Lo Inevitable #PremiosObsesiónGrey2018

Sorprendidos

Pov Carrick

Mientras mi querida Grace prepara la cena, me permito fumar un puro en el balcón que da directamente a la mejor vista de Belleuve. Estoy relajado mientras se que mis hijos están cada uno ocupado en sus vidas y muy encausados en ellas. Mi Elliot, siendo el mayor me ha dado más dolores de cabeza que ninguno de los otros, pero lo amo tanto como a ellos, aún no he logrado que siente cabeza.  De alguna forma me recuerda a mi amor, Grace, y a mí cuando éramos más jóvenes y liberales. 

Mi princesa acaba de volver de un viaje de negocios, quien llegaría a pensar que Mía Grey resultara buena en la parte económica, tal vez es la admiración que tiene por su hermano la que la impulsa a superarse y pronto se ha convertido en una señorita responsable que maneja sus propio restaurante. Estoy feliz por ella, porque a pesar de todo no ha perdido su esencia y sigue siendo un torbellino de alegría rosa cada vez que llega a casa.  

Mi hijo Christian, últimamente estamos preocupados con mi mujer por nuestro pequeño. Ya no tiene ese brillo de felicidad que antes demostraba al estar con su esposa, y creo que es mi culpa el que ya no sea el Christian de antes, aquel joven empresario exitoso y que compartía con un grupo de amigos, se ha convertido en un hombre sombra. Por un momento pensamos que se debía a la partida de aquella joven, Anastasia, mi hijo la extrañó por mucho tiempo y me confesó que habría estado enamorado de ella cuando aún eran jóvenes, era su mejor amiga. Una jovencita sin dudas brillante y hermosa, simplemente asediada por las ocurrencias de su madre y siempre a la sombra de un matrimonio que le dio todo menos una familia estable, Anastasia sin dudas se había hecho querer como a una hija más, y era una de los pocos miembros del círculo de amigos de mis hijos que tenía las puertas de nuestra casa siempre abiertas.

Me sentí mal de inmediato por haber firmado ese tonto contrato de nuestros amigos, si mi hijo quería a una mujer ¿Por qué obligarlo a estar con otra? Pero lo olvidamos tan pronto como él y Megan empezaron a salir, se les veía bien, lucían esa chispa que pensé que era debido a la juventud y la alegría del amor. 

Lo recibí cuando entró furioso en mi despacho, muy ofendido por haber sido partícipe de esa estrategia absurda de unir a las familias, le permití despotricar sobre ello y liberar las tensiones, pero ya nada se podía hacer. Tanto el padre de Megan como yo lo habíamos pensado lo suficientemente bien como para que fuera imposible anularlo. Juro que me odié cada minuto desde ese momento, porque veía a mi hijo infeliz, y demasiado tarde se había dado cuenta de que estaba siendo manipulado. 

Grace lloró mucho, pero poco a poco entendimos que era el tiempo el que ayudaría, llevaríamos la carga con nuestro hijo para que, llegado el momento pudiera divorciarse, porque supe desde que lo vi en ese momento, que era lo que quería. 

- Carrick, cariño ya está lista la cena.- Mi dulce esposa me llama desde la puerta, detesta el olor a puro.

- Ya voy cariño.- dejo el cigarro para que termine de consumirse en el cenicero. No es que sea un adicto, pero me gusta pensar con el sabor del humo en la boca. Christian toma whisky, Elliot una cerveza, Grace muerde sus lápices y Mía pierde su mirada en la nada; me he aprendido las manías de cada uno de ellos.

Al acercarme al comedor tengo una sensación cálida que recorre mi cuerpo, esa sensación de que algo que no sabes si será bueno o malo, pero que cambiará tu vida de todas las maneras posibles. Cuando llego me encuentro con que mi esposa espera por mí con un plato humeante de pasta y enfundada en un cómodo conjunto de yoga, ella aún se ve magnífica. Dejo un beso en su frente y acomodo su silla, es lo que un caballero haría, y algo que sin dudas le encanta que haga para ella exclusivamente. 

- Cary me acaba de llegar un mensaje de Mía, dice que vine para aquí.- comenta sonriente.

- Dios nos ampare de ese torbellino rosa! - digo y ambos reímos mientras continuamos con nuestra cena.