Cap -14 (S)

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Shao





No interrumpió en ningún momento mientras contaba la historia de cómo había llegado allí. Simplemente permaneció en silencio y cuando termine no dijo nada más que iba a la ducha.


Tras una ducha rápida me vestí con traje gris y me mire en el espejo. No me gustaba nada. No pegaba con mi pálida piel y el cabello rojo. Termine en recogérmelo en un moño desaliñado con el fin de cambiar un poco. Cuando llegamos al comedor todo el mundo me miro. Camine detrás de Tiana intentando mirar el suelo, pero me sentía observada. El ruido del comedor disminuyó considerablemente mientras me acercaba a la zona donde se servía la comida.


Según entendía los más veteranos eran los primeros en comer y así paulatinamente en orden de rangos. Por lo que nosotros siempre éramos los últimos. Agarre la bandeja despacio sintiéndome incómoda con tantos ojos puestos en mí. Para cuando termine de coger todo me quede en la cola esperando. Entonces un chico se levantó de su sitio y empezó a aplaudir. Absolutamente todo el comedor estalló en aplausos y supe que iba a por mí. Ya que todo me miraban. Sentí vergüenza y sentí que me había puesto colorada.


Tras la comida toco un poco de reposo de una hora que quería aprovechad para descansar y echar una cabezada.


Una alarma empezó a sonar de pronto en el pasillo y salí corriendo hacia la puerta para ver qué pasaba. Mire hacia atrás en busca de Tiana y la encontré tranquila en la cama observándome.


— ¿Qué está pasando?- pregunté - ¿Hay fuego?


Ella se rio.


—No. Esta alarma significa que toca nuestra dosis de vitaminas.


— ¿Hee?- ahora sí que estaba perdida.


—Como estamos bajo tierra- hablo- no recibimos los nutrientes que nos ofrece el sol. Por lo que cada dos semanas toca pasar por la enfermería para ponernos la inyección.


—Eso sí que es raro.


—Eso es porque aún eres nueva- se rio- aprenderás que esa palabra aquí pierde significado.


Al igual que en el comedor. Había una gran cola compuesta por gente de diferentes rangos. Estaban los del uniforme rojo en primer lugar, seguidos del azul y verde. Y por último nosotros de color gris. En comparación con los demás éramos minoría. Pero lo que me extrañó es que solo hablaban entre iguales.


— ¿Los diferentes rangos no se hablan? - pregunté curiosa.


—No suelen no- me confirmó- siempre se mueven según sus colores. Pero eso no quiere decir que no se hablen. Tan solo que... no tienen una relación estrecha.


—Mmmm.


No tardamos más de media hora en llegar al puesto donde la enfermera nos colocaba las supuestas vacunas. Una especie de bolígrafo grueso era el indicado en hacerlo más bien. La mujer lo sujetaba en una mano y cada vez que una persona de acercaba ella se lo ponía en el brazo.


Pude observar cómo algunas personas, sobre todo los de verde y gris ponían una cara de dolor. Cuando llegó mi turno. Asustada cerré los ojos y sentí un pinchazo, seguidamente camine detrás del chico que había delante mía y me pusieron una pulsera de brazalete negro y una especie de piedra roja pequeñita. La mire, era bonita y elegante.


Tras aquello no sentí nada. Parecía como si no hubiera pasado. Me dirigí a mi cuarto de nuevo para seguir descansando.


— ¿A dónde vas?- preguntó Tiana


Agente Shao _Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora