Lo que en verdad pasó...

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-No queremos hacerte más daño- dijo Jacob y yo reí sin gracia. 

-Créeme cuando te digo que no puedo estar más lastimada- comenté acostándome en el sillón -Entonces...¿piensan sentarse y escucharme?- dije antes de tomar otro gran trago de la botella al mismo tiempo que escuchaba y veía de reojo como se sentaban en los sillones frente a mi. 

-¿Estás segura de esto?- preguntó Zack sentado frente a mi y yo solo me le quedé mirando por un rato y solté un largo suspiro antes de volver mi mirada al techo. 

-No- respondí con sinceridad empezando a recordar como inició todo. 

-Para cuando quieras ¿si? No es necesario que nos cuentes todo- dijo Ryan suavemente mientras yo me dejaba ahogar por todos los recuerdos. 

Me quedé un buen rato pensado todo lo que pasó antes del accidente, bebía grandes tragos para que me haga efecto más rápido el alcohol. Estaba segura que me iba a doler, y que probablemente me miraran con lástima después de contarles, pero ha sido suficiente tiempo con esta misma situación, que es mejor hablar al respecto.  

-Cuando me fui a Washington llegué a la casa de Megan. Ella vivía con cuatro chicos, uno de ellos era su hermano y los otros sus amigos. Las primeras semanas me la pasé encerrada en lo que era mi cuarto, varias veces trataron de hacerme salir a ver la ciudad, pero yo no quería. Así fueron los primeros dos meses, me la pasaba con los chicos y con Megan, pero casi nunca salía de la casa. Yo sabía que ellos tenían su mafia y pues lo que tenían que hacer para cumplir su trabajo; y ellos sabían que yo odiaba hablar de ese tema así que nunca hablaron de eso conmigo- empecé antes de que sintiera un pequeño nudo en mi garganta y simplemente tomé una bocanada de aire -Una noche no podía dormir, no tenía nada de sueño así que decidí ir a ver una película. Bajé al primer piso, ya que ahí estaba la sala de tele, pero me llevé la sorpresa de que las luces estaban prendidas y que en el sillón de la sala estaba un chico sangrando. Megan y su hermano lo atendían, este tenía heridas de bala, rasguños por todo el rostro y sangre todo el cuerpo. Obviamente me asusté al verlo, yo nunca había visto algo así >>

>>Megan se dio cuenta de que estaba ahí y me dijo que necesitaba que la ayudara, así que fui con ella muerta de miedo y me senté frente al chico que se la pasaba quejando todo el tiempo. Me dijeron que tenía que presionar una herida de su brazo mientras ellos sacaban unas balas de sus piernas. El chico se dio cuenta que esta aterrada mientras veía como metían las pinzas a su pierna y buscaban la bala, así que empezó a hablar conmigo tratando de calmarme. Me contó que había sido raptado por aliens y se habían metido a su cabeza para poder controlar su cuerpo y que lo obligaron a bailar- dije con una pequeña sonrisa al recordarlo -En lo único que podía pensar era que tan loco estaba ese tipo para decir esas cosas con la gravedad del asunto, pero...después me di cuenta que solo lo decía para calmarme, cosa que en realidad si me ayudó, ya que había dejado de temblar como una gelatina recién hecha- dije antes de quedarme en silencio por un rato, dejándome llevar por aquel recuerdo -Así fue como conocí a James- comenté lo suficientemente alto para que me escucharan. 

Me quedé en silencio un momento, recordaba lo que pensé al momento que escuché lo que me decía, sabía que se había vuelto loco para decir ese tipo de cosas. Sentí como una lágrima se resbalaba por mi rostro y enseguida la limpié sabiendo que esto no era nada. 

-Emma, está bien- dijo Ian haciéndome saber que podía parar si quería, pero no lo haría.

-Se quedó con nosotros, ya que no podía hacer mucho esfuerzo gracias a sus heridas. Se la pasaba molestándome a la hora de la comida, era tan irritante y más con su sonrisa arrogante y su mirada de "soy el mejor y lo sé". Yo simplemente lo ignoraba y trataba de no hacerle mucho caso, pero obviamente era casi imposible hacerlo, ya que sabía perfectamente que hacer para molestarme. Un día Megan y los chicos tuvieron que salir por cuestiones del trabajo, así que me quedé sola en casa, obviamente con él. Yo estaba en la sala de tele viendo una película cuando él llegó, se sentó a mi lado y empezó a hablarme, bueno, más a bien a molestarme. Yo lo ignoraba y veía la película, en serio que intentaba no prestarle atención hasta que me tiró mis palomitas encima, fue ahí cuando mi paciencia se había acabado. Le grité lo idiota y molesto que era mientras que él solo me miraba con burla, eso si que me hizo enojar. Me hacia sentir tan...- empecé sin encontrar la palabra adecuada para decir como me sentía en ese instante, lo único que podía hacer era mover mis manos tratándome de hacerme explicar. 

Vida de Mafiososحيث تعيش القصص. اكتشف الآن