Lo Inevitable #PremiosObsesiónGrey2018

Familia

Pov Anastasia

Alguna vez subestimé a las mujeres que se quejaban porque estaban estresadas por su boda, pero esto me supera. No es fácil teniendo dos hijos que atender y, a pesar de que tengo a Christian todo el tiempo a mi lado, literalmente estoy en proceso de volverme loca. No se trata solo de la boda, estamos eligiendo una nueva escuela para Ted, tomando decisiones acerca de algunas cosas de la casa que hemos comprado y en pleno proceso de unir las empresas. 

Para mi suerte, cuento con las mujeres Grey y mi tía, quienes se han ofrecido para darme una mano con el tema de la boda, porque el resto es un secreto que revelaremos en algún momento de la fiesta y la cena de ensayo. Van a enloquecer, sobre todo Grace, que ama a Ted y lo consiente cada vez que le ve. 

Phoebe ha crecido un montón, y me preocupa que no entre en su vestido que le ha regalado su tía Mía. Está enorme y finalmente, después de mucho tiempo observándola, sus ojos han tomado un tono azul muy parecido al mío. Es preciosa. Y es la luz de los ojos de Christian y de Carrick. En dos día está cumpliendo exactamente seis meses y en una semana será la boda por lo que estamos todos locos en casa, empacando, ordenando y preparando las cosas para celebrar entre nosotros su cumple mes y luego viajar disparados a Seattle. 

Nos casaremos en la casa de los Grey, a pedido de Grace quien nos regala toda la fiesta y estoy agradecida por eso. La cena de ensayo la haremos en un restaurante en el puerto y luego la familia irá al barco de Christian para que pasemos la noche en el agua. Los días parecen estar perfectos en la ciudad y me alegro de haber recuperado mi peso, mi nueva hermana me ha insistido en que nos bañemos a media noche, aunque Christian tiene otros planes para el agua. 

- Amor eso no lo metas en las maletas.- le digo cuando veo que quiere meter unos juguetes demasiado grandes de Ted en su propia maleta. 

- Pero es que ya no entra en la suya y lo quiere llevar.- dice con el mismo tono de voz que mi hijo, y me mira con los mismos ojos. 

- No me mires con esa cara... ya lleva demasiados juguetes, seguramente puede prescindir de un par. Y estoy casi segura que obtendrá más cuando llegue de nuestro viaje. - Tenemos un montón de equipaje para la luna de miel que más que nada corresponde a los niños, aunque falta una semana para eso, debemos estar listos para el traslado a Seattle. 

- Ok pero tu le dices que el "señor dino" no viaja a Seattle.- Dice dando la estocada final. Me besa y se va de la habitación. Maldito.

Todo el mundo sabe que los juguetes de Tes, sobre todos a los que ha puesto nombre, son una especie de cosa intocable que mi hijo ama y que nadie puede cuestionar. En ese sentido es igual a Christian, a quien le molesta que toquen sus cosas y la razón por la que una de las habitaciones, que se ha convertido en su oficina, tiene llave. Tendré que enfrentar a mi hijo por esto y me jode mucho, porque usualmente se enoja y recurre a las lágrimas y una expresión que me hace terminar por doblegarme a su voluntad. 

Decido dejar la inminente discusión para después, ahora mismo siento que mis pechos van a explotar y tengo que darle lo que me queda de leche a mi pequeña para terminar con este ciclo, por suerte ha agarrado el biberón sin problemas, asi que no es mucho drama dejar de darle el pecho de a poco. 

Salgo de la habitación dispuesta a buscarla y no la encuentro en toda la planta alta, lo cual me sorprende porque generalmente está con Christian o con Ted en su habitación y algunas veces colocamos una zona blanda en la sala para que la podamos observar mientras comemos.

Cuando llego a la sala de estar me abruma al ver tantas cosas en cajas y tanto movimiento, por un lado tenemos las cajas que contienen nuestra ropa para la boda, cortesía de Mía y Grace, mientras que en otras hay juguetes y cosas que queremos llevar como la cuna de Pho que hizo mi padre, los cuadros de nosotros que son fotografías que tomamos y luego mandamos a agrandar, simplemente cosas que tienen un gran valor emocional.