
Sus ojos me miraron con deseo y todo mi cuerpo se estremeció.
Amaba a ese hombro por encima de todo.
--Queridos míos- sonó la voz del "cura"- hoy estamos aquí para reunira estas dos personas en santo matrimonio.
Ross me dedico una sonrisa de nuevo sin dejar de mirarme.
--Me complace poder oficiar aquí esta boda. Bajo la protección de todosnosotros como organización.
El "cura", como yo le decía, pues era un asesino más temido de laactualidad, sigo hablando mientras me hundía en lo pozos grises de mi futuromarido.
Después de tantas cosas que en mi vida había sucedido, nunca pensé que podríaencontrar una razón para poder seguir. Y sin embargo ahora estaba allí, delantede mí con su perfecta sonrisa.
Ross me tendió la mano y le correspondi el gesto despertando de mispensamientos.
--Si hay alguien que esté en contra de esta unión, que hable ahora o calle parasiempre- dijo y se quedó mirando la multitud que permaneció en silencio.
El hombre sonrío y abrió la boca para habla cuando un ruido sonó tras nuestra.Gire el rostro para mirar de donde provenía para encontrarme con la puertaprincipal abierta y una figura emergiendo de ella.     

Si os digo que hay un capítulo más .... o dos...... ¿Qué va a suceder?
No me odiéis please.
Besitos.

Agente Shao _Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora