Agente Shao _Libro 1

Cap- 75 (S)

Shao.

Cambie el peso de una pierna a la otra esperando que en algún momento todo terminará.
Cuando le había dicho a Damian que fuéramos a la biblioteca para enseñarle el lugar tras sus puertas y buscar los papeles que un día vi, lo que no me esperaba era el hecho de que se pusieran a taladrar una pared durante media hora.
Observe a un Damian serio a mi lado, con el rostro contraído, sentado y algo más mayor que algunos días atrás. Lucia cansado y pálido, como si más fuerzas se le escaparan.
Minutos después el taladro llegaba al final de la pared y el hombre que lo estaba utilizando asomo la nariz por allí para segundos después desplomarse sobre el suelo.
Me sobresalté sin saber qué ocurría y un agente se acercó al cuerpo corriendo.
Tapo con algo el agujero y tras agacharse le comprobó el pulso al hombre que ahora yacía sobre el suelo.
--Está muerto, señor.
--Llamad a los del laboratorio- ordenó Damian y lo mire confundía.
--Muchas veces es típico para los agentes hacer que un lugar sea inaccesible si hay algo de valor en su interior.
--¿No sé si le sigo?
--Aire envenenado, tóxico y mortal.
--Entiendo.
Un hombre vestido de blanco llego corriendo y sin perder tiempo se dirigió hacia la pared. Empezó a sacar tubos y globos de su maletín para luego hacer algunas pruebas o eso parecía.
--Señor, han utilizado veneno nuclearico.
--Puedes desinfectar.
--No señor- dije el hombre y suspire desesperada. Si no podíamos entrar allí mis esperanzas desaparecían- pero tengo trajes que podrán protegeros.
Abrí los ojos mucho, era la mejor noticia de todos.
Tan solo algunos minutos después varios hombres aparecieron con unos trajes de color plateado, metálico brillantes, caminando despacio hacia la zona en la que les indique que se hayaba la entrada. Una tienda de color blanco cubría la pared con puertas metálicas en su interior que comenzaron a abrirse despacio cuando los hombres se acercaron.
--Quiero ir- me dirigí hacia Damian.
--Deja que los especialistas se encarguen.
--Necesito ir.
--No solucionaras nada.
--Le recuerdo que le ha dejado a Ross, uno de sus mejores agentes, lanzarse al vacío aún sabiendo que Victoria está allí.
--Estarán bien.
--¿Cómo lo sabe?
--Aren tráeme la pantalla de localización- ordenó Damian a uno de los chicos que siempre estaba tras una pantalla de ordenador.
Este se acercó a un paso rápido y le tendió una pantalla de cristal prácticamente transparente.
Me acerqué a Damian y observe como lo encendía para luego mediante un holograma hacer que apareciera un mapa que no reconocí.
Solo después cuando con un simple movimiento empezó a crecer y la montaña que una vez escale apareció en un perfecto 3D ante mis ojos.
--Señor, la señal ha desaparecido hace aproximadamente quince minutos.
--¿Y porque no se me ha avisado?- gritó Damian de pronto provocando que pegáramos un salto tanto yo como el chico.
--Lo siento, señor.
--Manda los robots de rastreo- volvió a gritar- ¡Los quiero localizados cuanto antes!
--Si, señor- titubeo el chico y se giró con rapidez para salir corriendo.
--Shao- me llamo Damián utilizando esa voz tan grave que de vez en cuando parecía un trueno golpeando el negro cielo de una noche cualquiera- Ponte el traje. Vamos a acabar con esto de una vez por todas.

Mi respiración se acelero de una manera descontrolada mientras caminaba hacia la segunda puerta metálica. Esta se abrió y di varios pasos seguidos de Damián que se encontraba detrás.
Busque la palanca que había utilizado las últimas veces y sentí como mi cuerpo de pronto tembló.
Estaba nerviosa.
O quizás fuera el miedo.
No lo sabía.
Pero el simple hecho de pensar que Ross podría estar en peligro me empujaba a seguir sin descanso.
El lugar seguía igual de húmedo que la última vez, tan solo que en este caso se incluía un veneno en el aire que podía matar en cuestión de segundos.
Prácticamente corrí hacia la mesa y busque desesperada los papales que la última vez vi.
Encontré la carpeta marrón con el símbolo a un lado y la abri corriendo.
--Mueve la cabeza hacia abajo y un poco a la izquierda- oi la orden de uno de los informáticos que me hablaba por el pinganillo.
Hizo lo que me pidió y empecé a pasar las páginas.
--Utilizan un complejo sistema de lenguaje biológico. Solo conozco a una persona capaz de entenderlo.
--¿Y a qué estás esperando para llamar?- preguntó Damian.
--Señor, está en una misión.
--Me da igual, aborta la misión y haz que su culo esté aquí lo antes posible.
--Si, señor.
Desconecte de su conversación y seguí leyendo cada una de las frases que me llamaban la atención.
"Día doce, hemos inyectado el primer suero que contiene el veneno mezclado con anticuerpos. El paciente no ha respondido a ningún impulso y por ahora los síntomas son extraños"
"Día vente, el paciente ha sufrido una transformación celular avanzada, experimenta cambios drásticos de humor y actúa como si fuera un animal."
"Día treinta y cuatro, el paciente ha sufrido un paro cardiaco. Según la edad y todos los estudios realizados con anterioridad, se puede decir que era un espécimen sano, por lo que tras la autopsia descubriré las causas de la muerte"
Mire a Damian de reojo y lo vi rebuscar por lo cajones. Murmuraba algo que no podía entender, pero era más que obvio que estaba enfadado.
"Día ochenta, tras varias cirugías hemos implantado en el pecho del sujeto número once, una coraza de acero inoxidable como primera parte del experimento."
"Día ciento nueve, el acero se ha disuelto en el cuerpo del paciente nueve, creando un escudo más sólido y a la vez letal para su cuerpo. Las pruebas indican que muy pronto llegara a su corriente sanguínea y eso lo matara. Según se confirma, tras un experimento, el medicamento utilizado para la inmunidad ha hecho que el acero se comportara con un material soluble. Esto hace que el paciente número nueve sufra graves daños en el cuerpo y terribles dolores. Un día para su muerte"
"Día ciento diez, el paciente número nuevo ha muerto. Comenzamos desde cero con importantes cambios en la composición química del suero. Añadiendo elementos que contrastarán su desarrollo"
--Aquí no hay nada más allá de múltiples pastillas y más papeles que en la biblioteca- me reí del comentario que hizo Damian y este me miro con cara de pocos amigos.
--Tiene que haber algo que nos indique cómo actuar.
--Me pregunto cómo conseguían entrar aquí- comentó Damian y se acercó a mí. Agarro la carpeta y comenzó a leer.
--Debe haber una forma.
--Este documento contiene un diario riguroso de cada uno de los procesos utilizados para la creación de una nueva raza- la voz del chico se oyó en mi oreja- cada uno de los experimentos incluyen distintos avances de lo más novedosos.
--¿Y?- preguntamos Damian y yo a la vez.
--Pues según puedo observar, han logrado su objetivo.
Damian fue a la última página del documento y leyó en voz alta.
--Día recuentos uno, el sujeto ha progresado positivamente y sus reacciones son asombrosas. Soporta los disparos de bala y responde a todos los impulsos positivamente. La mezcla de pastillas de color azul y rojo han resultado. Objetivo conseguido. Primer prototipo de Hemon conseguido.
--Exacto señor- siguió el chico.
--¿Han estado aquí prácticamente un año y nadie se ha dado cuenta?
--Eso parece- asegure.
--He revisado mil veces los planos del laberinto y no han ninguna manera de que puedan adentrarse en la habitación mediante este. Es prácticamente imposible.
--Debe haber una entrada- aseguró Damian.
--Nuestros hombres han revisado cada de los túneles y no hay salida.
--¿Por dónde coño han entrado?- preguntó Damian más para sí que para nosotros.
--Debe haber alguna entrada que se nos escape. Un lugar del que nadie sospeche y que suela estar poco vigilado.
--Señor- le hable a Damian- creo que sé dónde puede estar.

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Recuerden que, si quieren una maratón deberemos conseguir que nuestro nuevo grupo de Facebook. Green_tango( Libros) ha de llegar a cincuenta miembros. Ya queda menos.
Espero que os haya gustado el capítulo.
Mil besos mis agentes secretos.